Juzgan a un guardia civil líder de una red de contrabando de tabaco

La banda introdujo a través del Puerto de Barcelona dos millones de cajetillas

JESÚS HIERRO

Era un simple agente de la Guardia Civil destinado en Tenerife pero eso no fue obstáculo para liderar una supuesta banda de contrabandistas que durante años se dedicó a introducir tabaco de forma ilegal a través del Puerto de Barcelona . Los contenedores llenos de cartones llegaban por vía marítima de China y los hacían pasar por cigarrillos de marcas reconocidas. En ocasiones, desde la capital catalana llevaban la mercancía por tierra hasta el Puerto de Bilbao para embarcarla hacia otros países europeos, como Irlanda. El guardia civil , que responde a las iniciales de Enrique D., contaba con la complicidad de un estrecho colaborador y pieza clave para hacer llegar la mercancía a buen puerto: Juan Manuel H., administrador de cinco empresas dedicada al tránsito y consignación de contenedores.

Entre los dos presuntamente lideraban una trama de la que también participaba otro guardia civil destinado en la isla, Francisco Javier R. Así lo sostiene al menos la Fiscalía, de cara al juicio que hoy está previsto que comience en la Audiencia de Barcelona. Un total de diez personas se sentarán en el banquillo de los acusados. Controlaban las operaciones desde Tenerife pero Enrique D. se desplazaba con frecuencia a la capital catalana para coordinar las maniobras. Aprovechaba que había estado destinado en Cataluña para que otros guardias civiles le tuvieran al día de los operativos de control de mercancías del Puerto.

Otras veces encomendaba las misiones a la también acusada Guimar Z. De sus años en Cataluña, Enrique D. conocía a Mariano Enrique M., empresario del sector hostelero. En 2009 le pidió que buscara a miembros de la Guardia Civil destinados en Barcelona que estuviesen trabajando en la investigación y persecución del contrabando. La intención era sobornarles: 6.000 euros mensuales a cambio de información. Este empresario contactó con al menos dos agentes pero los dos se negaron a aceptar el trato.

Cuatro contenedores

Durante la primera quincena de octubre de 2009, la Policía Nacional interceptó cuatro contenedores con tabaco . La mercancía había sido remitida por empresas radicadas en China y no había pasado los pertinentes trámites aduaneros. En total, casi dos millones de cajetillas de tabaco con el logotipo y el precinto de marcas conocidas. Imitaciones fabricadas a bajo coste para, según la Fiscalía, ser vendidas al mismo precio que el tabaco original. Un negocio redondo para el trama. Ese tabaco en el mercado tendría un valor de 7,8 millones de euros, que hubiera generado ingresos para las arcas de la Hacienda Pública de 6,2 millones de euros.

La Fiscalía reclama para Enrique D. un total de diez años y seis meses de cárcel por los delitos de asociación ilícita, contrabando, cohecho, blanqueo de capitales y uno más contra la propiedad industrial. Para el empresario Juan Manuel H., el otro supuesto líder de la trama, el fiscal pide seis años y nueve meses. El otro guardia civil, Francisco Javier R., se enfrenta a seis años de cárcel, mientras que la esposa del primero, Virginia I., se enfrenta un año de cárcel por blanqueo por presuntamente haber colaborado con su marido en estos menesteres.

Todos los acusados excepto Mariano Enrique M. –serán juzgados un total de diez diez personas– deberán hacer frente a indemnizar conjuntamente a la Agencia Tributaria con un total de 6,2 millones de euros, el total del dinero presuntamente defraudado. El juicio está previsto que comience hoy. El tribunal, compuesto por magistrados de la sección novena de la Audiencia de Barcelona, prevé que el juicio se alargue durante unas nueve sesiones, hasta el 18 de mayo.

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