Juego de tronas

La industria turística se ha transformado de la mano de las tecnologías, más en la forma de informarse y contratar transporte y estancias que en los propios establecimientos, donde la principal innovación ha sido la sustitución de la llave de las habitaciones por una tarjeta magnética. Lo reconoce Joan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos.

Donde la innovación turística funciona mejor es en el diseño de ofertas. Por ejemplo, José Luis Rivera, un apasionado de la naturaleza, propone en ecowildlife viajes de autor con la idea de que sus clientes vivan los documentales de National Geographic desde dentro. En cuanto a la promoción de destinos, Molas ha advertido ante los micrófonos del programa "Converses” de la Cope, que si seguimos empecinados en potenciar la marca Cataluña por encima de la marca Barcelona, “estamos muertos”.

Aconseja que se abandonen los personalismos para seguir el ejemplo de municipios como Sitges o Calella, que se presentan al mundo como “costa de Barcelona”. El paraguas de la marca Barcelona es tan potente que el experto recomienda que los aeropuertos de Reus y Girona se llamen Barcelona Sur y Barcelona Norte, respectivamente.

La ciudad de Girona ha logrado darle la vuelta a su promoción y ya empieza a figurar en el mapa turístico global, ahora impulsada por la grabación de la serie “Juego de Tronos”. El presidente de la Diputación de Girona, el convergente Pere Vila, reconocía recientemente ante los mismos micrófonos que la ciudad vive un momento “idílico” y avanzó que las autoridades negocian con la cadena HBO para que vuelvan a rodarse futuros capítulos de la séptima temporada.

Los gerundenses disfrutan del reconocimiento que goza su ciudad y este lunes fueron legión los que hicieron cola para retratarse en el trono de hierro, realizado con espadas, en un ayuntamiento reconvertido en los Siete Reinos. Fue el arranque de la primera edición del festival Plot, dedicado a las series de televisión que se celebra hasta el domingo en Girona con el objetivo de que sirva de punto de encuentro entre el público habitual de estas producciones de ficción y los profesionales. Y es que el atractivo de Girona y la Costa Brava se resiste a cualquier rechazo derivado de la batalla secesionista. El turismo procedente del resto de España no deja de crecer en la demarcación gerundense porque a la gente inteligente le preocupan poco esos debates, circunscritos a una ficción de juego de tronas.