Oti Rodríguez Marchante - Barcelona al día

El cuadro de los darditos de Breda

Como es una localidad célebre por su cerámica, tal vez inmortalicen su hazaña en un juego de platos, o tal vez le dediquen un capítulo en una telenovela de TV3 al estilo de «Ventdelplà»

Oti Rodríguez Marchante
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Han pasado casi cinco siglos desde que Breda, la hermosa localidad de los Países Bajos, se rindiera a Felipe IV, hasta ahora, cuando Breda, la hermosa localidad gerundense ha tomado la histórica decisión de nombrar persona non grata al Rey Felipe VI. Aquel suceso es hoy digno de admiración gracias al lienzo de Diego Velázquez y a una comedia de Calderón de la Barca. El actual suceso tal vez tenga también inmortalidad gracias a unas expresiones artísticas que, de momento, no se pueden percibir en el paisaje.

El paisaje. Por lo visto en Velázquez, y en su fondo de lanzas, se aprecia como Justino de Nassau le entrega las llaves de Breda al enviado de Felipe IV, Ambrosio de Spinola; y por lo visto en las crónicas de ayer, seis miembros de ERC, dos de CiU, otros dos de Tots per Breda y uno de la CUP, en un pleno del consistorio han hecho, o han representado que hacían, justo lo contrario: quitarle la llave al Rey.

¿Y quién y cómo pinta esto ahora?, ¿de las lanzas a los darditos?... Si la precisión velazqueña fue capaz de darle color, textura y casi olor a los ropajes nobles y a las expresiones de grandeza del momento, habría que apelar a un talento aún mayor que el de Velázquez para atrapar los tejidos, la lanilla, la licra, sayas y sobrepellizas del pleno, y a ser posible sus adornos y olores.

Y en el espíritu del cuadro de Velázquez se aprecia la grandeza del momento y la nobleza tanto de Nassau que ofrece como de Spinola que recibe descabalgado y con gesto amistoso un hecho respetado de la Historia y manifestado como gloria del Arte. Pero, ¿dónde encontrar la grandeza o la nobleza para pintarla en el hecho, tan feo como inane, del pueblo gerundense?, y sobre todo, ¿en qué puede traducirse ese gesto feo e inane de once señores que se supone que representan a todo el pueblo?... Pues, no sé, tal vez en que Felipe VI se entere por fin dónde está Breda y dé un rodeo para no pasar por allí; o que millones de españoles, incluidos catalanes, nos enteremos y también demos un rodeo.

Como es una localidad célebre por su cerámica, tal vez inmortalicen su hazaña en un juego de platos, o tal vez le dediquen un capítulo en una telenovela de TV3 al estilo de «Ventdelplà». Algo grande, seguro.

Ver los comentarios