Ángel González Abad - Los martes, toros

Y más allá... la luna

«La corrida triste tituló el maestro Cañabate la crónica de la corrida de Las Ventas, en donde el paseíllo se hizo en silencio en honor del torero muerto»

Ángel González Abad

Y más allá... la luna, fue el título de la portada que ABC dedicó el martes 22 de julio de 1969 a la conquista lunar. Todo pasó el domingo anterior, un día en que tuvo en los ruedos una altísima temperatura. Se lloraba aquel día la muerte, en la plaza de Vitoria, del subalterno Manuel Fuentes Bejarano, de la cuadrilla del diestro catalán Joaquín Bernadó. La corrida triste tituló el maestro Cañabate la crónica de la corrida de Las Ventas, en donde el paseíllo se hizo en silencio en honor del torero muerto.

¿Y en la Monumental de Barcelona? Mejor preguntarnos qué pasó aquel histórico 20 de julio de hace cincuenta años en las plazas catalanas. Que hubo toros en la Ciudad Condal, en Gerona, en Tarragona, en Figueras y en Sant Feliu. En esta última plaza se había desatado la expectación al estar anunciado Manuel Benítez El Cordobés, que respondió al gusto de todos cortando cuatro orejas. También triunfó Bernadó, con tres trofeos, en un duro festejo en el que se sobrepuso a la tragedia vivida cuarenta y ocho horas antes en el coso vitoriano.

Y el público llenando las plazas. Como en la Monumental, en la que con una muy seria corrida de Antonio Tovar, Dámaso Gómez, Ángel Teruel y Ruiz Miguel no pasaron de ser ovacionados. Mejor lo pasaron en el resto de plazas. Así, en Gerona, Serranito y Paquiro se repartieron cinco orejas, con toros de Atanasio Fernández; y en Tarragona, con toros de Guardiola, triunfó a lo grande Miguel Márquez, que cosechó tres orejas ante José Fuentes y Tinín, y el rejoneador Ángel Peralta, que se llevó dos. También su hermano Rafael tuvo una tarde de éxito en Figueras en donde cortó tres orejas, igual que El Chano, y se fue de vacío Curro Limones.

El 20 de julio de 1969, los aficionados catalanes no pisaron la luna, pero casi, pues la oferta en plazas catalanas era tan amplía, la Fiesta estaba tan viva, que más allá, solo podía estar la luna.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación