¿Vienes por el novio o por la novia?

Cientos de personas llenan el hemiciclo de las Cortes en un día de emociones, por la marcha de Herrera, y con la mirada puesta en los aspirantes a formar el Gobierno autonómico

Alfonso Fernández Mañueco, junto a familia y salmantinos asistentes al acto ICAL

MONTSE SERRADOR

Tanto se ha hablado en las últimas semanas de «la novia» o del «matrimonio sin amor y por conveniencia», para referirse al acuerdo PP-Cs, que no era de extrañar que ayer, en el acto de toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco como presidente de la Junta, una de las preguntas más recurrentes fuese la de «¿vienes por el novio (PP) o por la novia (Cs)?». Porque, la verdad, es que fue lo más parecido a una gran boda, en la que se dieron cita cientos de personas que llenaron el hemiciclo de las Cortes de Castilla y León, incluidas las tribunas de invitados que muy pocas veces se han visto ocupadas en su totalidad. Mañueco estuvo acompañado por su mujer, Fina, y sus dos hijas, Ana y Loreto, y por una amplia representación charra entre familiares y amigos. Allí estuvieron también las «familias del PP» dispuestas a encontrarse: por un lado, su gran mentor, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y la exvicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría y, por otro, el actual líder del PP, Pablo Casado , del que no se separaron algunos de sus más fieles escuderos en la Comunidad, véase el senador José Ángel Alonso, o el presidente de Nuevas Generaciones, Eduardo Carazo. Fueron muchas las circunstancias que confluyeron para que el acontecimiento (feliz para muchos pero no tanto para el PSOE) fuese un lugar más que obligado para poder arrancar con buen pie la legislatura que está a punto de comenzar. Además, ya lo dijo el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, «el roce hace el cariño», deseando así lo mejor para el matrimonio PP-Cs. Pero como faltan aún los mimbres (más bien las arras) para empezar a funcionar, las miradas estuvieron puestas ayer en algunos de los elegidos, aquellos que ya han sido tocados por la mano de Mañueco o de Francisco Igea para ser consejeros del Gobierno autonómico que verá la luz la próxima semana. Los «consejeribles» fueron las piezas más codiciadas de la mañana, aunque ninguno de ellos reconoció ser el elegido. El presidente del CES, Germán Barrios, designado por Ciudadanos para la cartera de Empleo e Industria ni confirmó ni desmintió, pero abandonó las Cortes con el grupo de Ciudadanos, entre ellos el propio Igea (ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras).

Contactos

Tampoco el expresidente de las Cortes (otro de los aspirantes), Ángel Ibáñez , quiso dar pistas, idéntica postura a la que mantuvo el ya ex consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo. Mención especial para el ex presidente de la Diputación de Valladolid y presidente provincial del PP, Jesús Julio Carnero -al que se coloca al frente de la Consejería de Agricultura- quien huyó de la prensa con la misma profusión con la que buscó intercambiar unas breves palabras con el presidente nacional del PP, Pablo Casado, cosa que consiguió. También lo encontró el alcalde de Ávila y ex PP, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que dialogó brevemente con el líder popular que, a la postre, fue quien propició su salida de las filas del partido.

Lo cierto es que la solución al enigma no llegará hasta la próxima semana, según dijo Igea, no sin antes advertir de que «hay muchos nombres por ahí y entre ellos alguno tiene que ser». Casi de forma parecida se expresó el vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto , que también estuvo presente en las Cortes y está en las quinielas como senador autonómico, aunque se limitó a recordar que son muchos los cargos que ya le han asignado. Al margen de los nominados y los postulantes, el presidente de la Junta soportó una suerte de «besamanos» con abrazos dentro y fuera del hemiciclo. En el interior recibió un cerrado aplauso cuando juró su cargo y al terminar su intervención, aunque a algún procurador del PSOE le costó darle a las palmas, como también le costó al secretario de la Mesa de las Cortes, el socialista José Francisco Martín, dar lectura al nombramiento.

Tampoco faltaron las lágrimas, las del propio Alfonso Fernández Mañueco al nombrar a su familia y recordar a sus padres fallecidos, y las de los más cercanos al presidente saliente, Juan Vicente Herrera, que ayer puso punto y final a 18 años y cuatro meses como jefe del Ejecutivo autonómico. Y lo hizo con discreción, abandonando el Parlamento arropado por sus colaboradores. En la puerta, le esperaba un vehículo no oficial y, mientras se deshacía de la corbata, los trabajadores que han compartido con él muchas horas (conductor, ujieres, escoltas, agentes de seguridad, gabinete...) y no pocos espontáneos, le dedicaron un emotivo aplauso de agradecimiento. Ángel, el conductor que durante diez años ha recorrido con Herrera la ancha y larga Comunidad, esperaba ya junto al coche oficial la llegada de otro ocupante , el que ya es el nuevo inquilino del Colegio de la Asunción, sede de la Junta de Castilla y León.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación