La Sociedad de Radioterapia cree que Ávila cumple las condiciones para tener un acelerador lineal

La reivindicación de los abulenses, encabezada por el presidente de la Diputación, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y el alcalde, José Luis Rivas, de contar en su hospital con un acelerador lineal para los tratamientos oncológicos choca con la postura de la Consejería en la que se argumenta, fundamentalmente, que el número de tratamientos que se realizan en Ávila (265 en el hospital de la capital más 122 en Talavera y Madrid) no son suficientes como para que la asistencia se realice con las suficientes garantías.

Sin embargo, no coincide con esta apreciación la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) cuyo presidente, Pedro Lara, no duda en que una provincia como Ávila cuenta con los parámetros adecuados para que se instale un acelerador lineal, ya que considera que en una población de unos 150.000 habitantes (Ávila tiene 167.000) cada año hay 600 nuevos pacientes de cáncer de los que entre 350 y 400 necesitan radioterapia por lo que, según Lara, «pacientes hay de sobra».

Al número hay que añadir las características de una población, como es la de Castilla y León, muy envejecida, lo que lleva al presidente de la SEOR a considerar que no resulta muy prudente que personas de avanzada edad, muchas en cuidados paliativos, tengan que padecer cada día y durante semanas horas de viaje para los 15 minutos que dura la sesión. De hecho, Pedro Lara cree que tres de cada diez pacientes no reciben radioterapia, a pesar de que la necesitan, precisamente por los traslados.

A juicio de este doctor, la salida a situaciones como la que se vive en Ávila pasa por hacer centros satélites, de forma que el acelerador se instala en un hospital al que acudirían los enfermos de la zona, en este caso en la capital abulense, pero toda la planificación y el seguimiento de la enfermedad se haría en el centro de referencia, Salamanca o Valladolid. «Éste es el modelo que se está implantando en toda Europa», señala Lara, y en España ya se ha desarrollado entre Tarragona y Reus.

El presidente de la SEOR tampoco cree que el coste sea un problema, ya que con un gasto de 2,5 millones de euros y teniendo en cuenta que la duración media de estos aparatos es de diez años, el presupuesto anual alcanzaría los 250.000 euros, una cantidad, a su juicio, asumible, más aún si se tiene en cuenta que un tratamiento contra el cáncer puede llegar a costar 40.000 euros anuales. Sobre las afirmaciones del consejero de que un número reducido de pacientes reduciría la seguridad, precisamente porque los profesionales verían limitada su experiencia, Lara rechaza este argumento y lo tacha de «peligroso» ya que «todos los médicos tienen la suficiente formación». Sí reconoce, no obstante, que «la excelencia se gana cuando hay un importante número de pacientes».

Dificultad de encontrar profesionales

Las opiniones del presidente de la SEOR distan de las del consejero de Sanidad, para quien la aspiración de disponer de servicios de oncología radioterápica en todas las provincias conduciría a servicios dispersos, con un escaso número de pacientes, plantillas profesionales más reducidas y sin experiencia y, en definitiva, una asistencia de menor calidad. Además, según Sáez Aguado, no hay que olvidar las dificultades para encontrar profesionales que quieran permanecer en hospitales pequeños y el hecho de que hay pacientes de la provincia de Ávila, en total 122, que prefieren ser atendidos en Talavera y Madrid, a donde llegan con más facilidad que a la capital abulense.

En cualquier caso, en lo que sí se ha avanzado es en el compromiso del consejero de Sanidad de tener en el plazo de dos meses un plan de transporte que mejore los desplazamientos de los pacientes para recibir radioterapia.