Selectividad: arranca en Castilla y León los exámenes de la EBAU sin la aspiración de una prueba única

Castilla y León lo ha intentado de varias maneras -con una petición de las Cortes al Gobierno e, incluso, por carta a la ministra de Educación, Isabel Celaá-, pero este año tampoco se celebrará una evaluación de acceso a la universidad única y simultánea en todo el país. Así que hoy arrancan las pruebas en Castilla y León y serán unos 9.800 los alumnos que se presentarán a los exámenes hasta el viernes.

Un año más cada comunidad configurará sus evaluaciones y sus preguntas, algo a lo que la Comunidad, con su consejero de Educación en funciones, Fernando Rey, a la cabeza, se ha negado sistemáticamente al considerar que perjudica a los estudiantes de la región. Y es que existen diferencias de nivel que se perciben posteriormente en la nota final de la prueba, una calificación que más tarde se utiliza para acceder a las diferentes titulaciones de las universidades de toda España.

Es ahí donde se produce la desigualdad, denuncia Castilla y León, que cuenta con uno de los exámenes «más exigentes» que se traduce en que la calificación final de los estudiantes de la región sea inferior respecto a otras autonomías. El problema llega a la hora de escoger las carreras universitarias más demandadas y, por lo tanto, con una nota de corte más alta, como Medicina. Se produce entonces el perjuicio para aquellos estudiantes que tienen una calificación más baja. Fernando Rey abandonará el cargo próximamente, pero PP y Cs ya han anunciado que exigirán una EBAU única, mientras que el PSOE ha preferido esquivar el tema. Incluso, la ministra del ramo ha llegado a decir que se deben garantizar unas «circunstancias de igualdad», pero ha reconocido que no sabe cómo puede hacerse. Mientras llega la prueba común para todos los territorios, Castilla y León ha optado este año por una «EBAU seria, pero no desproporcionadamente exigente», anunció Rey hace meses.

Pocas diferencias habrá este año respecto a los pasados. Sí han intentado los organizadores que las preguntas sean «más concretas» y menos ambiguas en todas las asignaturas, incluida Historia, que ha sido la más polémica en los últimos años por un temario que para los profesores es «desproporcionado». Los estudiantes se enfrentarán a cuatro materias obligatorias, una troncal de modalidad y podrán mejorar su nota con exámenes de hasta otras cuatro. Las notas se conocerán el 14 de junio.