La muestra permenacerá abierta hasta el 14 de noviembre
La muestra permenacerá abierta hasta el 14 de noviembre - FOTOS: EFE / M.ÁLVAREZ
Cultura

La Reina Sofía inaugura hoy en Toro una nueva muestra de Las Edades

La exposición reúne 139 obras que abarcan desde el siglo IV al XXI

Zamora Actualizado: Guardar
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Las Edades del Hombre entra a partir de hoy en su tercera decena expositiva con la inauguración por parte de la Reina Sofía de «Aqva», la vigésima primera edición de la exposición de arte sacro de Castilla y León. Con obras que dotan a la muestra de un ámbito ibérico más allá del regional o el nacional, la exposición que se puede ver en Toro cuenta con el agua como elemento unificador de 139 piezas de arte que van desde un mosaico del siglo IV procedente del Museo de León hasta obras contemporáneas, la última de ellas un homenaje al Quijote en el cuarto centenario de la muerte de Cervantes a cargo del escultor Venancio Blanco junto a un ejemplar de la obra del siglo XVII.

La muestra fluye por diferentes épocas, estilos y disciplinas artísticas que sirven de disculpa para reflexionar sobre los símbolos, ritos, significados y pasajes del agua en el cristianismo y hace también un guiño a los refugiados que huyen a través del mar en una pintura viviente.

Una de las tres piezas llegadas de Portugal es además el primer azulejo que se puede contemplar en una exposición de las Edades del Hombre. Procedente del Museo de Santo Antonio ubicado en Lisboa, el azulejo muestra a San Antonio de Padua predicando a los peces.
Una de las tres piezas llegadas de Portugal es además el primer azulejo que se puede contemplar en una exposición de las Edades del Hombre. Procedente del Museo de Santo Antonio ubicado en Lisboa, el azulejo muestra a San Antonio de Padua predicando a los peces.

Para ambientarse, el propio acceso a la exposición se realiza desde el mirador con vistas al Duero situado junto a la Colegiata de Santa María la Mayor. Ese magno templo del románico de transición recoge dos tercios de la narración expositiva. La policromía de su Pórtico de la Majestad compite en belleza con las obras que alberga en su interior. En el primer capítulo, que aborda el agua desde un punto de vista natural y antropológico, predominan obras pictóricas de autores contemporáneos entre los que no faltan los zamoranos José María Mezquita y Antonio Pedrero, el salmantino Carlos Piñel o el manchego Antonio López, que expone unos óleos de Rosas de Ávila.

En la sacristía de la Colegiata se pueden ver varias tallas de San Juan Bautista, entre ellas una de Juan de Juni labrada en piedra de Villamayor y policromada que procede de la Catedral Vieja de Salamanca.
En la sacristía de la Colegiata se pueden ver varias tallas de San Juan Bautista, entre ellas una de Juan de Juni labrada en piedra de Villamayor y policromada que procede de la Catedral Vieja de Salamanca.

Tapices, acuarelas y óleos del siglo XVII acaparan protagonismo en el segundo de los seis capítulos de la exposición, centrado en los pasajes del agua del Antiguo Testamento. En el tercer estadio de «Aqva», el ecuador de la muestra con San Juan Bautista como protagonista y la sacristía de la Colegiata como continente, llegan algunas de las firmas más destacadas, como las esculturas de este evangelista realizadas por Juan de Juni, Gregorio Fernández, Gil de Roza, que comparten temática con óleos de Fernando Gallego, Pedro Berruguete o Francisco de Zurbarán. En el cuarto capítulo, para despedir la Colegiata, se pueden contemplar obras sobre la relación de Cristo con el agua, entre ellas una de las restauraciones más importantes acometidas para la muestra en los talleres de Las Edades del Hombre, un Calvario con imágenes de Juan Ducete el Mozo y Sebastián Ducete llegadas desde la iglesia de San Martín de Tours de Pinilla de Toro.

La primera de las 139 obras de la exposición, que firma el salmantino Juan Francisco Pro es la única que puede tocar y manosear el visitante. De hecho se trata de un repujado e hidrolizado en cobre y zinc en el que aparecen el relieve escritas en braille en varios idiomas el título de la exposición
La primera de las 139 obras de la exposición, que firma el salmantino Juan Francisco Pro es la única que puede tocar y manosear el visitante. De hecho se trata de un repujado e hidrolizado en cobre y zinc en el que aparecen el relieve escritas en braille en varios idiomas el título de la exposición

Tras recorrer unos veinte metros por el casco antiguo toresano, Las Edades continúa en un templo del románico mudéjar ubicado en la Plaza Mayor de Toro, la iglesia del Santo Sepulcro en la que se pueden contemplar los dos últimos capítulos. El primero de ellos, dedicado al bautismo y el agua bendita, acoge una valiosa muestra de platería expuesta en torno a una pila bautismal del siglo XVII. La muestra se cierra con representaciones de santos vinculados al agua, desde san Atilano reflejado en una madera policromada de Antonio Tomé con el anillo obispal que según la leyenda tiró al agua del Duero y encontró al comer un pez tiempo después, hasta San Julián el Hospitalario, esculpido por el escultor e imaginero Ricardo Flecha en una de las seis obras realizadas ex profeso para «Aqva», en la que el santo ayuda a cruzar el río Esla a un peregrino leproso que luego resultó ser un ángel.

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