El Real Valladolid vive otra noche de terror

El fin de semana de halloween no auguraba un buen lunes para el Real Valladolid de Sergio González, que volvió a sumar una nueva derrota. Esta vez ante el Villarreal, uno de los equipos más enchufados en este arranque de competición. A los de Emery les bastaron poco más de 30 minutos para poner tierra de por medio , no desgastarse, pensar en Europa -jugaron este jueves y volverán a disputar un nuevo encuentro esta semana- y llevarse además los tres puntos ante los blanquivioletas, que «regalaron» la primera mitad, como apuntó Kike Pérez nada más acabar el partido.

El primer tiempo volvió a genear demasiadas dudas en defensa, aquello que tan fuerte y sólido hizo al Pucela de Sergio estos últimos años. Nadie imaginó que la pareja Olivas-Salisu fuese tan determinante en un equipo . Ante el Villarreal, un nuevo fallo individual, esta vez de un Míchel que regresaba al once titular, desencadenó en el primer gol amarillo. El segundo tanto, en el minuto 37, llegó en un córner. ¡Hasta dos veces remató en la misma jugada el Villarreal! Primero Alcacer, que peinó el balón en el primer palo, y segundo Pau Torres, que solo tuvo que empujar la pelota a la red. Y así se llegó al descanso. Con un Emery que había finiquitado el trabajo en la primera mitad y con un Sergio que tuvo que rehacer el once, de nuevo muy cuestionado en redes sociales, para buscar algo .

El segundo tiempo es complicado de analizar. Se apreció una inmesa mejoría del Real Valladolid con la entrada desde el minuto 45 de Pablo Hervías y Marcos André, que pide a gritos más protagonismo, pero también ayudada por el bajón del Villarreal, que solo se limitó a esperar. La actitud de los locales por poco la aprovecha el conjunto pucelano, que disfrutó de varias ocasiones para meterse en el partido . El larguero, el poste y un buen Asenjo lo evitaron. El encuentro se unieron durante la segunda parte también Toni Villa y Kike Pérez. La sensación, para muchos aficionados, es que el partido terminó con los once jugadores que deberían haber comenzado.

Con esta nueva derrota, el Real Valladolid vive una horrorosa racha de ocho partidos sin ganar: solo tres puntos de 24 posibles. Este bagaje le convierte en el peor equipo de Primera División con tres empates, cinco derrotas, cinco goles a favor y quince en contra. Aun así, Sergio González cree que seguirá al frente del equipo: «Tanto los jugadores como el club han comunicado su confianza en el proyecto y en que yo siga de entrenador enestos momentos» . El que también lo tiene claro es Kike Pérez, quien avisó en los micrófonos de Movistar que «debemos animarnos unos a otros y no rendirnos».