León recupera su «joya» hotelera

El Hostal de San Marcos reabrirá el jueves tras la reforma integral que durante los últimos tres años ha transformado y renovado este emblemático edificio

Aunque renovado en muchas de sus estancias, San Marcos mantiene partes de su estilo original

Rosa Álvarez

San Marcos abre de nuevo sus puertas a la ciudad y sus visitantes . El Hostal acogerá desde la hora del almuerzo de este jueves a sus primeros clientes en los últimos tres años, el tiempo que ha permanecido bajo llave a causa de una reforma integral que ha transformado y renovado el edificio, que ahora dispone de 51 habitaciones, salones y nuevos espacios comunes, y se sitúa en la categoría de cinco estrellas Gran Lujo.

Días atrás comenzó a funcionar el servicio de reservas para aquellos que deseen ser los primeros en conocerlo, en estrenar sus instalaciones. «El Hostal de San Marcos volverá a brillar como lo que es: uno de los mejores Paradores de la Red y emblema inequívoco de la compañía», apuntaba ya en el mes de octubre el presidente de la empresa pública, Óscar López. En ese momento quedaban solamente pendientes los trabajos finales, los remates en los que colaboró la plantilla, compuesta por 76 trabajadores que se incorporaron a sus puestos. También se avanzó ahí el aspecto actual de un edificio que se ha modernizado y en el que se han introducido cambios significativos que López defendió asegurando que tras ellos «San Marcos será más que nunca» uno de los lugares de referencia en León, la «joya» hotelera de la capital . Desde que salieron del Hostal sus últimos clientes, el 15 de diciembre de 2017, las obras arrancaron siguiendo el proyecto de la arquitecta Mina Bringas, elegido por concurso público. Se trabajó teniendo en cuenta las características del edificio, con una parte histórica que se ha respetado y otra más reciente (de los años 70) que se derribó. Una de las actuaciones más significativas es la construcción de un atrio que actuará como «corazón» del Hostal y que devuelve de alguna manera el patio que se destruyó en la reforma anterior de San Marcos, que según la arquitecta fue «muy dura» con el edificio.

Ahora se ha apostado recuperar la «volumetría original» del inmueble y fijar este nuevo espacio como un punto de encuentro coronado por el restaurado techo de Lucio Muñoz, que antes decoraba uno de los salones y al que se da un mayor protagonismo. El atrio es moderno porque fue destruido y «no se puede recuperar lo que no existe», según Bringas, pero el edificio conserva en otras zonas su carácter histórico, que ha sido el culpable de algunas de las dificultades que han frenado el avance de las obras en estos tres años. El hallazgo de restos imprevistos , como por ejemplo unos muros del siglo XI, obligaron a hacer cambios en el planteamiento y a proyectar de nuevo la zona de recepción para ponerlos en valor.

El San Marcos que abrirá tras la reforma exhibe, según la arquitecta, «un interior sobrio, con pocos materiales que se han ido utilizando y adaptando a todas las situaciones, tanto en espacios grandes como en espacios pequeños… Y que genera un contraste con la fachada monumental», con la que «no compite».

Un museo con 500 obras

Destaca también el uso de obras de arte en su decoración, uno de los aspectos que más preocupó de esta actuación. El cierre del establecimiento se aprovechó para restaurar algunas de ellas, como «El Nacimiento de Cristo» de Juan de Juni, la Inmaculada de Antonio de Pereda y Salgado o los espejos del siglo XVIII que presidían la escalera principal, entre otros. Se expondrán unas 500, casi la mitad de las que albergaba, que han sido elegidas por una comisión de expertos y que se ubicarán preferentemente en zonas comunes que actuarán a modo de «museo» para que estén accesibles para el disfrute tanto de los clientes alojados como de los visitantes. Pero San Marcos no sólo lucirá sus obras, sino que acogerá a partir de ahora más de 60 que estaban en otros paradores y que se han traído, mientras que las no expuestas, según Óscar López, quedarán a disposición de las autoridades de León.

Sobre estas líneas, el gran espacio central destinado a la cafetería

La obra contemporánea que se contemplará en el Parador de León se ha seleccionado en torno a tres ejes esenciales: el gran techo de Lucio Muñoz, los artistas vinculados a la Segunda Escuela de Vallecas y a la Escuela de Madrid y las obras del artista de formación leonesa José Vela Zanetti . La lista de grandes artistas contemporáneos se completa con nombres como Julio López Hernández, Carmen Laffón, Rafael Canogar, Antonio Saura, Juan Barjola, Juan Genovés o Menchu Gal.

Todas ellas se podrán contemplar en apenas unos días, así como el nuevo interior del Hostal que el presidente de Paradores anima a visitar porque forma parte de una red que es «un destino de confianza. Hemos reforzado nuestros protocolos de higiene y limpieza para que nuestros clientes cuenten con las máximas garantías de seguridad con un trato personalizado y la calidad que caracteriza a Paradores», aseguró recientemente.

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