Alumnos extranjeros en el acto de bienvenida de la Universidad de Burgos
Alumnos extranjeros en el acto de bienvenida de la Universidad de Burgos - F. ORDÓÑEZ
Educación-Universidad

El gran campus del mundo

Las universidades de la Comunidad atraen más alumnos de otros países que la media nacional, pero analizan cómo mejorar

Valladolid Actualizado: Guardar
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Un estudio presentado recientemente por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, «Comparación Internacional del Sistema Universitario Español», apuntaba la escasa atracción de los campus universitarios españoles para los estudiantes extranjeros: apenas un 2,8% de los alumnos matriculados en las titulaciones universitarias (de Grado, Máster y Postgrado) son extranjeros. Las universidades públicas de Castilla y León superan este porcentaje -algunas, como la de Salamanca casi lo cuadruplican-, pero analizan el porqué de que eso ocurra e insisten en la cautela al examinar las frías cifras, al tiempo que ponen de manifiesto los elementos a mejorar.

Salamanca, con casi ochocientos años de historia, muy ligada a Iberoamérica y surgida en una ciudad eminentemente universitaria y atractiva para los extranjeros es una de ellas.

Del total de alumnos que acogen sus aulas, un 11,37% son foráneos (en el Grado ascienden al 7,16%, en máster tiene un 26,70% y en el doctorado la cifra llega al 39,39). Su vicerrectora de Internacionalización, María Ángeles Serrano, alude a que una parte muy importante de esos estudiantes extranjeros proceden de Iberoamérica por la «vocación latinoamericana» de la USAL, «que está en nuestros estatutos, que sigue vigente y por la que trabajamos», a la vez que añade que el hecho de que las universidades españolas no ofrezcan aún demasiada docencia en inglés como razón para que no vengan alumnos de fuera de la órbita iberoamericana, es algo que están tratando de paliar, «pero con medida, porque la Universidad de Salamanca es referencia en la enseñanza del español y hay que hacer convivir los dos sistemas», puesto que el español es la segunda lengua más hablada en el mundo.

Sobre esto también argumenta el director del Área de Relaciones Internacionales de la Universidad de León, Hermenegildo López. La ULE cuenta con un 8% de alumnado extranjero sobre el total matriculado en sus titulaciones y López afirma que «nos preocupan estas cuestiones y estamos tratando de crear una plantilla de profesores para que puedan enseñar asignaturas en inglés». En los últimos diez años han intercambiado cerca de 1.000 estudiantes al año (cuentan con 12.500 matriculados) y tienen más de 700 instituciones universitarias extranjeras asociadas, «pero la internacionalización es más que enseñar un poco en inglés: primero hay que potenciar y hacer respetar nuestro idioma, muy potente, y prestigiar las propias titulaciones».

A su juicio, hay que analizar con cautela las cifras que se dan de forma aislada y general, porque «también hay que ver las dimensiones de cada campus y el atractivo de las titulaciones». Los ranking, a su juicio, no ayudan a dar en la diana exacta de la realidad y hay que tomarlos con relatividad. «No somos Harvard ni Priceton y para nuestra desgracia, no tenemos un Premio Nobel», sostiene.

La mayoría de los alumnos extranjeros que estudian en las universidades de Castilla y León proceden de Iberoamérica

«Todos estamos muy volcados en implementar medidas» para atraer estudiantes, dice también Serrano, «porque ello tiene un valor económico y social, en crear una oferta de calidad, ser más visibles y dar mejores servicios, introducir el plurilingüismo, etc.». Pero también muestra la otra cara de la moneda, el coste de internacionalizar las universidades públicas en tiempos de crisis. «Un hecho es que la internacionalización es a coste cero y eso es difícil; si se supiera lo que hacemos con la financiación que recibimos sorprendería».

Financiación

De hecho, el mismo estudio de la CRUE también analiza otros aspectos y apunta que hay países que becan a los alumnos extranjeros que reciben y que mientras Reino Unido dispone de un 17,1% de alumnos extranjeros y destina un 0,99% de su PIB a ayudas al estudio, España está en el antepenúltimo puesto de los países analizados, con un 0,11% del PIB. Serrano también concluye que «la sociedad debe saber que un estudiante iberoamericano paga la totalidad de la matrícula, pero las tasas cubren el 25% del coste de los estudios, por lo que en realidad tienen una beca».

Desde la Universidad de Burgos, su vicerrectora de Internacionalización, Cooperación e Internacionalización, Elena Vicente, señala que un 3,7% del alumnado de la UBU es extranjero, aunque en el doctorado cuentan con un 22%, «algo normal porque estos alumnos vienen a completar estudios y no son los que vienen a hacer un Grado, que es más largo, costoso y en lo que influyen otros factores como el desarraigo, etc.».

Como los restantes responsables universitarios, Vicente alude a que la burocracia ha influido en la complejidad de los trámites que tiene que seguir un alumno extranjero para matricularse en España, aunque eso tiende a cambiar, ya que «hay un compromiso del Ministerio para agilizarlos» y también influirá que desaparezca la Selectividad. Pero también apunta que el sistema de becas francés ayuda a que sus universidades atraigan alumnos «porque su política es a medio y largo plazo y los fideliza de cara a que tengan a Francia como país de referencia en el futuro». Vicente insiste también en no relegar al idioma español frente a la «potencia» que pueda tener el inglés para atraer alumnos, sino de sumar atractivos: «El español es la segunda lengua en el mundo y debemos estar orgullosísimos de ella; tenemos el Grado en Español, que es estratégico, pero también, si unes español más inglés lo tienes todo».

Por su parte, el vicerrector de Relaciones Internacionales y Extensión Universitaria de la Universidad de Valladolid, José Ramón González García, indica que pese a que su Universidad cuenta con un 4,2% de estudiantes extranjeros, esta cifra «se puede mejorar y no hay que conformarse», por lo que tratan de potenciar «la enseñanza en inglés» y han implantado iniciativas como la que acaban de estrenar, una experiencia piloto de docencia en inglés en la Escuela de Ingeniería para que alumnos del último año de ingeniería elijan la UVA para hacer el proyecto de fin de carrera.

Las universidades insisten en aprovechar la potencialidad del idioma español

Destaca que cerca del 40% de los alumnos extranjeros que vienen a la UVA proceden de Iberoamérica por el idioma, y que las tasas son un factor más, pero no el determinante, «porque también en Reino Unido son de las más caras», pero «tiene una red de conexiones internacionales muy potente». Y huye también de los ranking porque si bien no estamos en los primeros puestos del de Shanghai, «si tenemos un nivel muy aceptable y casi todas las públicas españolas están entre las 1.000 primeras de las más de 20.000 universidades del mundo». «Hay gobiernos que becan a estudiantes que van a universidades por el hecho de estar bien posicionadas en Shanghai, pero nosotros tenemos universidades generalistas, en las que no hay tanta diferenciación entre universidades de docencia y de investigación como en Estados Unidos» y las universidades españolas también están muy vinculadas al territorio.

Todos apuntan, como sostiene López, a la importancia de la difusión de los puntos fuertes de cada universidad: «el buen paño en el arca no se vende».

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