El inspector de policía de Burgos, durante su declaración en el juicio
El inspector de policía de Burgos, durante su declaración en el juicio - ICAL

JUICIO POR EL CRIMEN DE CARRASCO«¿Por qué un sicario?, esto lo hago yo y se acabó», recuerdan los agentes que dijo Montserrat

Mientras estuvieron juntas en la comisaría, la autora confesa del crimen le dijo a su hija Triana que estuviera tranquila porque iba a quedar libre

En ese momento, Triana le dijo a su madre: «No se te ocurra decir quién tiene el arma porque es policía»

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R. ÁLVAREZ
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15.01 El presidente del tribunal da por finalizada la sesión de hoy. Este martes está citada a declarar la vecina de Isabel Carrasco que aseguró haber visto en varias ocasiones (durante el mes de enero de 2014) a Montserrat González merodeando por la zona de su vivienda. En su declaración afirmó además que Triana Martínez iba en ocasiones con ella, aunque se mantenía más alejada. Testificará también Marcos Martínez Barazón, quien sucedió a Isabel Carrasco en la presidencia de la Diputación; Ana Isabel Llamazares, una amiga de Triana de la Diputación; José Manuel Presa Ferrero, el titular del móvil de prepago que utilizó Triana tras el crimen; José Fernando Cornejo Pablos, quien asistió como letrado a madre e hija antes de que contrataran a su actual abogado; Jesús López-Brea, pareja de la víctima; Julio Mozo López, operario de la ORA con el que conversaba Raquel Gago cuando Triana introdujo el bolso con el arma en su vehículo; María Rodríguez García, una conocida de Raquel Gago de las clases de restauración; Abilio Álvarez Rodríguez, coordinador de la casa de cultura de Trobajo donde Raquel Gago asistía a clases de restauración y el policía local 3.115, que fue el primero que llamó por teléfono a Raquel Gago para contarle que habían asesinado a Isabel Carrasco y su amiga Triana y su madre Montserrat estaban detenidas.

14.59 Dice que una vez conocido que el arma la tenía una policía se hubiera encontrado, quizá no el arma, pero sí la persona. Raquel Gago, dice, tuvo tiempo suficiente para desprenderse del arma. Respecto a la acusada afirma «no entendía la participación de Raquel Gago en ese momento y sigo sin entenderla».

Montserrat y Triana escuchan las declaraciones en la cuarta sesión del juicio
Montserrat y Triana escuchan las declaraciones en la cuarta sesión del juicio - POOL

14.54 El abogado de Raquel Gago pregunta al testigo por qué motivo se ha apoyado en otros compañeros para «refrescar su memoria» sobre lo que ocurrió esos días. Él responde que se trata sólo de asuntos concretos y que es lo habitual, ya que han pasado 20 meses desde entonces y han trabajado en muchos más casos en este tiempo.

14.48 El abogado de la defensa de madre e hija pregunta cómo es posible que en su declaración en Comisaría a Montserrat sólo le hicieran dos preguntas, a lo que el agente de Burgos subraya que «no ha habido ningún pacto con Montserrat ni con Triana y que es muy habitual que a un detenido se le haga una o dos preguntas».

14.45 En el tiempo que estuvieron con Montserrat comenta que ella seguía con «malestar» por no saber qué pasaría con su hija y preguntaba si había trascendido a los medios de comunicación el caso. Le dijeron que sí. Su situación de «angustia» era evidente. El abogado le pregunta por qué las detenidas estaban tan agradecidas con ellos y él responde que así era y que cree que fue porque le dieron un buen trato.

14.38 El abogado de la defensa de Montserrat y Triana insiste en preguntar cuál es el motivo de que ellos vinieran desde Burgos, a lo que contesta que habría que preguntárselo al jefe superior, pero cree que es «porque confía en nosotros».

14.34 Indica que cuando hablaron con Raquel Gago en su domicilio su declaración les pareció «convincente», pero en ese momento les faltaban muchos datos que más tarde se conocieron.

14.31 Que él sepa, la primera vez que Montserrat vio a su hija fue en su presencia y la madre fue también la primera en decir de las dos que el arma la tenía una tercera persona. «Mamá no digas nada, mamá no digas nada», incidía y ahí comenta que fue cuando se le «escapó» que era policía. Cree que una vez conocido que el revólver lo tenía una policía era «cuestión de tiempo» que llegaran hasta Raquel Gago. Cuando él vio el teléfono con las llamadas de Raquel Gago no le llamó nada la atención y si hubiera visto varias llamadas a Triana Martínez le hubiera preguntado por ello.

14.27 Insiste en que durante la declaración primero a Montserrat y luego a Triana no les sugirieron nada, recuerda que su abogado estaba presente y que tras la lectura de la declaración estuvieron de acuerdo con lo detallado. Las dos dijeron que Montserrat le entregó el bolso con el arma a su hija en el pasadizo que une Colón con Gran Vía de San Marcos y que la madre le pidió que se deshiciera de él. Nunca que lo había tirado en un garaje. El interrogatorio fue de madrugada «a una hora bastante intempestiva», cuenta.

14.22 Responde lo mismo que su compañero sobre por qué no dijeron en un primer momento que habían estado en casa de Raquel Gago (porque no figuraban en la documentación) y cuenta que el espacio donde se encontró, tras el asiento del copiloto, era «reducido». Detalla el relato de los hechos que les expuso Raquel Gago cuando fueron a su domicilio.

14.20 Responde que permitieron que Montserrat y Triana pudieran estar juntas por «rebajar la tensión y tratar de empatizar» con ellas. No había nada en ese momento que impidiera este encuentro y era notable que «madre e hija tenían una relación muy estrecha, con un grado de amor tremendo». No fue buscando que pudieran declarar más, sino que se tranquilizaran.

14.16 Cuando vieron a Montserrat González el día después del crimen fue sobre las tres de la tarde. No le pudieron decir que eran amigos de su marido, entonces comisario jefe de Astorga, porque no lo conocen «de nada». «Yo he estado una vez en mi vida en Astorga y fue haciendo el Camino de Santiago», subraya. Respecto a si pudieron llegar a engañarlas de algún modo, afirma que ellos no tienen «la opción de pactar nada». Recuerda que Montserrat preguntaba de forma recurrente cuándo se les iba a tomar declaración y ellos le respondían que quedaban cosas por averiguar, como dónde estaba el arma. Montserrat reconoció haber matado a Isabel Carrasco y les detalló diferentes cosas que había hecho a su hija, nunca nada sobre un supuesto acoso de tipo sexual.

14.09 Responde el policía de Burgos 78.890. Es jefe del grupo de Violencia y lleva 13 años trabajando en Burgos. El agente que declaró antes lo eligió para que le acompañara y pudieran reforzar la investigación. Llegaron a León sobre las 11.30 del 13 de mayo. Antes tomaron un café y en Comisaría entraron sobre las 12 horas. Se pusieron al día en la investigación y ellos sugirieron algunas gestiones de interés como el posicionamiento de los teléfonos, las llamadas entrantes y salientes, recuperar las llamadas del 112, etc.

13.52 La vista se suspende cinco minutos antes de que declare el segundo de los agentes llegados de Burgos para reforzar la investigación.

Raquel Gago y su abogado, Fermín Guerrero, llegando a la Audiencia Provincial este lunes por la mañana
Raquel Gago y su abogado, Fermín Guerrero, llegando a la Audiencia Provincial este lunes por la mañana - ICAL

13.49 La versión de Raquel Gago era «creíble y se podía comprobar» y por este motivo se puso en libertad tras su primera declaración. Y si en la declaración de Montserrat y Triana no preguntaron más fue debido a que se iba a volver a retomar y que sería la juez instructora la que lo hiciera. Ellos realizaron sólo dos preguntas a Montserrat, qué sucedió en la tarde del 12 de mayo y a quién compró el arma.

13.42 La diligencia en casa de Raquel Gago duró unos 50 minutos entre el tiempo que estuvieron en su casa y más tarde en en garaje antes de trasladar el vehículo a Comisaría, según el agente de Burgos.

13.31 «No vinimos porque esto nos guste o porque yo sea de León, vinimos porque nos pidieron venir», destaca el agente de Burgos. La expresión «es policía» que se le escapa a Triana entre dientes en su presencia en referencia a quién tenía el bolso con el arma del crimen cree que «es porque la vaya a comprometer por su profesión» y a la pregunta del abogado de Raquel Gago si puede ser debido a que Montserrat no sabía quién era esa tercera persona responde que su sensación es «que sí que sabía quién era».

13.25 Pregunta el abogado de Raquel Gago, que quiere saber si en su primera declaración ante la juez de instrucción hay algo que sea verdad. El declarante recuerda de nuevo el motivo por el que no dijeron en un primer momento que habían estado en casa de Raquel Gago cuando se encontró el arma.

13.15 El agente vuelve a señalar que cuando Triana dijo que el arma la tenía una policía él y su compañero estaban presentes, no estaban solas. Responde al abogado que en ningún momento prepararon la declaración con las detenidas y éste insiste en cómo es posible entonces que el interrogatorio fuera tan breve. «Porque en ese momento la investigación seguía en curso y era suficiente», detalla.

13.11 Cuenta que Triana le pregunto «¿no conocerás a papá?» la primera vez que lo vio, a lo que él le contestó que no y mantuvieron una charla, motivo por el que ella puede conocer algunos detalles de su vida. El letrado incide en si Montserrat dijo en algún momento que había tirado el arma, a lo que el agente afirma que «no lo recuerda».

13.03 El agente asegura que no se le comisionó para buscar el arma por si era propiedad del padre y marido de las detenidas, sino para reforzar la investigación. Le pregunta qué motivo habría para que le hubieran elegido a él para que viniera a León, si es que él es el «listo» del grupo. El agente argumenta cuáles cree él que fueron los motivos (conocido por el que le comisionó) y añade tras los comentarios del letrado de si es experto en interrogatorios que él no vino aquí «a interrogar a nadie», sino a «colaborar».

12.58 Pregunta el abogado de la defensa de madre e hija, que incide en por qué el agente de Burgos y su compañero no dijeron en un primer momento que habían ido al domicilio de Raquel Gago cuando encontraron el arma. El declarante reconoce enfadado que existen «imprecisiones» en lo que relata y le pide que le diga dónde ha mentido y no lea «sólo lo que le interesa».

12.53 La sensación que le dio mientras habló con Montserrat y Triana antes de que declararan es que Montserrat sí sabía quién tenía el arma, de hecho apunta que fue ella la primera que dijo que la tenía una tercera persona.

12.51 Raquel Gago estaba nerviosa cuando llegaron a su casa, el declarante no sabe si bloqueada.

12.47 El policía defiende el traslado del coche de Raquel Gago del garaje a Comisaría para hacer la inspección y el reportaje fotográfico porque era lo más adecuado.

12.43 El declarante considera que una vez conocido que el arma la tenía una policía hubiera sido cuestión «de horas» que se hubiera dado con que la agente que buscaban era Raquel Gago.

12.40 El policía de Burgos asegura «creo que sí» cuando le preguntan si Montserrat sabía antes de hablar con Triana que el arma la tenía una tercera persona.

12.38 La abogada de la acusación Beatriz Llamas, pregunta al policía de Burgos si entre los motivos del «odio» que tenía Montserrat hacia Isabel Carrasco citó en algún momento que su hija hubiera sido acosada sexualmente por ella a lo que responde «no, en absoluto, en ningún momento».

12.36 El declarante asegura que él en ningún momento sugirió a las acusadas que fuera su hermano, abogado en León, quien las representara.

12.33 La primera en declarar fue Montserrat y después Triana. Las dos dijeron que la entrega del bolso con el revólver se había efectuado en un pasadizo y no en un garaje en Lucas de Tuy. El fiscal le pregunta si dejaron leer la declaración de Montserrat a Triana, a lo que responde que es «rotundamente falso». Tras declarar mantuvieron una pequeña entrevista con el que entonces era su abogado. Su única indicación es que la forma de expresarse Montserrat era atropellada y que solicitaba que le viera un médico. Nada más.

12.29 Cuando llegaron de nuevo a Comisaría el declarante se quedó un tiempo en el patio donde se hizo la inspección al coche de Raquel Gago y su compañero subió de nuevo al despacho donde estaban las detenidas. Sostiene que cuando les tomaron declaración a madre e hija, en presencia de su abogado, no les sugirieron que dijeran «nada» y su abogado no puso tampoco objeción alguna a lo que estaban declarando.

12.25 «Debajo del asiento no estaba», contesta el agente al fiscal a la pregunta de dónde se encontraba el bolso en el que apareció el arma. Cuenta también que si alguien se va a subir al coche en ese sitio, como hizo una amiga de Raquel Gago la noche del crimen, tendrá que darse cuenta de que el bulto estaba ahí porque era grande y visible.

12.23 El agente recuerda el relato de los hechos que les ofreció Raquel Gago ese día. Cuando bajaron al garaje el coche estaba abierto, la puerta trasera derecha estaba abierta y estaba un compañero con otra chica al lado. El compañero baja el bolso al suelo, lo iluminan con un móvil y examinan el revolver para ver si esta en condiciones para ser trasladado. El bolso estaba encima de la alfombrilla tras el asiento del copiloto. Dentro del bolso grande había uno pequeño con el revólver y una navaja y dos pañuelos.

12.17 Cuando llegaron estaba en la calle Raquel Gago, el agente al que había dado el aviso y otra mujer. Les invitó a subir a su casa y se sentaron en el salón, donde estaba la acusada, otro agente, el policía que recibió la llamada, una mujer, su compañero y él. Pensaron que se explicación sobre el hallazgo del bolso con el arma en ese momento era «razonable».

12.14 El agente de Burgos cuenta ahora que tanto él como su compañero acudieron a casa de Raquel Gago tras haberse encontrado el bolso. En el atestado ellos no figuraban, lo que «es una práctica habitual», afirma. Ese fue el motivo de que dijeran en una declaración previa, luego rectificada, que no estuvieron presentes en el garaje de Raquel Gago. Rectificaron, cuenta, porque «estábamos a disgusto» con lo que habían dicho previamente.

12.08 Cuando comunican lo que han escuchado a la jefa de la Udev se enteran poco más tarde de que ha llamado una policía que había encontrado el arma. Charlan de nuevo con ellas para relajar el ambiente, que asegura que estaba «tenso» entre ellas tras el rifirrafe de si decían quién tenía el arma o no. La charla que mantuvieron con las entonces detenidas fue «cordial». «Es una barbaridad absoluta», responde a la afirmación de ambas de que les hubieran ofrecido algún tipo de trato para entregar el arma. Según indica se comportaron con ellas de forma «exquisita». «No les hemos ofrecido un trato en ningún momento», sostiene.

12.04 El agente de Burgos cuenta que Montserrat estaba «muy indignada» porque su hija estuviera detenida y les preguntaba si estaba saliendo en los medios que su hija estaba en los calabozos. Triana llegó entre las cinco o las seis de la tarde desde la comisaría de San Andrés. Mientras hablaban con Montserrat vino ella y pidió que le dejaran estar juntas. Lo consultaron y no había ningún inconveniente, por lo que se decidió que pasaran al despacho que ocupaban ellos, separado por un «murito» de otro. En el tiempo en el que están juntas hablan y Montserrat le dice que va a declarar que ha sido ella la que mató a Isabel Carrasco, que estuviera tranquila porque va a quedar libre. Preguntan cuando pueden declarar y le contestan que están buscando el arma todavía. En ese punto Montserrat dice «no os molestéis en buscarla en el río porque no está ahí. La tiene una tercera persona». Empieza una discusión y la hija le dice «no se te ocurra decir quién la tiene porque es policía». Ellos estaban presentes -no fuera del despacho como aseguran las acusadas- y dice que la última parte se le escapa como entre dientes.

11.55 La acusada Montserrat González les preguntó por qué habían venido siendo de Burgos. «Es manifiestamente falso que le hubiéramos dicho que veníamos para ayudarlas», subraya a preguntas del fiscal, y niega también que las coaccionaran de alguna forma. Ella dijo que si declaraba Triana se iría «a la calle». «Lo tenía absolutamente claro», añade. Montserrat le dijo también que tenía la intención de hacerse pasar por loca y que quería que Triana pudiera quedar libre. Hablaba de que estaba harta del trato que Isabel Carrasco daba a su hija y mientras lo contaba se la veía «desencajada». «Antes de que acabe con mi hija acabo yo con ella», apunta que dijo el agente. «¿Por qué un sicario?, esto lo hago yo y se acabó» dijo en referencia al asesinato del que no se mostraba arrepentida.

11.51 Sobre las tres de la tarde del 13 de mayo fue cuando se encontró con Montserrat González. Estaba también su compañero. Montserrat estaba alterada, nerviosa, agobiada y quería hablar con alguien que llevara la investigación. «Me voy a suicidar si alguien no me atiende», dijo Montserrat en calabozos. La suben para ver si se tranquiliza. Se la ve alterada y sobre todo enfadada. Dice que está harta porque la comida que le han dado no le gusta. Le ofrecieron un bocadillo de jamón y una cocacola. Se tranquilizó. Insistía en saber si conocían a su marido (entonces comisario jefe de Astorga). Ni él ni su compañero lo conocían.

11.46 A las 12 se reunieron con la jefa de la Udev para que les pusiera al día en la investigación, se reunieron con ella en su despacho y la jefa de la Udev les ofreció un despacho para trabajar. Vieron qué diligencias se habían realizado y les propusieron llevar a cabo otras que aún no se habían iniciado, como el posicionamiento de los móviles, la petición de las entrantes al 112 o el registro de la zona para localizar el arma homicida, entre otras, con el fin de avanzar en la investigación.

11.40 Se retoma la vista con la declaración de agente 85.494 de la policía nacional de Burgos. Jefe del grupo de la Policía Judicial. Fue comisionado para que viniera a León a apoyar la investigación por el asesinato de Isabel Carrasco. Designó a otro compañero para que le acompañara, el siguiente que declarará, porque pensó que era la persona «más cualificada» para acudir. Vinieron por su experiencia y para reforzar y dar más imparcialidad a la investigación que se había abierto en León. Llegaron sobre las 11.30.

10.40 La vista se suspende hasta las 11.30. Los siguientes en prestar declaración serán los dos policías de Burgos que viajaron a León un día después del crimen para reforzar la investigación.

10.38 La abogada de la acusación, Beatriz Llamas, incide en que las manoletinas que llevaba Montserrat en el momento de los hechos no tenían tacón y la suela era de goma, por lo que eran especialmente silenciosas.

10.37 Participó también en el reportaje fotográfico del calzado que Montserrat González llevaba en el momento de los hechos, de la ropa de Triana Martínez y de la puerta que llevó Raquel Gago a las 22.00 horas el día del crimen al taller de restauración.

10.34 Es el turno de la policía nacional 76.728. Agente de la Científica. Fue a la pasarela donde se produjo el crimen, pero no intervino. Recoge la ropa de Montserrat González, una cazadora marrón verdosa, unos guantes y una gorra. También presencia la autopsia y realiza el reportaje fotográfico de ésta.

10.29 La defensa de Raquel Gago le pregunta por las mediciones a la puerta que la acusada metió en vehículo. Respecto al registro del Golf de Raquel, cuenta que a las 9.15 se hizo el reportaje en Comisaría. No le consta si movieron o no lo que había en el interior del coche. Dice que el garaje no era el lugar adecuado para hacer las fotos al coche porque no hay luz natural. Cree que el desplazamiento desde el garaje a Comisaría no pudo alterar sustancialmente el lugar en el que aparecieron los objetos que había dentro.

10.22 La declarante subraya que los dos coches (el de Triana y el de Raquel) tenían muchas cosas dentro. El de Raquel lo condujo a Comisaría un compañero. Cuenta que el bolso era grande y estaba bajo los fulares, un poco metido tras el asiento.

10.19 Declara la agente 74.716, de la Policía Científica. Participó en la inspección ocular de la pasarela donde se produjo el crimen. Les dieron el aviso a las 17.20. Acotaron la zona, preservaron la escena e hicieron un reportaje fotográfico. Buscaron y tomaron huellas. Le muestran las fotografías de la zona y el cadáver. Participó también en la inspección del vehículo de Raquel Gago. Dice que el bolso con el arma ocupaba casi todo el espacio de suelo tras el asiento del copiloto. Había dos botellas de agua, dos grandes y una pequeña. Hizo además el reportaje fotográfico del Mercedes de Triana Martínez y fue también el centro cívico de Trobajo del Cerecedo (donde Raquel Gago asistía a las clases de restauración) para hacer unas mediciones de la puerta que llevó Raquel Gago a las 22.00 horas del día del crimen para ver si cabía o no en el vehículo sin abatir los asientos. Dice que sí. Le enseñan también varias fotografías de esta pieza.

10.06 Declara la agente nacional 83.796, de la Policía Judicial. También estuvo presente en el registro al domicilio de Triana Martínez. Detalla donde se encontró la otra pistola intervenida en la vivienda. Recuerda que había una cajita con munición que tenía anotado el nombre de Pablo Antonio y muchas fotografías de Isabel Carrasco, anotaciones sobre armas, ordenadores y marihuana en varias bolsitas. La revista y las anotaciones estaban encima de la mesa y el resto de la documentación en un aparador.

9.59 Fueron seis compañeros a hacer el registro de la casa de Triana. Describe cómo está distribuida la vivienda. El folio manuscrito con anotaciones sobre armas estaba en el salón. Cree que la munición estaba toda en el dormitorio. No recuerda si había o no un plano, pero sí había fotografías de la fachada de la casa en la que residía Isabel Carrasco entre mucha otra documentación referida a la víctima.

9.54 Declara la policía nacional 82.980, agente de la brigada de Policía Judicial que intervino en el registro al domicilio de Triana Martínez. En una de las habitaciones apareció un arma, munición de diferentes calibres, bolsas de marihuana y documentación en el salón referida a la víctima, anotaciones, fotografías, una revista con un reportaje y anotaciones manuscritas referentes a armas. Había munición dentro de una caja que ponía Pablo Antonio (padre de Triana y Marido de Montserrat, entonces comisario jefe de Astorga), pero no lo recuerda. El registro duró varias horas y empezó en la madrugada del 12 al 13 de mayo. La declarante también tomó declaración a varios testigos del día del crimen, entre ellos a una enfermera y a una mujer que estaba en la calle en su vehículo. El 13 de mayo también buscó con otro compañero si había cámaras de seguridad en algún edificio próximo al recorrido. No había.

9.47 Es el turno para el agente de la Policía Nacional 81.044. Junto a un compañero hizo el reportaje fotográfico del Mercedes de Triana Martínez. Le muestran las fotografías, que se hicieron en presencia de la detenida y de la letrada que la asistía en ese momento. Nada le llamó la atención, sólo el ticket de la ORA reciente porque coincidía con el horario en el que se produjeron los hechos. También estuvo tomando huellas en la zona del crimen. El coche de Triana estaba desordenado.

9.43 El declarante dice que el suelo del coche estaba mojado y que había tres garrafas con agua, una de ellas con el tapón abierto. El abogado le dice que son dos y le muestra las fotografías, a lo que él contesta que no lo recordaba. En el momento de la inspección ocular estaban presentes tres agentes.

9.39 A preguntas del abogado de Raquel Gago el agente dice que cree que cuando llegó el coche a Comisaría era conducido por un compañero. Cuando hizo el reportaje fotográfico Raquel Gago no estaba presente, dice que es una práctica habitual. Considera oportuno haber llevado el vehículo a Comisaría y no haber realizado antes el reportaje fotográfico, en el garaje de la acusada.

9.35 Este agente también tomó muestras de saliva a las detenidas para la base de datos y realizó el reportaje fotográfico del vehículo de Triana Martínez. Había un ticket de la ORA con hora de inicio a las 16.42. El bolso grande donde se encontraba el bolso con el arma en el coche de Raquel Gago ocupaba, según del declarante, gran parte del espacio en la alfombrilla tras el asiento del copiloto.

9.32 Este agente es también quien fotografió el vehículo de la tercera acusada, Raquel Gago. Tras el asiento del conductor había dos fulares y debajo había un bolso negro, el que contenía el arma. Había tres garrafas de agua en la parte trasera del coche. Dentro del bolso grande había uno pequeño que contenía el revólver y una navaja. La inspección del coche se hizo a las 9.15 en el patio de comisaría el 13 de mayo. En el coche había muchos elementos, mucho desorden.

Montserrat Gutiérrez llega a la Audiencia Provincial en la cuarta sesión del juicio
Montserrat Gutiérrez llega a la Audiencia Provincial en la cuarta sesión del juicio - ICAL

9.26 9.26. Declara el policía nacional 75516, agente de la brigada de Policía Científica. Acudió a la pasarela en la que se produjo el asesinato. Cuando fue el cadáver se encontraba allí tapado. Había ya otros agentes en la zona. El cuerpo estaba poco antes de encumbrar la curva superior de la pasarela. El cadáver yacía sobre el suelo sobre el costado izquierdo, con la cabeza ladeada. Había sangre debajo del cuerpo y de la cabeza, no demasiada. Hicieron un reportaje completo de la zona y el cuerpo y tomaron huellas de la barandilla.

9.21 La declarante hizo también el reportaje fotográfico de las prendas que llevaba Montserrat González en el momento del crimen. Hizo dos paquetes de ropa. En el primero iba una cazadora verde, una gorra y guantes. En el otro un vestido, una chaqueta larga y otra cazadora de color blanco. Cuando le iba a realizar el kit de disparo se frotaba mucho las manos con la chaqueta. Ese gesto le llamó la atención. Era como si intentara quitar los residuos que tenía en la mano, señala. Cuenta también que Montserrat dudaba, que no quería hacerse la prueba.

9.17 Declara la inspectora que realizó la prueba de residuos de disparo a Montserrat González. En un primer momento la acusada se negó. Se la realizó en presencia de su abogado. Las ropas se fotografiaron, se identificaron y se enviaron a Madrid. La prueba se la aplicó en el dorso de las manos, en las palmas y las muñecas. Entre el dedo índice y el pulgar. El revólver deja más residuos de disparo, señala.

9.13 La cuarta sesión del juicio por el crimen de Isabel Carrasco arranca con el interrogatorio de seis policías nacionales a los que seguirá la declaración de los dos agentes de Burgos a los que la defensa de Montserrat González y Triana Martínez acusa de haber «engañado» a las acusadas para arrancarles su primera declaración. También están citados los policías nacionales que realizaron el reportaje fotográfico obrante a los folios 1.109 y siguientes del sumario.

R. ÁLVAREZ
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La Sala Tercera de la Audiencia Provincial de León retoma esta mañana el juicio por la muerte a tiros el 12 de mayo de 2014, de la que fuera presidenta de la Diputación y del PP, Isabel Carrasco. Sin dudas sobre la ejecución material del asesinato de la política leonesa desde el mismo momento en que lo cometió, al haber dos testigos que vieron cómo disparaba tres veces tras un primer impacto que sólo escucharon, la vista plantea todavía varias incógnitas que se espera puedan ser despejadas en las tres semanas que restan de declaraciones en el caso más mediático vivido hasta la fecha en la ciudad.

Después de declarar durante la primera las tres acusadas, Montserrat González, Triana Martínez y Raquel Gago y varios policías nacionales y municipales, todavía son más de 90 los testigos que faltan por comparecer en el juicio, además de forenses y peritos. En la jornada de hoy, serán claves las declaraciones de los dos agentes de Burgos para esclarificar el papel que jugó Triana en el crimen. La jornada se completará con los testificales de siete agentes de la Policía Nacional que participaron en la recogida de muestras, inspección ocular y reportaje fotográfico de la pasarela donde fue asesinada Isabel Carrasco, el coche de Raquel Gago y el Mercedes y la vivienda de Triana Martínez.

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