A la rotonda se llega tras una pronunicada bajada y una curva
A la rotonda se llega tras una pronunicada bajada y una curva - Ana Pérez Herrera
Accidentes

El segundo muerto en un mes convierte una rotonda «prácticamente» en un punto negro

Es la vía de acceso a las urbanizaciones La Legua, Valparaíso y Vistahermosa

Toledo Actualizado: Guardar
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El 4 de octubre, un joven de 24 años moría después de que el turismo en el que viajaba junto a otras dos personas (que resultaron heridas leves) se saliera de la vía en la rotonda de la carretera TO-21, la que da entrada a las urbanizaciones de La Legua, Vistahermosa y Valparaíso. En la madrugada de este domingo, un varón de 35 años perdía el control de su motocicleta y moría en el mismo lugar.

Dos muertos en menos de un mes convierten a esta rotonda urbana «prácticamente» en un punto negro. Así lo aseguró a ABC Antonio Nadales, teniente jefe del Destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Toledo, quien especificó que para considerar punto negro a una vía tiene que haber tres muertos o heridos graves en el espacio de un año.

En el caso de la rotonda de la TO-21, los vecinos de la zona recuerdan que los percances son habituales. «Constantemente hay accidentes porque se ven (en el pavimento) las rodadas de los coches que se comen la rotonda. La atraviesan, rompen la señalización y cada dos por tres las están reponiendo. Cuando sales y lo ves, dices: ‘Vaya, otro que se ha comido la rotonda’. Más de una vez hemos visto a un coche subido en ella, esperando a la grúa. Que a lo mejor el accidente no ha tenido consecuencias trágicas, pero el coche se ha quedado destrozado», señaló Ramón Lorente, presidente de la asociación vecinal Río Chico.

Más accidentes

Además de los dos sucesos con víctimas mortales, en los últimos tiempos ha habido al menos otros dos accidentes que salieron en los medios de comunicación. El primero ocurrió en noviembre de 2012 cuando dos ladrones que acababan de robar en Fuensalida tuvieron un percance tras el cual el vehículo en el que viajaban quedó calcinado en medio de la glorieta. Al llegar la Policía y ver el coche vacío, rastrearon la zona y encontraron a los dos delincuentes a kilómetro y medio del suceso. Ambos fueron detenidos, dándose la circunstancia de que uno de ellos tenía además orden de busca y captura.

En junio de 2014, un camión trailer de grandes dimensiones, cargado de cajones con botellas de cristal de una popular marca de tónica, volcó sobre la calzada, derramando toda su carga. Este accidente interrumpió el tráfico durante varias horas, mientras camiones de recogida de basura limpiaba el pavimento.

La pregunta es: ¿Por qué en esta rotonda se producen tantos accidentes? La mayoría de ellos ocurre en sentido entrada a Toledo desde Torrijos. A la rotonda se llega tras una pronunciada bajada y una curva. Lorente, de la asociación vecinal Río Chico, cree que hay «un problema de señalización para quien no la conoce (la rotonda)». «Aunque están bien señalizados los límites de velocidad (a 80, 60 y 40 kilómetros por hora), cuando vienes lanzado, el factor humano te puede despistar y te terminas comiendo la rotonda», apunta.

¿Qué hacer entonces? El representante vecinal propone que la «solución» para reducir los accidentes pasaría por instalar balizas luminosas y bandas rugosas en el pavimento.

Soluciones

Respecto a la luz, Lorente asegura que en esta rotonda «iluminación no hay o es muy débil» y, sin embargo, en la de «más arriba», la que está debajo de la Ronda Suroeste (la autovía CM-40), «sí que hay balizas luminosas». Como dato, los dos accidentes con víctimas mortales se produjeron de madrugada. Respecto a las bandas rugosas en el asfalto, este vecino cree que «también ayudarían bastante, pero todo depende de a la distancia a que se pongan porque si están pegadas a la rotonda, no te daría tiempo a frenar».

Pese a que está en mitad de una carretera, la rotonda es considerada vía urbana y sus competencias pertenecen al Ayuntamiento. El presidente de Río Chico dice que no han hablado con el Consistorio de este tema porque «a nosotros, como vecinos, no nos afecta, conocemos la rotonda».

Lorente cree que los accidentes son de gente que no es de Toledo o de la zona de Torrijos, «que también se conocen la rotonda». Consultadas ayer por este periódico, fuentes del Ayuntamiento de Toledo optaron por guardar silencio.

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