Un matrimonio, acusado de estafar 51.000 euros a un familiar con alzhéimer

El ministerio fiscal pide un total de 9 años para una sobrina nieta de la presunta víctima y su marido, que serán juzgados en la Audiencia Provincial de Toledo este miércoles

Fachada de la Audiencia Provincial de Toledo Ana Pérez Herrera
Manuel Moreno

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A pesar del deterioro por el alzhéimer, Paquita (nombre ficticio) seguramente llegó a pensar en muchos momentos que una sobrina nieta y su marido le estaban dando tantos cuidados y atenciones por lo mucho que la querían. Pero nada más lejos de la realidad, según el relato del ministerio público en su escrito de acusación.

La fiscal Silvia Casasús acusa a la sobrina nieta y a su esposo de un delito continuado de estafa por la apropiación de 51.380,87 euros. Y tanta fue la codicia de esta pareja que llegaron a dejar en descubierto la cuenta corriente de la entidad bancaria donde Paquita y una hermana tenían ese dinero.

Los hechos se remontan a 2007. Paquita, que por entonces tenía 88 años, estaba ingresada en una residencia de mayores en Olías del Rey (Toledo). Padecía un deterioro cognitivo moderado por el alzhéimer. La enfermedad de Paquita se encontraba ya en el grado seis , que le suponía un grave, progresivo e irreversible deterioro en su comportamiento, así como una desorientación en el tiempo, en la persona y en el espacio.

Este empeoramiento de Paquita lo aprovecharon presuntamente la sobrina nieta (30 años) y su marido (36) para apropiarse del dinero de la anciana. Según la fiscal, la pareja contaba a Paquita unos supuestos problemas económicos que les acuciaban. Intentaban beneficiarse de la fácil sugestibilidad y la frágil memoria de Paquita, que confiaba en ellos por ser los familiares más cercanos que tenía en Toledo. Por tanto, enfatiza la fiscal, «los que mejor podían ocuparse de ella y los únicos de los que recibía visitas periódicas en la residencia».

Ganada su confianza, la pareja convenció a Paquita para realizar determinadas operaciones bancarias en la cuenta corriente de la anciana y su hermana. La mujer lo hacía en agradecimiento a esos supuestos cuidados y atención que recibía de su sobrina nieta y su esposo.

La primera transferencia, según la fiscal, se realizó el 4 de septiembre de 2008 por un importe de 1.522 euros a favor de la entidad Money Bank. Luego llegaron tres en 2009: 500 euros el 21 de enero, 560 el 26 de junio y otros 560 euros el 16 de noviembre. El 18 de febrero de 2010, 1.000 euros más y el 13 de mayo del mismo año, otros 580.

Entre medias, el marido de la sobrina nieta había acompañado a Paquita a una oficina de Banesto en Pantoja, a 30 kilómetros de la residencia de Olías donde la anciana residía. Fue el 15 de marzo, según la fiscal. Ese día efectuaron una transferencia a favor del hijo menor del matrimonio por un importe de 8.000 euros en concepto de arreglo de un tejado.

Casi dos meses después, el 11 de mayo, el esposo de la sobrina nieta se personó también con Paquita en la misma sucursal de Banesto en Pantoja. En este caso, el objetivo era suscribir un contrato para la obtención de una tarjeta de crédito Mastercard, domiciliada en la cuenta de la que Paquita era titular.

Sin dinero en la cuenta

La tarjeta y su número pin quedaron en poder de la sobrina nieta y de su marido, que comenzaron a realizar a partir de entonces múltiples y constantes operación de disposición de efectivo en cajeros, así como compras en establecimientos comerciales. La pareja llegó a gastar 38.658,87 euros en un mes y medio , según la fiscal Silvia Casasús.

Dejaron de utilizar la tarjeta el 1 de julio de 2011. Pero no fue por compasión hacia Paquita, sino porque la cuenta corriente a la que estaba asociada quedó en descubierto. La sobrina nieta de Paquita y su marido dejaron a la mujer sin sus ahorros de toda la vida, con los que pagaba la residencia de Olías del Rey donde estaba ingresada.

El matrimonio deberá comparecer el miércoles 18 de abril (10:00 horas) en la vista oral que se celebrará en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo.

Además de enfrentarse cada uno a una petición de cuatro años y seis meses de cárcel, el ministerio público también solicita para la pareja una multa de diez meses a razón de una cuota diaria de doce euros y que indemnicen a Paquita y a su hermana con 51.380,87 euros. Esta es la cantidad que, según la fiscal Silvia Casasús, los dos acusados nunca han devuelto a las titulares de la cuenta.

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