Aguacero en la plaza de Zocodover de Toledo este viernes al mediodía
Aguacero en la plaza de Zocodover de Toledo este viernes al mediodía - Ana Pérez Herrera

Las tormentas amenazan Castilla-La Mancha

Los aguaceros cayeron este viernes en varios puntos de la comunidad autónoma, donde el Gobierno activó el Meteocam

Toledo Actualizado: Guardar
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El granizo, la lluvia y el viento han causado este viernes al menos 61 incidencias durante la tarde en Castilla-La Mancha, en su mayor parte en la provincia de Toledo, aunque la más llamativa fue la que ocurrió en la capital de Cuenca, donde el viento voló parte de la techumbre del pabellón polideportivo «Samuel Ferrer» sobre las 16.30 horas, sin que se produjeran daños personales.

Los bomberos del parque municipal de Cuenca aseguraron el resto del techo de la instalación, para evitar que también fuera levantado, según confirmó fuentes del Ayuntamiento a Efe.

En todo el territorio de Castilla-La Mancha se contabilizaron en seis horas, entre las 13.00 y las 19.00, 61 incidentes de emergencia debido a las fuertes lluvias y al viento.

De ellos, 57 fueron en la provincia de Toledo, en su mayoría entre las 15.00 y las 17.00 horas con 36 incidencias registradas, en particular en la zona de Seseña. Allí hubo una decena de incidencias por la formación de balsas de agua en carreteras e inundaciones en garajes, bajos y locales.

Diluvio en Castillo de Bayuela y Toledo

Las lluvias dejaron 22,6 litros por metro cuadrado en Castillo de Bayuela (Toledo) y 17,2 litros por metro cuadrado en Toledo capital, donde las precipitaciones fueron más abundantes.

Según la información de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el agua caída fue menos importante en otros puntos de la región, como Madridejos (Toledo), donde cayeron 4,4 litros por metro cuadrado; en Puebla de Don Rodrigo (Ciudad Real), donde la lluvia dejó 4,3 litros por metro cuadrado, y en San Clemente (Cuenca), donde cayeron 3 litros por metro cuadrado.

Segundo día de inundaciones en Cebolla por el desbordamiento del arroyo Sangüesa

Antes de que todo eso ocurriera el Gobierno de Castilla-La Mancha ya había activcado el Plan Específico ante el Riesgo por Fenómenos Meteorológicos Adversos (Meteocam) en fase de alerta en toda la comunidad autónoma, donde desde el jueves se han registrado incidencias en carreteras, cultivos y cascos urbanos por las lluvias.

La activación, decretada por la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas a las 11.15 horas, se realizado al conocerse las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología. La Aemet estimaba, para las próximas horas, lluvias intensas y tormentas en las cinco provincias de la región, con especial relevancia en Cuenca, Guadalajara y Albacete, así como a una evolución desfavorable de los fenómenos meteorológicos.

En concreto, la Aemet activaba la alerta naranja por lluvias y tormentas en toda la provincia de Cuenca y en toda la de Toledo, en casi toda la provincia de Guadalajara y en la Mancha albaceteña.

Tras la puesta en marcha de la fase de alerta del Meteocam, el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 112 de Castilla-La Mancha dispuso un seguimiento permanente de todos aquellos incidentes que pudieran ocurrir en la región en relación con estos fenómenos meteorológicos.

Asaja calcula que el granizo daña 9.000 hectáreas de cultivo en la provincia de Toledo

De este modo, y hasta las 13.00 horas, en la provincia de Toledo se registaron 21 incidencias causadas por la lluvia, que consistieron en balsas de agua, entrada de agua en locales y garajes e inundaciones de zonas bajas.

Por otro lado, las lluvias y las tormentas, en algunas ocasiones de granizo, registradas el jueves causaron perjuicios en los cultivos, aún sin valorar, con hasta 9.000 hectáreas dañadas y correspondientes a los municipios toledanos de Mora, Mascaraque y Almonacid de Toledo. En Navahermosa, también en Toledo, cayeron 28,2 litros por metro cuadrado, en Retiendas (Guadalajara), 27 litros por metro cuadrado, los mismos que se contabilizaron en la localidad toledana de Ocaña.

Según informó a Efe fuentes de Asaja Toledo, esas precipitaciones dañaron sobre todo terrenos cultivados de olivar, aunque también hay viña, almendro y pistachos, y se ha perdido entre el 40 y el 70 por ciento de la cosecha. Ante esta situación, es previsible que Asaja pida la calificación de «zona catastrófica» para todos los lugares afectados por las fuertes tormentas. Asimismo, es posible que la organización agraria pida al Gobierno regional y al central ayudas económicas y reducciones fiscales para poder superar las pérdidas.

Las fuertes lluvias del jueves y el viernes provocaron el desbordamiento del arroyo Sangüesa en la localidad toledana de Cebolla, lo que supuso la inundación de calles, garajes y algunas viviendas de planta baja.

La alcaldesa del municipio, Silvia Díaz, explicó a Efe que el arroyo se desbordó dos días consecutivos, causando «muchos daños materiales, aunque por suerte ninguno personal».

Sistema de contención

Lo cierto es que los vecinos de esta localidad ya están acostumbrados a esta situación, que se repite cada vez que la lluvia cae con cierta fuerza, y los que viven en la plaza han ideado un sistema para evitar la entrada del agua a sus casas. Colocan delante de las puertas «una especie de placa» que impide el acceso, aunque en algunos casos el agua se coló en las viviendas a través de garajes y sumideros.

Trabajadores del Ayuntamiento, personal de Protección Civil y otros voluntarios colaboraron en las tareas de limpieza de calles y aceras, unas labores a las que se incorporaron brigadas de la Diputación de Toledo.

La alcaldesa señaló que, para terminar con este problema, la institución provincial ha redactado un estudio de soluciones, entre las que están la instalación de dos colectores laterales para intentar aliviar la presión de las aguas residuales y fluviales, así como el ensanche del cauce del arroyo a su paso por el municipio. Esta actuación se ha presupuestado en un millón de euros y que se pretende acometer en fases, en cuanto la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) dé su autorización.

Lo primero para este año será ejecutar uno de los colectores, gracias a dos planes provinciales de la Diputación y también a fondos propios. «Sabemos que es una solución lenta, pero hay que empezar a trabajar en ella», subrayó la alcaldesa.

La otra opción sería construir un dique superior fuera del casco urbano, obra que es competencia de la CHT, a la que instó «a ponerse las pilas y a empezar a trabajar en soluciones».

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