Algunos de los miembros de la familia Toro, junto al alcalde y presidente de la Diputación, José Manuel Latre
Algunos de los miembros de la familia Toro, junto al alcalde y presidente de la Diputación, José Manuel Latre - ABC

Sigüenza acoge la exposición permanente «Un siglo tejiendo sueños»

La familia Toro ha cedido parte de sus útiles, enseres y recuerdos fotográficos para recrear cómo eran las fábricas de alfombras en la Ciudad del Doncel

Guadalajara Actualizado: Guardar
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La Casa del Doncel de Sigüenza acoge la exposición permanente «Un siglo tejiendo sueños» que recoge la historia de la fábrica de alfombras de la Ciudad del Doncel con un telar y todos los enseres y útiles necesarios para trabajar la artesanía de las alfombras y documentos.

Al cumplirse un siglo desde que se instaló en Sigüenza la fábrica de alfombras de nudo «Segontia», la familia Toro, la mayor parte de cuyos miembros trabajó en ella y luego llegó a ser su propietaria, ha cedido parte de sus útiles, enseres, recuerdos fotográficos y tesoros documentales para recrear con todo ello, y en una de las salas de la Casa del Doncel, como era y que trabajo se hacía, ha informado este martes en nota de prensa el Ayuntamiento de Sigüenza.

La muestra, que recibe el nombre «Un siglo tejiendo sueños», da pie también a recordar la historia de los telares en la ciudad de Sigüenza, que cuenta con casi dos siglos de existencia y una tradición muy arraigada en la población, que arranca de los tejedores de bayetas y paños de finales de la Edad Media.

Según ha explicado Charo Toro, portavoz de su familia, la muestra tiene «vocación de permanencia, pretende crecer con el tiempo gracias a las aportaciones de nuevos objetos y ser, además, un referente para quienes quieran ir más allá de su mera contemplación y pasar manos a la obra desarrollando talleres».

«Un siglo tejiendo sueños» muestra en sus vitrinas fondos documentales, patrones y muestras de los tejidos que se utilizaban para fabricar las alfombras, y cuenta con un telar de cuatro metros con todas sus piezas, naturalmente con alfombras e incluso con originales de los instrumentos necesarios para tejerlas.

También se pueden admirar fotografías antiguas, magníficamente ampliadas, o bocetos que hace sólo unos años sirvieron de guía para que las artesanas seguntinas dibujaran y tejieran «con mucho cariño» las alfombras que le han dado tanta importancia a la ciudad.

No en vano, algunos de los encargos fueron a parar, y todavía engalanan, diputaciones provinciales o recibidores de los hoteles más prestigiosos de España, y fueron a parar, incluso, a manos de Eva Perón cuando visitó España, según atestigua uno de los documentos que se pueden ver.

«Esta muestra, tejida con cariño infinito, pone en valor lo que han supuesto las fábricas de alfombras para la ciudad, uniéndose así a otros grandes valores que ya tiene este emblemático edificio, además de su propia monumentalidad, como la exposición permanente de Fermín y Antonio Santos o el Museo de la Guitarra y de la Vihuela José Luis Romanillos», ha valorado el alcalde, José Manuel Latre.

Fue a comienzos del siglo XX cuando Jesús Gil de la Serna, procedente de Toledo, se establece en Sigüenza y puso todo su empeño en la instalación de una fábrica de hilado de lanas y en la modernización de las antiguas instalaciones con telares de palanca para la fabricación de alfombras de nudo.

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