Robaban maquinaria industrial para después venderla en Marruecos

Efectivos de la Guardia Civil de la provincia de Ciudad Real, en colaboración con agentes del Puesto de Navalcarnero (Madrid), han logrado desarticular un grupo especializado en el robo de maquinaria industrial asentado en las provincias de Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León.

El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, ha dado a conocer los detalles de esta operación en la sede de la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real, donde ha puesto de manifiesto la importancia de la desarticulación de este grupo criminal que «ha estado ocasionando cuantiosas pérdidas a empresas importantes del sector industrial» madrileño, castellanoleonés y castellanomanchego.

Gregorio ha felicitado a los efectivos de la Guardia Civil de Ciudad Real, cuyo trabajo ha llevado a que «esta provincia sea hoy en día una de las que registra una tasa de criminalidad más baja», gracias a operaciones como esta que, ha dicho, «erradican desde sus primeros momentos a los grupos criminales».

El delegado del Gobierno ha señalado que la operación denominada «Cebreros-Zombie» ha permitido desmantelar un grupo especializado en el robo de maquinaria industrial que también había realizado estafas para apropiarse de maquinaria pesada que después alquilaban a nombre de terceras personas sin llegar a devolverlas a sus legítimos propietarios.

La investigación, puesta en marcha a mediados del año 2015 por los agentes, al conocerse varias denuncias de empresas dedicadas al alquiler de maquinaria de obra, permitió conocer que el grupo utilizaba documentación falsa o sustraída para alquilar maquinaria de obra de gran valor, como generadores industriales, rodillos, excavadoras o compactadoras que, posteriormente, vendía a receptores marroquíes.

El grupo, que iba almacenando poco a poco esta maquinaria, finalmente la trasladaba en pequeños camiones y furgonetas de chatarra hasta Marruecos.

Tras la explotación de la operación se ha logrado intervenir diversa documentación relacionada con los cabecillas y numerosos efectos procedentes de los robos que superan los dos millones de euros.

Entre estos efectos, ha destacado el delegado del Gobierno, se encontraban generadores para riego de gran potencia, grupos electrógenos, rodillos compactadores y de lanza, retroexcavadoras, carretillas elevadoras, motores y hasta equipos topográficos profesionales, valorado cada uno en más de 50.000 euros.

Además, ha ampliado, en uno de los registros que se efectuó en la finca utilizada por el cabecilla del grupo, los investigadores encontraron más de diez kilogramos de marihuana en cogollo preparada para la venta, cuatro kilos de opiáceos (heroína, morfina y codeína) y otros cinco kilos de sustancias de corte para la adulteración de diferentes sustancias estupefacientes, por lo que al jefe del grupo se le imputa un delito contra la salud pública de tráfico de drogas.

El grupo lo componían 20 personas de origen español y magrebí, con edades comprendidas entre los 20 y 49 años, residentes en las provincias de Madrid y Toledo, y a quienes por estos hechos se les imputan 89 hechos delictivos consistentes en delitos de robos con fuerza, de receptación, estafa, usurpación de identidad, falsificación de documentos y pertenencia a grupo criminal.

Los delitos, ha descrito Gregorio, fueron cometidos por toda la geografía española, especialmente en las provincias de Ávila, Segovia, Toledo, Ciudad Real y Madrid.

Los detenidos han pasado a disposición de la autoridad judicial, quien decreto el ingreso en prisión del cabecilla del grupo.