Los peritos contradicen la versión de la defensa de la caída accidental

Afirman que la fuerza del cuerpo en la caída no es suficiente para los daños presentados en el lateral izquierdo del cráneo y en la zona superior de la cara

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Los peritos que han realizado informes antropológicos a la mujer embarazada que presuntamente murió a manos de su pareja en la localidad guadalajareña de Cifuentes han apuntado que las lesiones en el cráneo de la víctima no son fruto de una caída casual, sino de una intensa fuerza o golpe sobre la víctima. Así lo han señalado varios de los peritos que realizaron diferentes informes antropológicos y de tejidos de los restos de la víctima en la tercera vista del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Guadalajara.

En concreto, el informe antropológico determina dos fracturas con numerosos fragmentos; una en el lateral izquierdo del cráneo y otra en la parte facial que afectaba a la zona nasal, maxilar superior y la región de las órbitas.

Sendas lesiones, incompatibles con la vida según los peritos, se produjeron por un intenso golpe en sendas zonas, zona lateral y cabeza y resulta «muy muy improbable» con la hipótesis de la defensa, que señala que se trató de un empujón y caída accidental sobre una cómoda. A preguntas de la defensa, una perito ha señalado que las múltiples lesiones en la parte facial no pudieron realizarse de un manotazo, mientras que «pudieran ser de un puñetazo dependiendo de la fuerza».

Otra perito ha señalado que «no es propio» que de una caída de una persona al suelo puedan producirse esas lesiones, que son propias de caídas por precipitación, cuando se cae de una altura considerable. En cuanto al posible objeto que provocó el golpe, señalan una barra o palo o «algo alargado».

Asimismo, todos los peritos a los que se les ha preguntado han coincidido en señalar que las diversas partes del cuerpo, que apareció descuartizado, fueron seccionadas y los cortes fueron realizados «por una incisión contundente con un borde cortante muy afilado» que bien pudiera ser un hacha o instrumento similar.

Asimismo, dos peritos han señalado que la víctima no era consumidora de drogas tras los informes realizados a los restos.

Tres jornadas de testimonios

Durante su declaración, la madre de C.D.C, de 32 años, madre de tres hijos y embarazada de ocho meses del acusado, ha asegurado que su hija la llamó llorando, le dijo que « no podía nadar contra corriente» y le manifestó su intención de dejar la relación con el acusado J.M.B.V.

Los hechos que se juzgan tuvieron lugar en septiembre de 2013 cuando J.M.B.V, de 39 años, mantuvo una fuerte discusión con su pareja, que culminó con la muerte de la mujer.

El acusado supuestamente trasladó el cadáver a una nave de su propiedad a las afueras de la localidad de Cifuentes, donde descuartizó el cuerpo y lo enterró en cal en diversos puntos de la parcela.

Posteriormente, el acusado desarrolló una estrategia para evitar su inculpación y obstaculizó con distintas versiones la investigación, lo que no llevó a descubrir el paradero de la mujer hasta un mes después de los hechos.

En la causa están personadas dos acusaciones particulares, en nombre de los tres hijos de la fallecida menores de edad y en representación de la madre y hermana de la víctima, respectivamente que solicitan entre 20 y 25 años por el delito de asesinato así como 8 años por el de aborto, además de acusarle de delito de profanación de cadáver y hurto.

El Ministerio Fiscal pide 15 años por homicidio mientras la defensa solicita un máximo de dos años de cárcel al entender que fue homicidio imprudente.

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