La otra epidemia que cambió la historia de la conquista de Canarias

La «modorra» acabó con la vida de cinco mil guanches durante la conquista de la isla de Tenerife por parte de los castellanos en el siglo XV, hecho que los historiadores ven como «condicionante final»

Javier Alonso Gutiérrez

Que el coronavirus no es la única epidemia que han sufrido las Islas Canarias es algo evidente, pero pocos saben cuál fue la primera de ellas. Y es que no pudo ser antes. A finales del siglo XV, en plena conquista de la isla de Tenerife por parte de los castellanos, los guanches padecieron una terrible epidemia con síntomas similares a la gripe, denominada «modorra» , que acabó con el 25% de la población aborigen, hecho que facilitó la toma de la isla.

Con una orografía particular, el conocimiento que tenían los guanches del relieve de la isla equilibró la desventaja armamentística de la batalla -pues se enfrentaban con lanzas con punta de madera y piedras – hasta el punto de lograr vencer a las tropas castellanas en la primera de las batallas de Acentejo, en la primavera de 1494. No obstante, en otoño de ese mismo año la «modorra» empezaría a cebarse con los aborígenes canarios , con una epidemia que se extendió hasta el invierno de 1495 y que hizo mella en los menceyatos de Taoro, Tegueste, Tacoronte y Anaga; todos al norte de la isla.

El historiador José de Viera y Clavijo se refirió a esta epidemia en el siglo XVIII como aquella «de la que murieron tantos guanches», explicando que consistía en « fiebres malignas o agudas pleuresías que terminaban en un sueño venenoso que llamamos modorra». Varios siglos más tarde, hoy sabemos, gracias al director del Museo Arqueológico de Tenerife, Conrado Rodríguez-Maffiotte, que esta patología se presentaba mediante cuadros respiratorios muy agudos en «terreno virgen», aquel territorio cuya población no tiene ningún tipo de defensa al virus o bacteria, algo que, sin vacuna, compara con la indefensión existente hoy en día ante el Covid-19 .

El investigador manifiesta que la epidemia llegó a través de los conquistadores , porque «las crónicas señalan que no enfermó ninguno de ellos y está claro que hubo intercambio entre ellos». Fue precisamente ese intercambio, no solamente entre guanches y castellanos, sino entre los propios aborígenes -pues eran tiempos de guerra- el que, al no haber hacinamiento total, favoreció la propagación de la epidemia acabando con la vida de cinco mil de los veinte mil guanches que vivían en Tenerife.

La mayoría de los historiadores coinciden en que la modorra fue uno de los condicionantes finales de la conquista de la isla -y al ser la última en ser tomada, por ende, también lo es de la conquista de Canarias- por parte de los españoles, que vieron en esta epidemia «un acto milagroso enviado por Dios , que se había puesto de su parte para vencer a los aborígenes».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación