Néstor

Esta semana, en en día como el 7 de febrero de 1887, nació el artista Néstor Martín-Fernández de la Torre. Entre los ecos de las risas surgidas de los niños y compañeros de nuestro protagonista en el patio del histórico Colegio de San Agustín a finales del siglo XIX, los sueños de un cosmopolita comenzaron a nacer atravesando las deterioradas murallas de la ciudad . Fiel a su estilo decorativo y colorido, expandió su imaginación entre las líneas artísticas del modernismo y el simbolismo europeo hasta dejar su sello en la decoración del Teatro Pérez Galdós, antiguo guardián del mar y actual edificación que le da la espalda al inmenso manto azul.

El primer aliento de Néstor Martín-Fernández de la Torre simbolizó, muchos años más tarde, una pieza valiosísima para nuestra herencia cultural de la cual sentirnos orgullosos todos los canarios. H erencia que perdura en la memoria de las tierras insulares de Tenerife con su Casino y de Gran Canaria, donde dejó una huella artística única y neocanaria que sobrepasa las raíces del tiempo . Explorarte a ti mismo a través del arte requiere fortaleza personal para encontrarte entre el caos de las infinitas posibilidades de creación. Por esta razón, aquel niño que caminaba por las calles del Barrio de Vegueta soñando despierto, nos dejó su último aliento en forma de riqueza artística personal e inspiradora para hacernos entender la valía y las inmensas alternativas de creación que salen de nuestro paraíso: las Islas Canarias y sus amplias vías de reconstrucción.

Beatriz Morales Fernández