José Francisco Fernández Belda - Viviendo en San Borondón

I Fórum Marroquí-Español en Dakhla (3)

Todos insistieron en una misma petición casi angustiosa: que se instalara allí un colegio español

José Francisco Fernández Belda
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Tras la maratoniana sesión de apertura de la Primera Edición del Fórum Socio-cultural y Económico Marroquí-Español en Dakhla, a media tarde tuvieron lugar las presentaciones de las ponencias relacionadas con la cultura y la sociedad.

Bajo el epígrafe de las relaciones históricas entre la región de Dahkla Oued Eddahad y las Islas Canarias, moderadas por Fatma Zebir, miembro del Consejo Regional de la zona, se desarrollaron dos interesantísimas conferencias. La primera de ellas corrió a cargo del Dc. Nooreddine Bel Hadad, profesor de Historia de la Universidad Mohamed V de Rabat, en la que explicó las raíces históricas de la presencia del Reino de Marruecos en toda la región del Sahara.

La segunda conferencia fue impartida por el Dr. Francisco Quintana, profesor de Historia de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Hizo un amplio repaso de la presencia española en las tierras africanas atlánticas, desde el inicio de los primeros asentamientos hasta la salida de España del Sahara Occidental. Mención expresa hizo a las relaciones especiales entre Canarias y Villa Cismeros, hoy Dakhla. Explicó muy bien las razones históricas y sociales que unas veces retrasaron la presencia colonial y otras la impulsaron, aunque fuera tardíamente.

Para hablar de la importancia de la lengua española en la cultura de la región, intervinieron el Sr. Miguel Ortíz, presidente del Foro Canario-Saharaui y el Sr. Bachir Edkhil, presidente de la asociación “Montada el barail”. Ambos ponentes hicieron hincapié en que la lengua y cultura española fueron fundamentales a lo largo del siglo XX para marcar la idiosincrasia cultural y el mestizaje entre ambos mundos. La política y la geoestrategia son cosas más propias de gobiernos y de políticos, mientras que el sentimiento de amistad y respeto mutuo de las poblaciones saharauis y canarias es cosa de los pueblos, de la sociedad civil en su conjunto.

Tras el imperdible reabastecimiento gastronómico a base de deliciosas pastas y de uno, o de los tres vasitos que manda la tradición, de un delicioso y refrescante té moruno, los asistentes a las ponencias y el publico local visitaron las casetas de la Feria en las que se exhibían muestras de artesanía local. Muy interesante, comentada y visitada, fue la muestra de bisutería artesanal que expuso la artista tinerfeña Anastasia Díaz Ramón, colección que ella ha desarrollado con el nombre genérico de Eufonía en una explosión de creatividad.

La última parte de las jornadas se dedicó a ruegos y preguntas de los asistentes. Todos los que tomaron el micrófono para intervenir y plantear sus reivindicaciones socio-culturales, más que hacer preguntas, insistieron en una misma petición casi angustiosa: que se instalara en Dakhla un colegio español. No que se enseñara español, sino que se hiciera en español, como sucede el los colegios franceses, ingleses o alemanes en las Islas Canarias. Una madre dijo que ella era además de saharaui, española de nacionalidad y que quería que sus hijos aprendieran en la lengua en que ella estudió de niña y se educaran en los valores que ella aprendió de España.

He de reconocer que me emocionaron esos discursos, viniendo como venían de personas de aquellas tierras, que sentían y amaban a España como no parece que lo hagamos los españoles. Y, cuando pude tomar la palabra, así les expresé mi agradecimiento como español y como canario. Tuve ocasión también de recordarles el protagonismo que ha tenido Canarias en tratar de mantener y difundir el idioma en aquellas tierras y en Mauritania, a través de Radio ECCA, que incluso puso en marcha un curso de español para hablantes del árabe.

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