La Fiscalía investiga a la Heredad de Aguas de Arucas como supuesto responsable del incendio de Gran Canaria

El pasado mes de agosto Gran Canaria vivía uno de los episodios más trágicos que ha vivido en los últimos años. El incendio que asoló gran parte de sus cumbres, calcinando el casi el 10% de la superficie total de la isla , puede que ya tenga un responsable. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha recogido en un atestado que el fuego se originó por el contacto de un cable de 20.000 voltios con un árbol de gran envergadura, quedando señalada como responsable la Heredad de Aguas de Arucas , cuyas dos últimas directivas -la actual y la que tuvo las responsabilidades hasta hace un año- están siendo investigadas por la Fiscalía.

Según las conclusiones a las que ha llegado el Seprona, los presuntos responsables deberán hacer frente a un delito de incendio imprudente no doloso, pues no fue intencionado, sino provocado por el mal mantenimiento de la línea eléctrica que abastece a los pozos de la empresa en el municipio de Valleseco. A partir de este momento, el Ministerio Público deberá abrir una investigación judicial que puede derivar en una querella ante los juzgados competentes.

Los agentes del servicio de la Guardia Civil que investigaron las causas del incendio llegaron a la conclusión, pocos días después de la extinción, que el tendido eléctrico de esta entidad no había recibido el mantenimiento obligado -como la poda de árboles que entran en contacto con los cables- del que ya la empresa eléctrica Endesa, había advertido que debían acometer.

Según el informe que se entregó a la Fiscalía, el fuego fue provocado en un pino de gran envergadura cercano a las instalaciones de la Heredad de Aguas, situado en el barranco de la Virgen. El árbol, cuya copa quedó totalmente calcinada, ardió y el viento de aquel día fue el encargado de propagar el fuego barranco arriba de manera fulminante generando el incendio más grave de España en los últimos seis años.

Las personas que la Fiscalía considere culpables de este incendio deberán afrontar una posible pena de prisión de hasta 10 años , además de, en caso de confirmar la negligencia, una dura sanción económica por poner en riesgo la vida de personas, por responsabilidad civil y por los costes de extinción -que duró más de tres días-, que, de manera oficial, se calculan que son unos 50.000€ la hora .