El derrumbamiento de casas ocurrido en Alcañiz lo provocó un antiguo vertedero

El derrumbamiento de casas ocurrido en Alcañiz (Teruel) en la madrugada del pasado martes lo provocó un viejo vertedero de hace más de cien años. Así lo han determinado los geólogos y técnicos que han inspeccionado la zona para evaluar los daños y planificar las acciones de protección a realizar a partir de ahora.

El corrimiento de tierras se produjo desde el cerro denominado Pui Pinos, junto al que se distribuye una línea de viviendas ante las que a su vez discurre el tramo urbano de la carretera N-232.

En un principio se creyó que había sido el monte el que se había venido abajo. Sin embargo, los geólogos han descubierto que en realidad la zona desprendida era una vieja escombrera que se calcula que fue usada hace más de cien años y que con el paso del tiempo quedó cubierta por la tierra, integrada en el cerro y oculta a simple vista.

Ese corrimiento de tierras ocurrido en la madrugada del martes redujo a escombros tres edificaciones -una casa y dos cocheras-, hundió la mitad de otra casa y provocó daños estructurales graves en dos edificios más. Además, han tenido que ser desalojadas otras viviendas próximas. En total hay 33 personas afectadas, que siguen sin poder volver a sus casas. Algunas de ellas, de hecho, no saben si podrán volver a habitar sus viviendas, en el caso de los edificios más dañados.

El alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Gracia, ha indicado que el hecho de que no fuera el monte propiamente dicho sino una vieja escombrera lo que se vino abajo el pasado martes va a facilitar las tareas de reparación de la zona.

En cuanto a los afectados, se están canalizando ayudas desde diversas instancias. Así, se van a pedir fondos para los damnificados en el Ministerio del Interior, al amparo de las líneas existentes para ayudar a afectados por catástrofes. Además, también se van a solicitar ayudas al Gobierno aragonés y el Ayuntamiento prevé aportar fondos propios para resarcir a los damnificados, para los que también se está barajando pedir ayuda al gobierno comarcal.

Mientras tanto, los 33 vecinos desalojados de sus viviendas continúan acogidos en un hotel de Alcañiz que, aunque estaba cerrado por vacaciones, abrió sus puertas para dar cobijo a los afectados por este derrumbamiento.