Aragón cerró 2017 con una alarmante escasez de lluvias

Aragón despidió 2017 con una alarmante escasez de lluvias , una tónica que se arrastra de forma acusada desde hace meses, fruto de una tendencia de sequía que empezó a observarse hace ya un par de años. Diciembre ha dado fe de la envergadura del problema: en una gran parte de Aragón, ese mes llovió un 80% menos de lo normal, según se desprende de las estadísticas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La provincia de Teruel es la que está saliendo peor parada, seguida de la provincia de Zaragoza y de una significativa porción de la provincia de Huesca. En diciembre, por ejemplo, solo el Pirineo resultó airoso en términos de precipitaciones. De hecho, en las comarcas pireanaicas aragonesas llovió más de lo que suele ser habitual en esta época del año. Pero en el resto de Aragón, la situación fue la contraria.

En Teruel capital las precipitaciones fueron anecdóticas. Llovió un 79% menos de lo normal para un mes de diciembre. De forma prácticamente idéntica se comportó toda la mitad este de la provincia turolense. En el resto de la provincia de Teruel y en la de Zaragoza, las lluvias fueron en torno a un 65% inferiores a la media habitual del último mes del año.

En zonas como Valderrobres, Calanda o Mosqueruela, se han llegado a dar datos todavía más extremos: solo ha llovido el 7% de lo que suele ser habitual en un mes de diciembre.

En cómputo global, el agregado arroja una cifra contundente: el mes pasado llovió la mitad de lo normal. Un suma y sigue para una sequía que es severa desde hace ya muchos meses.