Afrontar el párkinson subido a una bicicleta

Ligeros de equipaje pero cargando con el peso de la enfermedad encontramos a Ana, de 52 años, con párkinson desde hace seis años; a Carlos, de 61 años diagnosticado hace catorce años y al resto de miembros de un equipo de ciclistas para los que subirse a una bici requiere un esfuerzo pero con cada pedaleo obtienen la recompensa: "Cuando pedaleas viene muy bien para el equilibrio", cuenta Ana mientras Carlos cómo el ciclismo le ha mantenido "en perfecto estado". El párkinson les impide que su rutina vaya sobre ruedas: "Estadios de on, de off de la medicación y puedes estar muy bien y estar muy mal", pero el deporte les ayuda a sobrellevarla. Con el ejercicio consiguen retrasar el deterioro físico y para que se tome conciencia afrontan siete etapas de Valencia al Congreso Mundial del Párkinson de Barcelona. Ya recorren los primeros ochenta y ocho kilómetros para sacarle ventaja a la enfermedad.