Zapatero rechaza el referéndum que sugirió Iceta

Viejas glorias del PSOE respaldaron ayer a Duran i Lleida en la presentación de su libro

El exdiputado y exportavoz en el Congreso de la antigua CiU Josep Antoni Duran i Lleida (i), saluda al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero EFE

Gregoria Caro

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Después de las polémicas declaraciones que el líder del PSC, Miquel Iceta , vertió la semana pasada defendiendo la posibilidad de una consulta para llevar a cabo la autodeterminación en Cataluña el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero aseveró ayer a todas luces que no comparte la idea de un referéndum para «decidir si ser español o no» porque, a su juicio, es «divisorio».

Hace unos días el líder del PSC angustió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , que intentaba avanzar en la carrera electoral hacia el 28 de abril pasando de puntillas por la crisis catalana, sin nombrar siquiera a la comunidad en su documento programático. Pero Iceta lo cambio todo al expresar, sin embargo, que «si una mayoría muy amplia del 65 por ciento de los ciudadanos (de Cataluña) quiere la independencia la democracia tendrá que encontrar o habilitar mecanismos para abordar eso». Una ambigüedad que siempre ha sobrevolado sobre el socialismo catalán y que Sánchez intentaba a toda costa que no le salpicara en estas elecciones.

Ayer fue Zapatero quien, preguntado por las palabras del líder del PSC, durante la presentación del último libro de Josep Antoni Duran i Lleida (1952, Huesca), expresidente de Unió Democràtica de Catalunya, rechazó la consulta que exigen las formaciones secesionistas y que sugirió Iceta. El expresidente eso sí quiso echarle un capote al dirigente catalán: «Yo creo que Iceta también lo piensa».

«Viaje a ninguna parte»

Zapatero sin embargo pidió «no demonizar» a las formaciones independentistas aunque considere que «hayan protagonizado un viaje a ninguna parte». Según explicó, a la entrada de la presentación del libro de Duran i Lleida, en el Congreso de los Diputados, la solución para el conflicto soberanista pasa por tender la mano para que «reflexionen» y «rectifiquen» sus posiciones actuales.

Esta apuesta por el diálogo con el independentismo es la misma que se arroga Sánchez y la que una vez más ha vuelto a poner de manifiesto las diferencias entre el PSOE y el PSC sobre qué vías utilizar y cómo gestionar la crisis territorial. Una posición nada cómoda para el presidente del Gobierno y por la que Iceta tuvo que desdecirse hace unos días, en un mitin en Tarragona. Aunque no se disculpó directamente, sí que sugirió que sus manifestaciones fueron desafortunadas.

Durante su intervención en la presentación de su libro, titulado «El riesgo de la verdad» (Planeta), también Duran i Lleida secundó estas frases del socialista y recordó la profunda zozobra y rechazo que le produce el soberanismo catalán . «Yo soy un fan de la Transición», expresó el político, que ha recogido en sus memorias los acontecimientos más importantes de la política española, y que él mismo vivió, desde que se elaboró la Constitución hasta la actualidad.

«El independentismo es un fracaso colectivo», expresó el autor, que pidió a los asistentes al acto una reflexión sobre en qué se ha contribuido para que el conflicto soberanista alcance el tamaño que ha logrado. «El derecho a la autodeterminación no es que simplemente no lo permite la legislación española, es que no lo permite ni la europa ni la de las Naciones Unidas», aseguró. Escucharon atentamente ayer al político catalán veteranos socialistas como el expresidente del Gobierno Felipe González, el expresidente de la Cámara Baja José Bono y el exministro y antiguo Alto Representante de Política Exterior europeo, Javier Solana.

La encargada de presentar el libro fue la presidenta del Congreso, Ana Pastor , que, después de dirigir unas cariñosas palabras hacia el expresidente de Unió Democràtica de Catalunya, lamentó que «el independentismo es una enorme obra de ingenieria de la confusión que ha llevado a la sociedad catalana y española a una división y fractura que nunca debimos de alcanzar». Y añadió Pastor, al igual que defendieron Duran i Lleida y Zapatero, diálogo, sí, pero siempre dentro de los márgenes de la ley.

Precisamente la actitud crítica de Duran i Lleida con el independentismo se reflejó ayer en la anécdota de que ningún dirigente ni de ERC ni del PDCat acudieron a la presentación de su obra, a pesar de que, por ejemplo, el portavoz republicano Joan Tardà compartió legislatura con él. «Lo que está pasando en Cataluña es grave para España y para Europa» , denunció Duran i Lleida. «Quiero votar a un partido que dentro de 15 años no defienda el independentismo», continuó. Y aplaudió Zapatero y aplaudió González.

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