Iñaki Urdangarín , en dos momentos de su declaración ante el tribunal
Iñaki Urdangarín , en dos momentos de su declaración ante el tribunal - EFE

Los testigos han debilitado esta semana la estrategia de defensa de Torres y Urdangarín

La declaración clave hasta ahora ha sido la del antiguo asesor financiero, Luis Tejeiro, ya que la comparecencia del asesor fiscal Miguel Tejeiro se ha visto afectada por una controversia de tipo legal

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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El juicio del caso Nóos entró el pasado martes en su quinta semana. Las nuevas sesiones han supuesto un punto de inflexión en el desarrollo de esta causa, pues una vez que declararon ya los 17 acusados, han empezado ahora las comparecencias de los testigos, que se prolongarán hasta finales de mayo. En principio, está previsto que declaren 380 personas en total.

Hasta ahora, el testimonio más demoledor contra Diego Torres e Iñaki Urdangarín había sido el de otro acusado, el antiguo contable Marco Antonio Tejeiro. En su comparecencia, había afirmado ante el tribunal que el entramado de empresas creado por ambos exsocios presentaba facturas falsas al Instituto Nóos para repartirse luego los beneficios al 50 por cien.

Asimismo, había confirmado que había contrataciones ficticias.

La línea de defensa adoptada por Torres y por Urdangarín a partir de entonces fue la de señalar que la Casa del Rey supervisaba todas sus actuaciones, al mismo tiempo que responsabilizaron a Marco Antonio Tejeiro y al antiguo asesor fiscal, Miguel Tejeiro, de las posibles irregularidades contables o fiscales que se pudieran haber cometido. Ambas argumentaciones tenían por objeto intentar demostrar que los antiguos responsables de Nóos habían actuado siempre de buena fe. Además, los dos hicieron hincapié en que los principales eventos por los que fue contratado Nóos, tanto el Valencia Summit como el Illes Balears Fórum, se habían realizado efectivamente.

La Infanta y la mujer de Torres, al margen

En lo único que hasta el momento han coincidido todas las partes ha sido en dejar al margen a la Infanta y a la esposa de Torres, Ana María Tejeiro, de la toma de decisiones o de la gestión en las empresas en las que tuvieron algún tipo de participación.

La estrategia de Torres y de Urdangarín, que durante algunos días pudo parecer más o menos sólida, se ha ido desmoronando poco a poco esta semana. En la jornada del martes, varios testigos reiteraron que el expresidente autonómico Jaume Matas habría sido quien impulsó personalmente los distintos proyectos presentados por el Instituto Nóos y por Nóos Consultoría Estratégica al Gobierno balear. En concreto, la promoción del equipo ciclista Banesto, la creación de la oficina del proyecto de dicho equipo o la organización de las dos ediciones del Illes Balears Fórum. Lo que perjudicó a Torres y a Urdangarín no fueron esas constataciones, sino el hecho de que algunos testigos apuntaron también hacia la existencia de supuestas irregularidades administrativas en la puesta en marcha de dichos proyectos.

El peor día para los dos principales acusados

Aun así, el peor día para los dos principales acusados en esta causa fue el miércoles, cuando declaró el antiguo asesor financiero Luis Tejeiro. Durante su comparecencia, este testigo desmontó los argumentos esgrimidos hasta ahora por Torres y por Urdangarín para su defensa. Tejeiro confirmó que todas las decisiones relevantes en el entramado de Nóos las tomaban los dos exsocios y que las empresas del grupo tenían trabajadores ficticios. Asimismo, señaló que nunca pasó a la Casa del Rey información de carácter contable o fiscal para su supervisión. Igualmente, dijo que Doña Cristina nunca le dio ninguna instrucción en relación a Aizoon.

Si el miércoles no había sido un buen día, el jueves no se vislumbraba mucho mejor, ya que estaba prevista la esperada declaración de otro testigo clave, el antiguo asesor fiscal Miguel Tejeiro. En el inicio de su comparecencia, había ratificado que había contrataciones ficticias en Nóos, que la Casa del Rey no supervisaba las actividades del grupo de empresas y que ambos exsocios le pidieron la creación de una sociedad en el extranjero para sacar dinero del país.

Polémica procesal por un testigo clave

Todo parecía seguir el guión ya previsto, hasta que el letrado de Torres, Manuel González Peeters, adujo entonces que el testigo estaba revelando secretos profesionales, algo que la ley no le permitiría hacer por su condición de abogado. Tejeiro señaló en ese momento que nunca había ejercido como abogado, sino sólo como asesor fiscal. Pero esa controversia legal inesperada tuvo que ser resuelta por la presidenta del tribunal, Samantha Romero, quien le indicó a Tejeiro que a partir de entonces podría responder sobre algunas cuestiones y sobre otras no, para no vulnerar la ley.

A partir de ese momento, la declaración de Miguel Tejeiro fue perdiendo fuelle y ayer viernes ni siquiera siguió declarando. Además, hubo un duro cruce de reproches entre las acusaciones y las defensas, pues el fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, dijo que el letrado de Torres pretendía «coaccionar» al testigo «en base a un fraude procesal». En su turno de réplica, González Peeters calificó de «proclama vacua» la queja expresada por el Ministerio Público.

En cualquier caso, la próxima semana, cuando prosiga el juicio, es seguro que Miguel Tejeiro se mostrará extremadamente prudente en todas sus afirmaciones, algo que beneficiará sin duda a Torres y Urdangarín. Pero esa circunstancia puede suponer más bien sólo una tregua momentánea que no un giro relevante en el curso que había seguido hasta ahora esta causa judicial.

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