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Albert Rivera comparece, este jueves, tras despachar con el Rey - AFP

Rivera propone una abstención masiva para evitar ir a elecciones

Plantea también al Monarca una gran coalición a tres bandas: PP, PSOE y Ciudadanos

Madrid Actualizado: Guardar
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Frente al inmovilismo y el «no» a Rajoy que la mayoría de los líderes políticos han manifestado a Don Felipe durante la ronda de consultas, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, intentó convertirse ayer en el balón de oxígeno que necesita la asfixiada situación política española. No logró que los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, y el PSOE, Pedro Sánchez, secundaran ninguno de sus planes, pero puso sobre la mesa del Monarca las dos únicas vías que, a su juicio, pueden evitar que el país se precipite hacia unas terceras elecciones.

A la que él mismo reconoció las mayores posibilidades de salir adelante es a una abstención masiva acordada por los partidos de la oposición. El Gobierno popular saldría adelante en minoría y tendría enfrente «una oposición responsable y constructiva», estando obligado a negociar sus apoyos ley a ley.

Una fórmula que tan solo busca que «el país se ponga en marcha» y que no es otra que la idea que lanzó el pasado martes la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas. Pero aunque Rivera concedió posibilidades a este plan, hasta ahora tan solo él y Oramas apoyan esta opción.

Su segunda solución, y su opción preferida, pasa por un acuerdo de Gobierno a tres bandas entre PP, PSOE y Ciudadanos con un «presidente de consenso». Sería un Ejecutivo «fuerte, que luche contra la corrupción, con las manos limpias y libres». Y su primera tarea sería poner en marcha «una reforma constitucional que actualice nuestro sistema ante los desafíos que afronta el país»: la amenaza de secesión catalana, el terrorismo internacional y el equilibrio de las finanzas públicas.

Rivera no quiso desvelar la mayor incógnita de este solución, el nombre de ese presidente de consenso, pero sí dejó claro que no podría ser Rajoy admitiendo por tanto las escasas probabilidades de que este esta opción salga adelante. A pesar de su escaso éxito, al menos por ahora, no dudó en poner en valor sus propuestas: «no le hemos ido al Rey con problemas sino con soluciones».

El presidente de Ciudadanos quiso dejar claro que si ninguna de estas dos opciones llega a buen puerto, el país estará abocado a unas nuevas elecciones. Y puso sobre la espalda de PP y PSOE toda la responsabilidad de evitar unos nuevos comicios. «No siempre uno puede hacer lo que uno quiere, sino lo que debe», ha considerado antes de admitir que aunque de sus propuestas no vaya a emanar «un Gobierno deseable, este país necesita un Gobierno.

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