Alicia Sánchez Camacho y María Dolores de Cospedal, en un acto en Badalona en 2014
Alicia Sánchez Camacho y María Dolores de Cospedal, en un acto en Badalona en 2014 - TAREK

El día que el PSOE y C's rechazaron una «gran coalición» contra el secesionismo

En la antesala de la consulta ilegal del 9 de noviembre de 2014, Cospedal tendió la mano a las demás fuerzas políticas consitucionalistas

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Verano de 2014. El desafío secesionista de Artur Mas ya estaba en marcha. En el horizonte, el 9 de noviembre, iba a tener lugar la consulta ilegal por la independencia, un remedo de referendum sin censo electoral en el que el resultado no fue ni de lejos el que esperaban los independentistas. Con aquel evento a la vuelta de la esquina, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, descontó que pronto se celebrarían elecciones anticipadas autonómicas en Cataluña, que serían planteadas como un plebiscito.

Por ello, Cospedal tendió la mano el 5 de septiembre al resto de grupos políticos constitucionalistas, a los que propuso formar una «gran coalición» contra el independentismo. «Por encima de intereses partidistas». Una invitación que fue apoyada de inmediato por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien expresó que «defender la unidad nacional es una obligación de aquellos que tenemos planteamientos similares».

Los demás no pensaron igual.

En aquel momento, el PSOE rechazó unir sus fuerzas con el PP. Patxi López aseguró que la formación socialista no estaba por «armar frentes», un mensaje que compartió Miquel Iceta, el lider del PSC, quien se mostró contrario a «polarizar» la sociedad dividiéndola en bloques. Solo UPyD aceptó abordar «formas de cooperación» ante el desafío planteado por Artur Mas.

El lider de Ciudadanos, Albert Rivera, tampoco aceptó. Aseguró aquel día que no contemplaba una lista única en unas elecciones con los partidos de «Bácenas y los EREs». Lo veía imposible. El portavoz de Unio, Josep Antoni Duran i Lleida, concluyó que el Partido Popular no había entendido nada. Nadie recogió el guante.

Cospedal, en aquella propuesta, lanzó un mensaje claro: «Por encima de la ideología, lo primero es defender a Cataluña». «Un país no consiste en ser todos iguales, que es lo que quiere el independentismo catalán: quien no piense igual es enemigo de Cataluña. Eso es el totalitarismo, la dictadura encubierta».

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