Xelo Huertas, expresidenta del Parlamento balear
Xelo Huertas, expresidenta del Parlamento balear - EFE

La presidenta del Parlamento balear contrató a un detective porque temía estar siendo espiada

La Mesa de la Cámara no ha abonado de momento los 2.299 euros de la factura presentada por el investigador privado, quien concluyó que no había micrófonos ni en el despacho ni en el coche de Huertas

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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La ya expresidenta del Parlamento balear, Xelo Huertas, contrató a un detective privado de Palma cuando aún estaba ocupando el cargo, porque temía que tal vez podría estar siendo espiada por sus entonces compañeros de Podemos. Huertas sospechaba que podrían haber sido instalados micrófonos en su despacho oficial o en su coche privado. Según adelanta este sábado «Diario de Mallorca», el detective realizó el trabajo encomendado el pasado 5 de diciembre, concluyendo que tal espionaje no se había producido.

El investigador privado inspeccionó primero el despacho de Huertas y otros dos adyacentes, mediante una búsqueda visual y un barrido electrónico, sin hallar ningún elemento de espionaje. Posteriormente, llevó a cabo su labor en el vehículo privado de Huertas, sin encontrar tampoco ningún aparato de seguimiento o escucha en su interior.

Fue la primera vez en que una persona ejecutó un trabajo de estas características para un cargo de la Cámara autonómica.

El citado detective realizó su labor en una única jornada. Poco después, presentó la factura a Huertas. El importe total ascendía a 2.299 euros, impuestos incluidos, por el concepto de «investigación tecnológica». Huertas ordenó entonces que se hiciera cargo del pago la propia institución. Sin embargo, de momento la Mesa de la Cámara ha decidido congelar el abono de dicha factura, para analizar más a fondo las circunstancias de esta contratación.

Cabe recordar, en este contexto, que la Mesa celebró el pasado miércoles una reunión extraordinaria en la que aprobó la destitución de Huertas como presidenta del hemiciclo. La decisión fue adoptada después de que sus integrantes hubieran leído un informe de los letrados de la Cámara en el que se señalaba que de no procederse al cese inmediato de Huertas, se podría incurrir en un delito de prevaricación.

Los letrados fundamentaban su posición en el artículo 39 c del reglamento de la institución, que señala que uno de los motivos para el abandono de la Mesa por parte de un diputado o una diputada es «dejar de pertenecer a su grupo parlamentario». En ese sentido, tanto Huertas como la diputada autonómica Montserrat Seijas habían sido expulsadas de su hasta entonces grupo parlamentario el pasado 9 de enero, al entender Podemos que ambas habrían incumplido el código ético del partido.

El detonante de la crisis institucional vivida en estos últimos meses, que desde esta semana parece apuntar a su fin, cabe situarlo en noviembre del pasado año. En aquella fecha, Huertas y Seijas fueron suspendidas cauterlamente de militancia por haber amagado, en un chat interno, con no apoyar los Presupuestos de la Comunidad de 2017 si no se renovaba un convenio que el laboratorio científico del dirigente de Podemos Daniel Bachiller tenía suscrito desde hacía una década con el Gobierno balear. La Comisión de Garantías regional fue la que informó del caso al órgano equivalente estatal.

El proceso disciplinario culminó recientemente con la expulsión definitiva de Huertas y de Seijas de la formación morada y también del Grupo Parlamentario, a pesar de que finalmente las dos votaron a favor de los Presupuestos, al igual que sus ya excompañeros de partido. Ambas diputadas han venido reiterando que su expulsión obedecería únicamente al hecho de haber cuestionado diversas actuaciones de la cúpula regional, acusación que ha sido negada por los actuales dirigentes.

Una vez que Huertas ha sido ya destituida, Podemos prevé presentar en breve de manera oficial un nombre para sustituirla, que en principio debería contar con el beneplácito de sus dos socios en el actual tripartito balear, el PSOE y la coalición econacionalista MÉS. De momento, ocupará el cargo en funciones el hasta ahora vicepresidente primero de la Cámara y diputado socialista, Vicenç Thomàs.

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