José Manuel García-Margallo y Mauricio Macri, en Buenos Aires
José Manuel García-Margallo y Mauricio Macri, en Buenos Aires - EFE

Margallo asegura, tras reunirse con Macri, que las relaciones con Argentina serán «espectaculares»

El ministro de Exteriores a las empresas españolas un voto de confianza en el nuevo Ejecutivo

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El Gobierno español se muestra convencido de que todo va a cambiar en las relaciones con Argentina, tras el triunfo de Mauricio Macri y la salida del poder de Cristina Fernández de Kirchner. Es la idea que sacó el ministro de Asuntos Exteriores, tras reunirse esta tarde en Buenos Aires con el nuevo presidente electo argentino, en lo que ha sido el primer encuentro de Macri con un dirigente de un Gobierno extranjero desde que venció a Daniel Scioli en las elecciones del pasado día 23.

García-Margallo está convencido de que Macri lo va a hacer «muy bien», que tiene «un magnífico equipo, muy profesional» y que su política favorecerá un gran cambio en las relaciones exteriores de Argentina.

«Si algo le diferenciará del anterior Gobierno es que dará más importancia a Europa y a Estados Unidos que a Latinoamérica», indicó el ministro quien reconoció que la victoria de Macri, que apuesta por una economía ms liberalizada, será «un punto de inflexión» en cuanto a la preponderancia de los Gobiernos populistas en la región y que no descarta que haya en el futuro otros puntos de inflexión.

Todo ello le lleva a pensar que las relaciones con España van a pasar a ser «espectaculares», entre otras razones, porque las que mantiene Mariano Rajoy y Macri son «entrañables». El presidente del Gobierno, que, hace más de dos años, recibió a Macri en Madrid, sin ningún tipo de publicidad, se apresuró a enviarle un telegrama y llamarle por teléfono en cuanto conoció su victoria, y aprovechó para invitarle a viajar a España, algo que podría producirse en el primer trimestre del año.

García-Margallo es el primer ministro de Exteriores español que viaja a Argentina desde 2007, lo que pone de relieve las difíciles relaciones políticas mantenidas con ese país, especialmente desde la expropiación de Repsol-YPF en abril de 2012. Pese a ello, y a las trabas impuestas por el Gobierno de los Kirchner, los intercambios económicos han seguido siendo fuertes y las inversiones españoles han alcanzado los 13.000 millones de dólares, situándose en el segundo puesto después de Estados Unidos.

Aún así, España espera que la llegada de Macri permita corregir bastantes de esas trabas que alejan a los inversores, como los diferentes tipos de cambios, la necesidad de una declaración jurada de importaciones, el llamado «cepo cambiario», que dificulta la repatriación de dividendos por las empresas extranjeras, o la regulación de las tarifas de servicios públicos, que impide subir las mismas y que afectan a muchas empresas españolas, como Telefónica, Abertis o Gas Natural.

De todo ellos habló el ministro, acompañado de una veintena de empresarios españoles, con dos de los pesos fuertes del Gobierno de Macri: Alfonso Prat Gay, futuro ministro de Hacienda; y Francisco Cabrera, que será el siguiente ministro de Producción e Industria, así como con el asesor de Relaciones Internacionales, Flavio Pompeo.

Después de hablar con Macri y con su jefe de Gabinete, Marcos Peña, el titular de Exteriores se mostró convencido ante los periodistas de que habrá, a partir de ahora, un «salto cualitativo» y se establecerá una relación «abierta, sincera y transparente». García-Margallo aprovechó para pedir a los empresarios españoles que den un voto de confianza al nuevo Gobierno argentino ante las dificultades que tendrá que afrontar.

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