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Don Felipe justo antes de su audiencia con Patxi López AFP

El Rey inicia la ronda de consultas más complicada de la democracia

Los partidos tratarán de buscar apoyos mientras Don Felipe celebra los encuentros

Madrid Actualizado: Guardar
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El Rey abrirá esta mañana la ronda de consultas más complicada de la democracia para proponer a un candidato a presidente del Gobierno, después de unas elecciones generales en las que ninguno de los líderes políticos ha obtenido suficientes apoyos para ser investido.

Después de consultar esta semana a los quince partidos –a todos, menos ERC, que se ha autoexcluido–, por orden de menor a mayor representación, Don Felipe deberá tomar nota como un notario de las posturas de cada uno y proponer un candidato al presidente del Congreso, Patxi López. Éste publicará la propuesta del Rey en el Boletín Oficial de las Cortes Generales y convocará el pleno de investidura.

Por primera vez, Zarzuela ha alejado a la prensa de la ronda de consultas.

Esta vez, los periodistas no podrán ver el saludo del Rey a los representantes de los partidos, de los que únicamente se transmitirán imágenes a través de TVE y la agencia Efe. Tampoco habrá declaraciones de los políticos a la salida de La Zarzuela.

La Constitución establece en su artículo 99 que corresponde al Rey proponer al candidato a presidente del Gobierno, previa consulta con los partidos políticos, pero no marca ningún plazo para hacerlo. Se sobreentiende que debe hacerlo con cierta celeridad para dotar a la nación de un gobierno lo antes posible, y también con la mayor neutralidad posible. Tampoco el presidente del Congreso tiene un plazo para convocar el pleno de investidura con la propuesta regia. Sin embargo, en estas circunstancias el manejo de los tiempos puede ser muy relevante para que una propuesta prospere o no, ya que mientras el Rey recibe a los representantes de los partidos, éstos tratarán de negociar y buscar apoyos suficientes para que sus candidatos puedan ser investidos.

Se presupone que Don Felipe propondrá en primer lugar al candidato del partido que ha obtenido más votos en las elecciones, Mariano Rajoy, como ha apuntado el PSOE. Pero si el líder del PP no obtiene mayoría absoluta en la primera votación ni mayoría simple en la que se celebraría 48 horas después –como todo parece indicar en estos momentos–, se abrirá un periodo sin precedentes en la historia de la democracia.

Por primera vez, habrá que aplicar el artículo 99.4 de la Constitución, según el cual «si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista». Es decir, el Rey tendría que volver a proponer un candidato y, a partir de este momento, su margen de discrecionalidad sería mayor.

Don Felipe podría proponer al segundo candidato que obtuvo más votos en las elecciones, que sería Pedro Sánchez, y continuar con los demás, por orden de mayor o menor, pero las probabilidades de desatascar la situación por este procedimiento rotatorio serían nulas.

Cambios de posturas

La otra posibilidad sería que los partidos modificaran sus posturas tras alcanzar acuerdos entre ellos, después de escuchar los programas que los candidatos expusieron en las fallidas sesiones de investidura. Si se producen estos cambios de postura, se los deberán comunicar al Rey en sucesivas rondas de consultas y, al variar los apoyos, Don Felipe podría volver a proponer a Rajoy, a Sánchez o al candidato con más probabilidades.

Mientras tanto, seguiría avanzando el plazo de dos meses, establecido por la Constitución a partir de la primera votación de investidura, para disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones. Este plazo supone un elemento de presión para algunos partidos, como el PSOE, al que los sondeos le auguran una pérdida de votos si se celebran nuevos comicios.