Forcadell y Bassa salen de prisión y Forn trabajará para Roures
Los presos del «procés» siguen valiéndose del 100.2 para sus permisos
La vía del 100.2 sigue dando sus frutos. Este artículo del Reglamento Penitenciario que entre la población reclusa en Cataluña disfruta menos del 10% de los internos permitió ayer que Carme Forcadell , expresidenta del Parlamento catalán y uno de los nueve condenados por el Tribunal Supremo dentro de la causa del 1-O que están en prisión, saliese ayer en su primer permiso concedido para realizar trabajo de voluntariado y cuidar a su madre anciana . En concreto, la junta de tratamiento de la prisión de Mas d'Enric (Tarragona) acordó permitir a Forcadell salir de la cárcel tres días entre semana nueve horas diarias, incluido el desplazamiento de ida y vuelta al centro penitenciario. A las pocas horas, salía del centro de Puig de les Basses (Gerona) la exconsejera de Trabajo Dolors Bassa , quien podrá dejar la prisión tres días a la semana, durante ocho horas, para cuidar de un familiar mayor. La UGT catalana tiene previsto pedir al Gobierno el indulto para Bassa, que fue dirigente de este sindicato en Gerona.
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El líder de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart , fue el primero de los presos del «procés» en poder salir de la cárcel la semana pasada por la vía del 100.2, en su caso en un permiso que le permite estar fuera del centro un máximo de nueve horas y media cinco días a la semana. Por las mañanas Cuixart acude a trabajar a su empresa y por la tarde realiza labores de voluntariado.
Medida «excepcional»
Además de a Cuixart, la cárcel de Lledoners (Barcelona) ya ha aceptado aplicar el 100.2 al líder de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez —que podrá salir tres días a la semana— y al exconsejero de Interior, Joaquim Forn . La prontitud con la que las juntas de tratamiento de las distintas cárceles están concediendo los permisos a los presos del 1-O contrasta con las dificultades y trabas que abogados con muchos años de experiencia se encuentran para conseguir para sus clientes la vía del 100.2. De hecho, únicamente a 405 presos de los alrededor de 6.000 internos de las cárceles catalanas que tienen derecho al mismo se les aplica este artículo , tal y como explicó ABC a partir de datos de la Consejería de Justicia de la Generalitat a fecha de 13 de febrero. De igual manera, la solicitud de este permiso es normalmente rechazada cuando el pretexto es cuidar a un familiar, tal y como han hecho Bassa, condenada a doce años de prisión, y Forcadell, once años y seis meses, por un delito de sedición.
En este sentido, tal y como recoge el Reglamento Penitenciario, el artículo 100.2 es una «medida excepcional» , una consideración que quiso recordar la Fiscalía en su recurso contra la concesión del permiso a Cuixart. El Ministerio Público, que ya había recurrido sin éxito un permiso ordinario de 72 horas concedido al líder de Ómnium, pidió a la juez de vigilancia penitenciaria que revocase las salidas diarias vía 100.2 con el argumento de que Cuixart «no asume el carácter delictivo de los hechos que fueron objeto de condena».
Para la Fiscalía, solo cuando se admite la responsabilidad del delito cometido es cuando el peligro de recaída «se aleja de manera rotunda». No es el caso, se entiende, de quien popularizó el lema «ho tornarem a fer» (lo volve- remos a hacer).
Fuentes de la Fiscalía apuntan que en breve también presentarán recurso contra las concesiones a los otros cuatro reclusos a los que sus cárceles también han concedido el 100.2, y a los que seguirán los otros cuatro presos que completan el grupo de nueve encarcelados (de un total de doce condenados), del juicio del 1-O: Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Turull.
«Cumplir horarios»
Por otra parte, ayer se supo que el exconsejero de Interior Forn se incorporará al equipo de la empresa Mediapro, de Jaume Roures, como especialista en asuntos legales . Así lo explicó ayer el presidente de la compañía audiovisual alineada con el proceso soberanista, que detalló que el preso condenado por el Supremo se encargará de los temas relacionados con las regulaciones europeas.
«Vendrá a encargarse del departamento legal en una materia en la que estamos inmersos en la que no tenemos especialistas. Tiene libertad durante 12,5 horas al día de lunes a viernes, podrá salir a hacer reuniones o lo que haga falta, no tengo ni idea de las vigilancias y no nos piden nada a nosotros más allá de que trabaje y cumpla sus horarios», apuntó el empresario en Catalunya Ràdio.
