El asesino de Laura Luelmo acusa ahora del crimen a una exnovia

Contó a un funcionario de la cárcel de Sevilla que la mató una expresa con un martillo y pide cambiar su declaración

Bernardo Montoya, supuesto asesino de Laura Luelmo EFE | Vídeo: Así explicó la Guardia Civil la versión de Montoya ATLAS

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Bernardo Montoya , el presunto asesino de Laura Luelmo , la profesora zamorana a la que quitó la vida el pasado diciembre en El Campillo (Huelva), ha vuelto a cambiar su versión de cómo sucedieron los hechos. Asegura que a la chica la mató una exnovia suya llamada Josefa, una exreclusa a la que conoció cuando estuvo internado en la cárcel de El Puerto de Santa María (Cádiz). Una mentira más que ha adornado con un relato construido para sostenerla, según fuentes jurídicas.

El individuo que confesó en un primer momento haber intentado agredir sexualmente a Laura , sin lograrlo, y dijo que la había abandonado con vida en el paraje en el que fue encontrado el cadáver está ingresado en un módulo de aislamiento de la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla). Allí fue trasladado desde la cárcel de Huelva para preservar su seguridad.

Hace algunas semanas llamó a un funcionario de esa prisión y le dijo que le iba a contar la verdad. Le relató que Josefa, una supuesta exnovia, acabó con la vida de Laura por celos porque la tarde del crimen estaba en su casa, donde llevaba poco más de un mes tras cumplir condena.

Montoya puso por escrito un largo relato, según ha avanzado el programa Espejo Público, que ha sido enviado junto con la declaración del funcionario de prisiones al Juzgado de Valverde del Camino que instruye los hechos. En los próximos días previsiblemente será llamado a declarar por la magistrada , igual que la mujer a la que acusa.

Cuando Montoya era ya sospechoso de tener relación con la desaparición de Laura (dos días después) acudió a la cárcel de Huelva a visitar a su actual pareja, una presa interna en ese centro penitenciario.

«Por respeto a mi familia no voy a quedar como un asesino y violador de una chica con la edad de mi hija», explica en ese escrito. «Decidí autoinculparme para librar a mi exnovia de la cárcel. Yo ya estoy acostumbrado a esta vida. Pero no me voy a comer el marrón de Josefa», continúa. «Llevaba tres años sin saber nada de Josefa pero se presentó en mi casa y le invité a pasar. Luego salí a preparar un brasero de leña (...) y vi salir a una chica joven y preciosa. Me preguntó por un supermercado y le di las indicaciones».

Su inverosímil relato, encaminado a autoexculparse, continúa diciendo que encontró a la profesora y a su exnovia discutiendo en el salón y Josefa le dio un golpe en la cara con el palo de una escoba . Dice que la maniató y la llevó al dormitorio. Allí Josefa, según esa versión, la mató con un martillo . La transportaron en el maletero de su coche.

Fuentes jurídicas consultadas por ABC ven en esta nueva versión además de una venganza hacia la persona a la que señala, una forma de ganarse el favor de su propia familia. Su padre y sus hermanas le dieron la espalda tras conocerse la brutalidad de su crimen, pero ahora, según ha podido saber ABC, estarían dispuestos a pagar al nuevo abogado (no de oficio) que le va a representar.

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