Pincho de tortilla y caña
Dos almas
«Sorpresa: Sánchez no ha hecho un Gobierno para pagar favores a los sherpas que le han conducido a Moncloa, sino para liquidar las leyendas negras que lastraban sus alas en las encuestas»
Sorpresa: Sánchez no ha hecho un Gobierno para pagar favores a los sherpas que le han conducido a Moncloa , sino para liquidar las leyendas negras que lastraban sus alas en las encuestas. Lo primero que ha querido dejar claro es que ni está entregado al independentismo catalán ni al populismo podemita. Borrell y Calviño lo acreditan. El segundo mensaje es que no es un chisgarabís sin capacidad de convocatoria condenado a rodearse de amigos o lacayos. Ahí están Duque y Grande-Marlaska para demostrarlo. Al parecer, la estrategia funciona. Mañana publicará ABC una encuesta de GAD 3 que sitúa al PSOE como primera fuerza.
Me da la nariz que el dato demoscópico proyecta un espejismo. Ya veremos qué pasa cuando baje la espuma del champán. Pero, entretanto, tan estúpido sería creérselo como despreciarlo. Lo cierto es que da varias pistas. La más destacada, que Iglesias ha cometido el gran error de su vida al ayudar a Sánchez en el asalto a la fortaleza del poder. Ahora que la tormenta de la crisis ha comenzado a escampar y que un discurso a la desesperada carece de sentido, Podemos ha puesto en manos del PSOE el tesoro de la utilidad del voto de la izquierda . ¿Qué puede vender el hacendado de La Navata a partir de ahora?
Tras responderse que poco o nada, un millón y medio de votantes podemitas han decidido cambiar de apuesta y regresan en estampida a la casa del padre. Sánchez, para ayudarles a ratificar el acierto de su decisión, se dispone a promover medidas inmediatas de claro impacto social . El triunvirato que encarna las esencias ideológicas más ortodoxas del socialismo clásico -María Jesús Montero, Magdalena Valerio y Carmen Montón- preparan ya, a toda máquina, proyectos de ley y ofertas de pacto en materia de sanidad, dependencia y reforma laboral a las que el partido de Pablo Iglesias tendrá difícil negar su apoyo. Conclusión: Podemos se ha quedado sin discurso propio.
La meteórica rehabilitación electoral del PSOE, de todas formas, no se produce solo por el reajuste de roles en los partidos de izquierda. Si no hubiera acompañado a Rajoy en la ejecución del 155, Sánchez seguiría siendo a estas horas carne de cañón en las encuestas. Es un cuento chino que la unidad de España solo movilice el voto de la derecha . A estas alturas ya nadie duda que es una reivindicación transversal. El líder socialista tardó bastante en asumirlo, pero su rectificación ha llegado a tiempo. Las antiguas veleidades plurinacionales de su discurso, que reclamaban la reforma del artículo 2 de la Constitución, han ido a parar al sueño de los justos. Y mientras sigan allí todo le irá sobre ruedas. ¿Pero será capaz de mantenerlas dormidas?
Esa es la gran duda. El nuevo Gobierno tiene dos almas. Borrell y Batet son aurigas de la misma cuadriga . Uno ha defendido siempre que el sujeto de la soberanía nacional es indivisible y la otra votó a favor del derecho a decidir. ¿Cuál de las dos llevará la voz cantante durante las conversaciones, ya programadas, con el Gobierno de Torra? La decisión de levantar el control previo de los pagos de la Generalitat lo pone en duda. En su infinita ingenuidad, el sanchismo cree que el títere de Puigdemont, a cambio de ese gesto de buena voluntad, se conformará con hablar del nuevo modelo de financiación autonómica, de la retirada del recurso ante el Tribunal Constitucional de algunas leyes menores aprobadas por el Parlament o del empujón final al corredor del Mediterráneo para marear la perdiz durante algún tiempo.
Pincho de tortilla y caña a que se equivocan. Para el independentismo catalán, Sánchez y Rajoy son dos rostros de la misma España . El acoso separatista al PP tenía poco que ver con la corrupción. Solo era una manera de desestabilizar al Estado opresor que les negaba el pan y la sal de su proyecto republicano. Para ellos ha muerto un perro, pero no la rabia. Estoy convencido de que el discurso catalanista seguirá intacto: referéndum pactado o desafío unilateral. Sánchez tendrá que elegir con cuál de sus dos almas quiere acudir a la batalla. Y en esa decisión se juega su futuro.
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