Abascal e Iglesias apuestan por la estrategia de polarización
Vox justifica las protestas, aunque Garriga tuvo que «pedir perdón»
Unidas Podemos (UP) y Vox llevan toda la semana acusándose en las redes sociales y ante las cámaras de ser los culpables de los disturbios en las protestas contra el toque de queda y demás restricciones. Sus discursos se retroalimentan en un proceso que no es nuevo, sino que repiten desde hace meses con descalificaciones cruzadas y maniqueísmo.
El ejemplo más fresco, estos días: se señalan y se afanan en darse ese protagonismo uno a otro. Forma parte de su estrategia de la polarización , donde insuflar al contrario da a su vez carta de naturaleza a esos mensajes en un contexto de crisis sanitaria y económica.
El partido de Pablo Iglesias y el propio vicepresidente segundo advirtieron de que detrás de la violencia callejera estaban la «extrema derecha y Vox» con una «estrategia de la tensión». El partido de Santiago Abascal acusó a «la izquierda radical y a los menores extranjeros no acompañados (menas)» de lo mismo.
No obstante, los informes de la Policía sostuvieron que detrás del vandalismo no hay «una mano negra» sino que se trata de grupos de alborotadores minoritarios, pero que hacen ruido, en su mayoría españoles, y que no están coordinados a nivel nacional.
El portavoz de UP en el Congreso, Pablo Echenique , reiteró el martes que Vox suscitó unas protestas que fueron rechazadas por todos los partidos menos por ellos. «Hay un elemento bastante obvio y es ver qué se corea y qué se pide en esas manifestaciones —dijo Echenique en TVE, según recogió Ep—. Básicamente lo que se pide y lo que se grita es lo mismo que dice el líder de Vox desde la tribuna del Congreso de los Diputados». En Podemos insisten en que todas las convocatorias llegan de canales de la extrema derecha.
Reproches a PP y Ciudadanos
Y esa etiqueta de «extrema derecha» la aprovecha a su vez para atacar al Partido Popular y a Ciudadanos, en un momento en el que están remarcando distancias con el discurso con Vox. «Otra noche de disturbios provocados por nazis y fascistas y alentados por los socios de PP y Cs en Murcia, Andalucía y Madrid», tuiteó Echenique el domingo. «Si acaba habiendo un atentado terrorista de extrema derecha, ¿PP y Cs romperán sus acuerdos con Vox? Lo dudo. Los tienen atrapados en la foto de Colón», añadió.
Los portavoces de Podemos, Isa Serra y Rafa Mayoral , también fueron por esa línea. «Es la estrategia de Vox para desestabilizar al Gobierno, utilizando el miedo para convertirlo en odio y generar caos. Es evidente que la extrema derecha está detrás», señaló Serra.
La posición de Vox ante estos casos de violencia contra el toque de queda no ha sido de una oposición frontal y se enmarca en la estrategia de polarización en sus posiciones, que ha puesto en marcha después de la moción de censura . La mecha la encendió el diputado y candidato a la Generalitat de Cataluña, Ignacio Garriga , que salió en defensa de los manifestantes que protestaban en la plaza de Sant Jaume de Barcelona.
En Twitter afirmó que se trataba de «españoles corrientes de Barcelona, hasta las narices de ser encarcelados y condenados a la miseria ». Y añadió que son «trabajadores en el paro, padres sin nómina para alimentar a sus hijos, autónomos que no tienen trabajo y que han visto su cuota aumentada». Todo ello ilustrado con un vídeo de la violenta protesta.
«Hay motivos»
Garriga tuvo que pedir perdón por el vídeo utilizado: «El vídeo que usé no se corresponde con el mensaje que quería transmitir». Ante la alarma generada por este comentario tuvo que salir al paso Abascal, que no rechazó frontalmente la protesta , sino que se mostró condescendiente, pero sin utilizar el polémico material gráfico. En esta red social afirmó: «Hay más motivos que nunca para protestar contra este Gobierno que nos arruina. Pido a la Policía que proteja el derecho de manifestación. Y que identifique y detenga a la extrema izquierda, los menas e infiltrados que están provocando disturbios y saqueos».
Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , el líder de la oposición, Pablo Casado , y la de Cs, Inés Arrimadas , condenaron con firmeza las conductas violentas.
