La UME trabaja en la extinción de un incendio
La UME trabaja en la extinción de un incendio - AFP

La UME cumple 10 años

«Su vocación ha sido la de servir a nuestros conciudadanos colaborando y completando las capacidades operativas existentes en el marco de la Protección Civil»

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La Unidad Militar de Emergencias (UME) cumple diez años el próximo 7 de octubre. Con ocasión de este hito, he considerado que podría ser un buen momento para, como Jefe de la UME, hacer una reflexión en «voz alta» (carta abierta) sobre nuestro pasado y un pequeño esbozo sobre cómo afrontar el futuro a medio plazo.

Sin duda diez años son un espacio muy corto de tiempo si lo comparamos con la veteranía de la casi totalidad de resto de las Unidades de las Fuerzas Armadas, pero podríamos asegurar que en tan breve periodo la UME ha calado de forma muy notoria en nuestra sociedad, gracias a la intensidad y eficacia con la que ha cumplido las diferentes misiones encomendadas, medible en las más de 310 intervenciones efectuadas hasta hoy, todas ellas concluidas con éxito.

La UME se creó con el firme propósito de complementar y reforzar capacidades ya existentes en el mundo de las emergencias; en ningún caso para sustituir a nadie.

Su vocación desde un primer momento ha sido la de servir a nuestros conciudadanos colaborando y completando las capacidades operativas existentes en el marco de la Protección Civil, junto con las de otras Instituciones del Estado y Administraciones Públicas. Para ello se consideró necesaria la existencia de una herramienta de Estado que fuese capaz de respaldar y completar a las Comunidades Autónomas frente a catástrofes y emergencias, administraciones sobre las que recae la mayor parte de las veces la responsabilidad de su gestión y resolución.

Perfecta sintonía

En este sentido me gustaría destacar la perfecta sintonía y las magníficas relaciones de nuestras unidades con autoridades y responsables, autonómicos y locales, de protección civil. Y aprovechar, al mismo tiempo, esta oportunidad para agradecerles su interés, su apoyo y la colaboración que prestan a todos nuestros batallones de intervención en sus áreas de responsabilidad.

Si nos remontamos al nacimiento de la Unidad, me gustaría destacar de forma muy especial el acierto que sus fundadores tuvieron a la hora de diseñar, plasmar y hacer realidad este gran proyecto. Los sólidos cimientos basados en un planeamiento realista, detallado y acorde a las necesidades de nuestra sociedad, han sido la clave para que el nacimiento y continuo desarrollo.

Sin duda la concepción y primeros pasos de la UME, no exentos de críticas y polémica en el seno de nuestra sociedad, crearon una base y unas raíces compactas gracias a las cuales en un breve espacio de tiempo la Unidad ha sido capaz de integrar una panoplia de capacidades operativas no sólo genéricas (lucha contra incendios, inundaciones, nevadas, seísmos, riesgos tecnológicos y medioambientales, etc.) sino también especiales (rescate subacuático, rescate urbano, espeleo-socorro, etc).

Modelo exportable

Todo lo anterior nos permite afirmar que la UME a día de hoy es incontestable, no sólo por ser un referente en el mundo de las emergencias en España; sino que además, se ha convertido en un modelo exportable que ya traspasa nuestras fronteras a imitar por muchos países aliados y amigos (44 países han visitado la UME a fecha de hoy), aportando su granito de arena a reforzar la Marca España. Su rentabilidad, fruto de un bajo coste y una eficacia contrastada, es una de sus mejores cartas de presentación.

Pero la UME no debe morir de éxito. Para ello hay que poner la mirada en el futuro y buscar la mejora y perfeccionamiento constante de sus capacidades y procedimientos con la finalidad de proporcionar la respuesta más adecuada ante cualquier emergencia que amenace a nuestra sociedad.

Sus líneas de acción de cara al futuro se dirigen especialmente a perfeccionar la seguridad en el desarrollo de nuestros cometidos, en el entendimiento que nuestro personal de intervención es nuestro mayor potencial de cara al futuro; a continuar investigando e importando robótica y tecnológica punta para enfrentarnos adecuadamente a todas las emergencias; a compartir con los que conforman el mundo de las emergencias experiencias y conocimientos; y a impulsar y facilitar proyectos UME a nuestros aliados y países amigos que así lo soliciten.

Mucho por hacer

A modo de conclusión, se puede afirmar que tenemos mucho futuro, que queda mucha UME todavía por desarrollar. No podemos quedarnos a la espera de que los riesgos y amenazas nos superen, debemos ir por delante con la conciencia de que la pronta respuesta es vital para la tranquilidad y bienestar de nuestros sociedad.

Uno de los pilares sobre los que se asienta la UME es su carácter militar, alma y esencia de la Unidad. Los valores que aporta la milicia, junto con la disponibilidad, versatilidad y resiliencia; hacen que la UME sea una herramienta eficiente, con la vocación de ser líder en el mundo de las emergencias.

Para finalizar quiero agradecer en nombre de los que formamos en las filas de la UME, las reiteradas muestras de cariño que se han recibido en la Unidad en tan breve espacio de tiempo y mostrar mi reconocimiento y el de toda la institución, a todos aquellos que trabajan codo con codo con nosotros en este mundo de las Emergencias.

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