En primer plano, Rajoy y Albiol; al fondo, Pedro Sánchez
En primer plano, Rajoy y Albiol; al fondo, Pedro Sánchez - twitter

Rajoy y Sánchez acercan posturas para frenar a los separatistas tras el 27-S

El Gobierno ve un «viraje» en el mensaje del PSOE, que incide más en la defensa de la unidad de España y en los riesgos de la independencia

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El desafío independentista en Cataluña ha disparado la tensión política en toda España, pero los grandes partidos tienen clara su respuesta si los planes separatistas siguen adelante. En medio del griterío de la campaña electoral se ha producido un acercamiento de posturas entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez frente a las candidaturas independentistas, cada uno con sus matices, pero unidos en la defensa de la integridad territorial de España y del respeto a la ley. En el Gobierno se ve «muy positivo» que el PSOE esté siendo más claro en los últimos días de campaña al apoyar principios «básicos» de la Constitución, según fuentes del Ejecutivo. En el entorno de Sánchez se precisa que esa coincidencia no impide su crítica rotunda por la «falta de liderazgo» de Rajoy y su «inmovilismo».

En La Moncloa se sostiene que la posición de Rajoy y del Gobierno no ha variado ni un milímetro, sino que es Pedro Sánchez quien ha protagonizado en los últimos días «un viraje» en su discurso para incidir de forma especial en la defensa de la soberanía nacional y la unidad y en las consecuencias negativas que tendría una hipotética independencia. «El viraje ha sido claro y es bien recibido, porque es importante que tras las elecciones los dos grandes partidos vayan unidos en esto», subrayaron las fuentes consultadas. En el PSOE se ve al revés. Fuentes próximas a Sánchez creen que es el PP el que hace «seguidismo» de la estrategia socialista. Sea como fuere, al final las dos grandes siglas nacionales tienen un punto de encuentro: la indisoluble unidad de la nación española y el apoyo al Gobierno (el de ahora o el que venga en el futuro) para defender la ley.

«Sí a la convivencia»

Ayer noche, en el mitin de cierre de campaña del PSC en Barcelona, Sánchez prosiguió con su discurso sin fisuras en contra de la independencia y, de paso, pareció obedecer el mandato que el expresidente Felipe González le hizo a él y al candidato socialista al 27-S, Miquel Iceta, cuando aterrizó en la campaña el pasado miércoles. «No vamos a cambiar la Constitución con un pretendido derecho de autodeterminación que liquide a España, digámoslo claramente», sentenció González en un mitin en L’Hospitalet de Llobregat. «Votar al PSC el próximo domingo es un “sí” claro a la convivencia y un “no” a la independencia», afirmó anoche Pedro Sánchez.

Rajoy y Sánchez discrepan claramente sobre la manera en que debe afrontarse el futuro político en Cataluña, ya que el Gobierno no comparte en absoluto la reforma federal de la Constitución y el reconocimiento de la singularidad de esa Comunidad que defiende el líder socialista, y el PSOE cree que los «errores» del jefe del Ejecutivo han creado aún más independentistas. Pero la trascendencia del momento político actual y la posibilidad de que Artur Mas y sus aliados traten de llevar adelante sus planes secesionistas han llevado a los dos a buscar ese denominador común.

La relación entre Rajoy y Sánchez nunca ha sido buena y la comunicación tampoco lo es. Ambos hablaron cuando el PP presentó la reforma del Tribunal Constitucional, a primeros de mes, y pese a la lista de agravios y discrepancias que pueden tener, saben que en un momento dado, si el desafío separatista sigue adelante, deben estar juntos, según subrayaron las fuentes consultadas.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se refirió a ese acercamiento de posturas, con una conclusión rotunda: «En las opiniones públicas de ambos una cosa está clara, que una declaración de independencia no es posible, no se va a producir». Ese es el punto clave del debate, en el que los dos grandes partidos nacionales van de la mano.

Durante la campaña, Susana Díaz fue la primera dentro del PSOE en expresar su apoyo al Gobierno para defender la Constitución en Cataluña. Rajoy subrayó la importancia de que los dos grandes partidos estén de acuerdo en esto: «Me parece absolutamente imprescindible», señaló. Tanto el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, como Sánchez han puesto el acento en la necesidad de una «Cataluña unida dentro de una España unida» y en el apoyo expreso al Gobierno para defender la ley.

Desde Moncloa, la vicepresidenta del Gobierno se refirió al 28-S, el día siguiente a las elecciones, con un mensaje a los independentistas: «No pueden exigir a los demás negociar lo que no está en sus manos. Dentro de la Constitución y la ley, nos entendemos bien; fuera no hay capacidad de entenderse». Sáenz de Santamaría pidió a Artur Mas que si quiere dialogar lo haga primero con la mitad de los catalanes que no quieren seguirle, y le lanzó un dardo directo: «Pretende tener estructuras de Estado cuando ha demostrado que no es capaz de gestionar las estructuras de una Comunidad Autónoma».

Sarkozy, con Albiol

«Hay que votar para que Cataluña no se paralice por ideas delirantes», afirmó anoche el presidente Rajoy, durante el cierre de campaña del PP en el Palacio de Congresos de Barcelona, un acto que contó con la participación del expresidente de la República francesa Nicolas Sarkozy. El exmandatario francés, una figura referente, entre otros, para el candidato popular al 27-S, Xavier García Albiol, parafraseó a Obama y aseguró que «Europa necesita una España fuerte y unida, y de pie», y calificó de «cobardes» a los que partidarios de la división. «Las elecciones de domingo no son sólo un problema de Cataluña o de España, sino de Europa», afirmó un aclamado «Sarko».

Y entre PP y PSOE, el tercero en discordia es Ciudadanos, al que los sondeos auguran el papel de primer partido anti-independencia del Parlamento catalán tras el 27-S y destinado también a poder ser llave de gobierno en las próximas generales.

Ciudadanos cerró anoche su campaña con un acto en el centro de Barcelona en el que Albert Rivera e Inés Arrimadas se autodenominaron «la única alternativa que puede hacer frente a los que nos quieren separar». Rivera pidió el voto para todos aquellos que alguna vez votaron a Adolfo Suárez, a Felipe González o a José María Aznar «porque creían en un proyecto común» para frenar el independentismo.

«Si hay una movilización masiva y Ciudadanos concentra todo ese voto somos los únicos que pueden frenar al señor Mas», clamó el líder de Ciudadanos. Rivera planteó estos comicios como una primera etapa de cara a las elecciones generales. «Vamos a reconstruir España y vamos a empezar a hacerlo por Cataluña». En un discurso muy sentimental, Rivera señaló que están «muy cerca de dar la vuelta a la tortilla».

La candidata a la Generalitat, Inés Arrimadas, aprovechó para criticar al PP, tanto por haber pactado con CiU en el pasado como porque Rajoy «no es capaz de explicar por qué estamos mejor unidos».

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