Andreu Mas-Collel, consejero de Economía catalán
Andreu Mas-Collel, consejero de Economía catalán

Mas solo logra fichar a 11 funcionarios del Estado para su Agencia Tributaria

Pese a pagar más, la Generalitat fracasa en su plan para contratar personal estatal

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La Generalitat de Cataluña realizó una convocatoria el 14 de abril de 2014 para contratar subinspectores de Hacienda para su propia Agencia Tributaria. La oferta, a la que ha tenido acceso ABC, estaba dirigida a captar a los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado (AEAT) que decidieran irse e incluía subidas de nivel y aumentos de salario de 10.000 euros más al año. A pesar de ello, de los 1.000 técnicos de Hacienda que hay en Cataluña, solo nueve se han «pasado» al Fisco de Artur Mas, según confirman fuentes tributarias.

Junto a ellos, dos inspectores de Hacienda han abandonado su puesto estatal para irse a la Administración catalana, lo que suma once nuevos funcionarios. Muy lejos de las incorporaciones necesarias para contar con 600 personas en plantilla, objetivo que Artur Mas pretendía para comenzar la andadura de una Agencia Tributaria Catalana (ATC).

A largo plazo, el plan era llegar a 7.000 empleados y equipararse a países comoSuecia. Para ello, su prioridad era fichar a personal del Estado. Frente a estas expectativas, el organismo de la Generalitat cuenta con 324 empleados. Para octubre, la Generalitat convocará 60 plazas más —40 técnicos y 20 inspectores—.

El Tribunal Constitucional suspendió esta semana la integración de los funcionarios del Estado en la Agencia Tributaria Catalana, debido a que limitaba la oferta a los empleados con destino en Cataluña, y no a los del resto de España. La Agencia estatal tiene a 3.200 trabajadores en Cataluña.

Entre inspectores de Hacienda, solo ha habido por el momento dos trasvases del Estado a la Generalitat: se trata de Joan Iglesias y Jordi Boixareu. Ambos son altos cargos fiscales de Artur Mas con más de 100.000 euros de sueldo, muy superior a los 65.000 que aproximadamente ganan los inspectores de Hacienda.

Curiosamente, tanto Boixareu como Iglesias han podido coger una excedencia de su plaza fija de inspectores de Hacienda del Estado, por si vuelven, al irse como altos cargos. En el caso de los técnicos e inspectores de Hacienda que se quieran pasar a la Agencia catalana, un informe de la AEAT estatal de 2014 denegaba la excedencia para desempeñar el mismo puesto. Los funcionarios trasladados al Fisco catalán deben pedir una excedencia voluntaria, que no les asegura la plaza si vuelven a la Administración estatal.

El sueldo intentaba compensar este detalle. En el caso de los técnicos, al subir de un nivel 24 a un nivel 26.2, el aumento de sueldo rondaba los 10.000 euros anuales y el salario bruto se disparaba a más de 47.000 euros al año. La oferta a los técnicos era más tentadora, además de por el sueldo, porque la AEAT no les reconoce la progresión ni la movilidad profesional. En cuanto a los inspectores, la Agencia Tributaria de Mas no ofrece aumento de sueldo alguno. «Incluso perdían dinero», señalan fuentes fiscales, ya que del lado autonómico los inspectores dejaban de tener complemento de productividad.

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