«Alfon», tras prestar declaración ante el juez
«Alfon», tras prestar declaración ante el juez - José Ramón Ladra

«Alfon», el radical protegido por Podemos: «Hay que ser duros y no ir de legales ni cívicos»

Pablo Iglesias le ha apoyado porque es «injusto» que él esté en prisión y «los que quebraron los bancos» en libertad

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El ingreso en prisión de Alfonso Fernández Ortega, «Alfon», uno de los miembros más activos de los Bukaneros -los hinchas más radicales del Rayo Vallecano- y de las Brigadas Antifascistas de Madrid (BAF), ha sido acogido con indignación por la extrema izquierda, hasta el punto de haber sido adoptado por Podemos como una especie de icono de lucha por las libertades. No parece que para este sector sea relevante que este individuo fuera detenido el 14 de noviembre de 2012, día en el que estaba convocada una huelga general, con un artefacto «explosivo-incendiario» con metralla incluida, de una sofisticación media-alta y de una potencia suficiente para causar daños graves, hecho por el que el Supremo le condenó a cuatro años.

Pero sobre todo, o bien desconoce, u oculta, no solo su historial, sino también que este sujeto escribió un mensaje en su teléfono móvil en el que abogaba por causar incidentes ese día para perjudicar a los sindicatos convocantes, UGT y Comisiones Obreras.

Premeditado

«Alfon» formaba parte de un grupo de WhatsApp denominado «Soldados ADRV» y es allí donde escribe: «Precisamente ay k ser duros y no ir de legales ni civicos k es lo k kieren ccoo y ugt y si sale una huelga combativa a ellos les jodera mas k a nadie» (sic). Y añade a continuación: «Esta huelga no la van a controlar ellos. La única manera d crecer es aprovechar las convocatorias d ccoo y ugt y dejar k el capitalismo radicalice la lucha. Y a la vez llevar una crítica contra ccoo y ugt».

La idea de provocar altercados y «reventar» la huelga general, por tanto, está fuera de toda duda. Y en ese contexto se entiende mejor que a las 6.50 de la mañana de ese día dos policías de paisano adscritos a la Comisaría de Puente de Vallecas que se encontraban en la avenida de Buenos Aires se interesaran por él y sus dos acompañantes, que mostraban una actitud sospechosa. La reacción posterior de estos individuos confirmó que el olfato no había fallado a los agentes: uno de ellos directamente se dio a la fuga cuando les dieron el alto; «Alfon» dejó la bolsa de plástico que llevaba en el suelo de forma cuidadosa -evidentemente sabía lo que llevaba encima y no quería riesgos de que pudiera estallar por un movimiento brusco-, y se alejó unos metros, a la espera de ser arrestado, lo mismo que la chica que lo acompañaba, Daira Cros Alcántara. El análisis que en su momento hicieron los Tedax confirmó que la persona o personas que habían fabricado el artefacto tenían un conocimiento destacable en esta materia.

¿Una víctima?

Los hechos, tozudos, no han sido obstáculo como para que líderes de la extrema izquierda como Pablo Iglesias escribiera en las redes sociales sobre la entrada en prisión del «activista»: «Mientras los que quebraron los bancos disfrutan de impunidad, Alfon irá a prisión. Me parece una injusticia». E Íñigo Errejon se pronunciaba en la misma línea: «4 años de cárcel para Alfon. La trama gurtel la juzgan amigos del partido de gobierno. ¿Justicia para quién?». Como se ve, ni una alusión a la bomba, que parece ser un detalle menor para los líderes de Podemos.

«Alfon», pues, se convierte en un símbolo de la «nueva política» de Iglesias, y la detención la pasada semana para su ingreso en prisión en un espectáculo al encerrarse en la Parroquia de San Carlos Borromeo del madrileño barrio de Entrevías, donde lo protegieron 200 personas. Queda la duda de si conocían el auténtico historial del «héroe de la lucha obrera». Porque en el caso de que así fuera, el asunto alcanzaría tintes surrealistas.

En dos años se lo relacionó con siete riñas

Un breve repaso de sus problemas anteriores con la justicia sirven para hacer una primera aproximación al personaje. El 13 de agosto de 2009, siendo aún menor de edad, fue detenido en Cádiz por abordar junto a otra persona, mayor de edad, a cuatro chicas en la calle. Parece que intentaban ligar con ellas, pero a éstas no les convencieron sus dotes de seducción. La reacción, proferir insultos machistas -«putas, lesbianas, mi hermana de 13 años es más mujer que vosotras», les dijo el «activista»- y robar a una un teléfono móvil, con rotura de sujetador incluida. Resultado, una condena de alejamiento de las víctimas durante dos años.

Pudo haber sido una chiquillada, por supuesto, pero lo cierto es que «Alfon» continuó con sus encontronazos con las justicia. El 25 de abril de 2010 volvió a ser detenido en la calle Puerto de Almansa de Madrid, esta vez con droga, con la que quería traficar. Fue condenado a dos años por tráfico de estupefacientes. La carrera criminal del joven prosiguió, y el 19 de junio de 2012 volvió a ser arrestado en la confluencia de la avenida Peña Prieta con la calle Monte Olivetti, también en Madrid, por golpear y causar lesiones a un policía cuando trataba de impedir la detención de un amigo, que conducía ebrio y bajo los efectos de drogas y que atacó a los policías que le hicieron detener el vehículo. Él también había consumido. Fue condenado a un año, por resistencia a la autoridad y lesiones.

El historial de «Alfon», sin embargo, alcanza todo su esplendor como miembro de los Bukaneros y las Brigadas Antifascistas de Madrid (BAF), una condición que él niega con vehemencia pero que para la Policía no deja lugar a la duda. Se le relaciona, por ejemplo, con los altercados ocurridos en Valencia el 30 de mayo de 2009 entre Bukaneros y Ultra Llevant con motivo de un partido de fútbol entre el Rayo y el Levante; con los sucesos del 4 de octubre de 2009, una pelea con los hinchas del Betis en Madrid; con un suceso similar sucedido en la capital insular el 23 de noviembre de ese mismo año con seguidores de Las Palmas; con los incidentes del 7 de marzo de 2010 en Sevilla, donde hay una pelea (otra) con los radicales del Betis; en 2011 hay otros dos casos similares y por uno de ellos, una trifulca con el Frente Atlético, es sancionado conforme a la Ley del Deporte por ser uno de los más activos en la reyerta...

«Modus operandi»

Para los investigadores, el «modus operandi» de «Alfon» el día de su detención con la bomba estaba perfectamente planificado por los líderes de las BAF. No solo eso; el que llevaba ese artefacto era perfectamente conocido por personas de su entorno, ya que en el anteriormente citado grupo de whatsApp del que formaba parte hay alguien que escribe: «Joder que el alfon tenia lo de puente de vallecas es verdad», y de inmediato entre todos comentan que hay que eliminar a su amigo de ese grupo, lo que en efecto hacen de inmediato. La razón es que pensaban que ese teléfono ya estaba en manos del juez, cuando lo cierto es que el arrestado, siguiendo fielmente las instrucciones que había recibido, no lo llevaba encima precisamente para dificultar la investigación.

Con todos estos datos, las fuentes consultadas sostienen que Alfonso Fernández, lejos de ser el «preso político» que quiere presentar la extrema izquierda, con Podemos a la cabeza, no es más que «un individuo violento y con un alto grado de peligrosidad», con contactos con los principales líderes de los Bukaneros y de las Brigadas Antifascistas de Madrid y que si no llega a ser detenido por la Policía el 12 de noviembre de 2012 podría haber causado graves daños con la colocación del artefacto explosivo que transportaba.

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