El Rey Don Juan Carlos, en una imagen de archivo
El Rey Don Juan Carlos, en una imagen de archivo - efe
Tribunal Supremo

La demanda de paternidad contra Don Juan Carlos es «falsa, frívola y torticera»

El Supremo reprocha a la belga Ingrid Sartiou que pretenda conseguir el ADN del Rey a toda costa

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«Carece por completo de verosimilitud o seriedad», es «lisa y llanamente falsa, frívola y torticera». Así califica el Tribunal Supremo la demanda de paternidad contra el Rey Don Juan Carlos que la ciudadana belga Ingrid Sartiau planteó ante el Alto Tribunal el 19 de septiembre de 2014.

La decisión de no admitirla a trámite ya se conoció el pasado 11 de marzo, pero no ha sido hasta este jueves cuando se ha hecho público el demoledor auto en el que los magistrados han decidido poner punto y final a lo que, a juzgar por los platós por los que está desfilando la demandante, está llamada a convertirse en una telenovela.

La Sala asegura que las contradicciones de Sartiau no permiten continuar el curso procesal de una demanda que esta basada en un acta notarial «que no parece perseguir otra finalidad que obtener el ADN del demandado».

La práctica de esta prueba biológica «no guarda la adecuada proporción con la intromisión que conlleva en la intimidad y la integridad física o moral del afectado», sostiene el auto del que se ha sido ponente el magistrado José Antonio Seijas. La resolución ha contado con el voto en contra de tres magistrados, de los que dos han formulado voto particular.

Los jueces hacen un repaso de las entrevistas de la demandante por revistas y televisiones, y llegan a la conclusión de que «ha dado públicamente versiones excluyentes, por incompatibles, acerca de cuándo y cómo su madre le reveló la paternidad del demandado, hasta el punto de que la versión alternativa a la de la demanda tampoco es coincidente.