El tranvía, cuya ampliación se propone ahora
El tranvía, cuya ampliación se propone ahora - JUAN JOSÉ ÚBEDA
ELECCIONES MUNICIPALES SEVILLA 2015

Promesas de ida y vuelta en el mapa político de Sevilla

Muchos partidos vuelven a incluir en sus programas las mismas ideas de años atrás. Pero incluso algunos recogen proyectos a los que se opusieron. Las campañas agotan la imaginación

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Las campañas electorales son, eminentemente, los momentos de las promesas de los partidos políticos. Ocurre que entre tantas convocatorias de comicios y el nutrido grupo de formaciones que se presenta, esas propuestas acaban siendo recurrentes. El número de promesas repetidas por los políticos es sorprendente, pero tanto más lo son cuando se trata de iniciativas que antes habían enarbolado contrincantes e, incluso, ideas que había criticado el mismo que ha pasado a incluirlas en su programa.

En el caso de Sevilla, los ejemplos de uno y otro apartado son múltiples. Tiene la capital andaluza un rico catálogo de promesas de ida y vuelta. Un llamativo repertorio que ha vuelto a colocarse en el escaparate en este proceso electoral municipal que acaba el domingo.

Y no se trata ya de las clásicas generalidades con las que el público cuenta de antemano (más empleo, más limpieza, más orden, más seguridad y más participación), sino de proyectos muy concretos, lo cual convierte esta costumbre en algo más impactante. O hilarante. ¿Qué pasará a partir del lunes 25 con el extenso listado de reclamos electorales? ¿Volverán los mismos a engordar los siguientes programas de los partidos?

Tranvía

Esta vez es el ejemplo que más llama la atención. En concreto, la ampliación del mismo hasta la estación de Santa Justa desde San Bernardo, adonde ahora llega tras salir de la Plaza Nueva. Aunque parezca mentira, quien propone esa extensión es el PP de Juan Ignacio Zoido. Es éste un proyecto que planteó en su día el gobierno PSOE-IU, que finalmente no pudo llevarse a efecto por las diferencias entre ambos partidos en torno a su recorrido. Entonces en la oposición, los populares criticaron con dureza primero el mero hecho de poner en marcha el Metrocentro (que coincidía con el trazado de la línea 1 del metro) y después su ampliación. Es más, el opositor Zoido llegó a anunciar la denuncia a esa ampliación desde el Prado -donde estaba entonces la parada final- hasta San Bernardo, al considerarla ilegal pues vulneraba el PGOU, el Plan de Transportes Metropolitano y la Ley de Calidad Medioambiental. Se preparó la denuncia contra «el trenecito del alcalde Monteseirín», como llegaron a llamar desde el PP al tranvía, pero finalmente el Consejo Consultivo dio la razón al Ayuntamiento en torno a la legalidad de la ampliación. Zoido aparcó el asunto, el gabinete de Monteseirín amplió al trayecto pero luego no acometió la siguiente ampliación, hasta Santa Justa, al carecer de consenso los socios de gobierno. Pasado algún tiempo, que todo lo sana, el líder del PP local y actual regidor recoge aquel guante y hace suya la propuesta de llevar el Metrocentro hasta la estación central de tren. Alude a una sentencia que le obliga a reubicar las cocheras. Y qué mejor sitio que los aledaños de Santa Justa... Desde la izquierda no dejan de mostrar su sorpresa.

La Cartuja

La reforma urbana de la isla que albergó la Exposición Universal de 1992 es una de las propuestas más usuales de los partidos. Y más baldías. Todos sin excepción han aludido en este proceso electoral, de forma más o menos directa, a una regeneración de la Cartuja, el arreglo de sus jardines -cuyo estado es sencillamente pésimo-, una mejora de sus accesos (del puente al hotel Barceló de Monteseirín hemos pasado al puente a Puerta Triana de Zoido) o la reactivación de instalaciones abandonadas. O hasta convertir la isla en un distrito más de la ciudad. Pero lo cierto es que la única institución que parece haber hecho algo nuevo en esa zona es Cajasol/La Caixa con la torre Pelli y su entorno. Desde la Administración, básicamente la recuperación del apeadero de Renfe por parte del Gobierno, aunque con escasa utilidad por su falta de promoción y sus endiablados horarios. El aparcamiento o el tráfico de la isla siguen siendo horripilantes.

Aparcamientos

Resulta también curioso el llamamiento actual del PSOE para que se construyan más aparcamientos, mal endémico de Sevilla. Y resulta así pues el plan de este partido en sus doce años de gobierno, doce, resultó uno de los mayores fiascos que se recuerdan. Aquel plan incluía la construcción de una veintena de estacionamientos fuera del casco antiguo para disuadir del acceso en coche. Sin embargo, el equipo de Monteseirín sólo logró construir el de José Laguillo, y ya muy al final de su mandato inauguró los dos de Triana (Crucero Baleares y avenida de Coria). Tres de veinte. Un éxito. Ahora proponen más parkings. Claro.

Transparencia

No hay partido, especialmente los nuevos, que no aludan a la transparencia y la lucha contra la corrupción. Pero también lo hacen los que han pasado por responsabilidades públicas y no han sido, precisamente, ejemplo a seguir. IU promueve ahora medidas en ese sentido, pero estuvo en el Gobierno local hasta 2011 y, de la mano del PSOE, fueron padrinos de la llamada «Circular 1» o «Circular Torrijos», que impedía a la oposición el acceso a los expedientes. También expulsaron al PP del consejo de administración de alguna empresa municipal, como Mercasevilla. De corrupción, basta con aludir a los múltiples casos que se dirimen en los tribunales.

El Vacie

El histórico asentamiento chabolista es un fijo en los programas electorales. Pero ningún gabinete ha sido capaz de acabar con él. Algo así como los «gorrillas», aunque ya con éstos se ha claudicado y ni se les menciona. Con El Vacie, y tras cuatro años en el poder, el PP acaba de anunciar que va a desaparecer en el próximo mandato merced a un ambicioso plan de reforma urbana del Distrito Norte con fondos europeos. Un mensaje ya usado, idéntico, hace otros cuatro años. Se ha reducido en parte el número de chabolas, pero el asentamiento sigue allí a la espera de una solución eficiente.

Tres Barrios y Polígono Sur

Es una de las propuestas «estrella» de los políticos, repetida una y otra vez por todos desde hace lustros. La regeneración de esas zonas más empobrecidas de la ciudad. Planes integrales, comisionados y rehabilitación de algunos bloques no han bastado, ni mucho menos, para que el escenario social, que roza el drama, de esas barriadas mejore. Los vecinos siguen reclamando voluntad política. ¿Recuerda alguien aquello de los patios de La Candelaria? ¿Y el paro juvenil en esas barriadas?

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