Elecciones Andalucía 2022

Moreno se limita a ver los toros desde la barrera en otro debate improductivo

Los candidatos se neutralizan entre ellos en el último enfrentamiento televisivo del 19-J, que se cerró sin un ganador claro

¿Quién crees que es el ganador del segundo debate a seis de las elecciones en Andalucía?

Elecciones en Andalucía 2022: guía con todo lo que hay que saber antes del 19 de junio

Elecciones en Andalucía 2022, en directo

Los candidatos a la Presidencia de la Junta, ayer en el plató de la RTVA Raúl Doblado

Manuel Contreras

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Si algún ganador se vislumbrase tras el segundo y último -afortunadamente- debate televisivo del 19-J sería la abstención. Los candidatos se neutralizaron en ataques cruzados y en todo momento las acusaciones predominaron sobre las propuestas , sin que ningún candidato se destacase claramente sobre los demás. El girigay televisivo dejó muy tranquilo a Juanma Moreno, quien apenas tuvo que fajarse ni se vio en apuros en ningún momento. En el plató de la RTVA solo hubo toreo de salón y el presidente andaluz, confortado por las encuestas, se limitó a verlo desde la barrera.

Así, Juanma Moreno repitió la estrategia de la semana anterior de no entrar en enfrentamientos personales e intentó incorporar el anuncio de algunas medidas políticas. Intentó ser constructivo, aunque era difícil en un debate abocado a la demagogia y la descalificación. Tan solo se enfrentó en un momento directamente con Espadas, al que acusó hablar como «un delegado de Sánchez en Andalucía», lo que molestó al candidato socialista, quien le pidió parar: «Uno también tiene su corazoncito», le replicó.

Juan Espadas no quiso perder el tiempo. Desde el saludo inicial arremetió contra la gestión del Gobierno de Moreno, incluyendo su coletilla de campaña: «Hay que elegir entre derechos o derechas». El candidato socialista subió un escalón de agresividad respecto a la semana anterior y atosigó al presidente de la Junta, sin llegar aponerlo entre las cuerdas.

Juan Marín , quien recordó a Javier Imbroda en su presentación, comenzó más apagado que en el primer debate, como si estuviera afectado por las encuestas. Poco a poco fue entrando en calor y volvió a ejercer su labor de 'perro guardián' de la Junta, como en la semana anterior.

Macarena Olona intentó asumir el protagonismo en el debate, tanto atrayendo acusaciones de los otros candidatos como anunciando alguna medidas como si ya estuviese en el Gobierno. La candidata de Vox defendió sin mencionarlo el pacto con el PP; comenzó reivindicando la gestión del Gobierno de populares y Vox en Castilla y León y 'recomendó' a Moreno cómo debe de gobernar en el futuro, trazando el camino a seguir si hubiera pacto en San Telmo. «Usted me necesita. Solo así podrá sacar lo mejor de sí mismo», le llegó a decir al presidente andaluz. La candidata de Vox reiteró la amenaza de su partido de no apoyar la investidura de Moreno si no le permite entrar en el Gobierno , incluso si le hiciera falta un único diputado.

La extrema izquierda abusó de la demagogia. Tanto que en muchas ocasiones no pudieron resistir la tentación de confrontar directamente con Macarena Olona. Teresa Rodríguez , ataviada con una camiseta con el rostro de Federico García Lorca, se mostró agresiva y con desparpajo, aunque poco reflexiva, mientras que Inmaculada Nieto , menos brillante que hace una semana, se perdió en peleas poco productivas y en defender la gestión del Gobierno central de PSOE y Podemos.

Tres bloques, ninguna propuesta

El primer bloque fue sobre las políticas sociales. Olona protagonizó la primera encerrona de la noche, al mostrar a Moreno unos libros de texto en los que se habla a los alumnos sobre masturbación . Moreno hizo caso omiso, le recordó que el libro escolar sobre caza que mostró en el debate anterior ya había sido corregido, y se centró en las inversiones en Educación. Espadas insistió en recordar medidas aprobadas por Ayuso en la Comunidad de Madrid y acusó a Moreno de pretender eliminar la gratuidad de la matrícula en las universidades , mientras el presidente murmuraba «¡qué disparate!». El escenario se repitió con la sanidad, con acusaciones de PSOE, Adelante y Por Andalucía de la intención de privatizar la sanidad. Moreno no entró a ese capote y se defendió recordando las inversiones de la Junta en hospitales y centro de salud «que llevaban años abandonados», destacó. Fue un bloque de acoso a Moreno.

El segundo bloque, denominado Economía, Empleo y Fiscalidad, fue un respiro para el presidente, sobre todo porque las tres mujeres candidatas consumieron la mayor parte de su tiempo en confrontar entre ellas . Las dirigentes de Por Andalucía y Adelante Andalucía no resistieron la tentación de entrar en un rifirrafe con Olona en términos muy superficiales. Con tres partidos agotando su tiempo en un debate inane, Moreno y Espadas se quedaron prácticamente a solas . Espadas criticó las tasas de paro juvenil y las políticas de empleo, y Moreno se limitó a presumir de la tendencia positiva en los últimos meses y el liderazgo de Andalucía en autónomos gracias a las facilidades proporcionadas desde la Junta. Realmente nadie aportó nada significativo: un bloque temático perdido.

El tercer bloque, denominado Gobernanza, los candidatos se limitaron a reproducir los discursos que cada partido da en sus mítines sobre los pactos. Olona abrió el bloque invitando a Moreno a ser su vicepresidente y sugirió a los andaluces «a dar una patada a Pedro Sánchez en el trasero del señor Espadas» . En este bloque se pudo ver un amago de enfrentamiento entre la candidata de Vox y el presidente del Gobierno, sobre todo cuando Olona señaló que Moreno había pedido la devolución de las competencias de Salud al Gobierno central. «No falte a la verdad», señaló Moreno enfadado. Espadas insitió en su estrategia -fallida, a tenor de las encuestas- del miedo a la ultraderecha , invitando a los andaluces a impedir la llegada de Vox a la Junta... sin votar a Juanma Moreno, se supone. «Usted ya ha pactado con Vox», acusó Espadas, quien recordó a Moreno que no ha ganado todavía ninguna elección. El candidato del PP se limitó a señalar que quiere «un pacto con la mayoría de los andaluces» y afirmó que interpretará «la voluntad de los votantes andaluces». Juan Marín se enfrentó con Espadas, a quien reprochó que cuando llega a Madrid «se olvida de los problemas de los andaluces» . Inmaculada Nieto acusó a Moreno de ser «un mal gobernante» por no gastar el dinero que le da el Gobierno central de PSOE y Podemos.

En resumen, un debate bronco y poco productivo que moverá pocos votos entre el electorado. El próximo enfrentamiento entre los partidos será ya el 19-J y en las urnas .

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