Donald Trump en un mítin
Donald Trump en un mítin - REUTERS

Trump hace un repóquer de estados y roza la nominación

«Soy el presunto nominado», clama el magnate en una eufórica comparecencia en la Tower Trump de Nueva York

El millonario arrasa en las cinco primarias del noreste, con porcentajes récord de entre el 55% y el 64% del voto

CORRESPONSAL EN WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Donald Trump está a un paso de ganar la nominación republicana, y sus números se acercan cada vez más a los 1.237 (mitad más uno) delegados necesarios. Después de lograr cinco de cinco, un repóquer en los estados del noreste que celebraban ayer primarias, con 950 delegados, el millonario se encontraría ya a menos de 300. Una cosa es ser el favorito y otra arrollar, llevarse literalmente por delante a los dos rivales, Ted Cruz y John Kasich, con registros hasta ahora nunca vistos en la carrera. Si en Nueva York Trump había logrado por primera vez superar la barrera del 50% de los votos, ayer, en Connecticut, Pensilvania, Delaware, Maryland y Rhode Island, el magnate amplió aún más sus registros alcanzando un mínimo del 55% de los sufragios y desbordando el 60% en dos de ellos (Connecticut y Rhode Island).

Un salto cuantitativo de quien parece acumular ese plus de votos que los expertos demoscópicos suelen atribuir al efecto «caballo ganador», cuando un candidato empieza a ser considerado por la mayoría el previsible triunfador. Por extensión, el movimiento #neverTrump, impulsado por el establishment y respaldado a su manera por Ted Cruz y Kasich, se va desinflando, sin que parezca que la decena de estados y el mes y medio que resta para el fin de las primarias vayan a ser suficientes para impedir la nominación del showman.

«Soy el presunto nominado». Donald Trump no pudo contener la euforia durante su posterior comparecencia triunfal, en la que volvió a arremeter contra los normas del establishment, en una carrera que «a pesar de estar amañada, no va a poder con los votos, los millones de votos, que estamos consiguiendo». El autohomenaje del millonario estaba justificado. Lejos de aminorarse, el ritmo hacia la nominación de Trump crece y mejora cada semana. Incluso aunque no llegara a sumar los 1.237 delegados y se llegara a una convención abierta, la ventaja y la sensación de dominio de la carrera se refleja en las elecciones protagonizadas ayer por los votantes republicanos del noreste: en los cinco estados, el magnate distanció a Cruz y a Kasich en un mínimo de 30 puntos y un máximo de 54. El senador por Texas, con 544 delegados, y el gobernador de Ohio, con 153, todavía por debajo incluso de los 171 que había acumulado Marco Rubio cuando suspendió la carrera el 15 de marzo, siguen a una distancia abismal del millonario, y con la sola esperanza de evitar que éste alcance la nominación directa. Ayer, Kasich se llevó cinco delegados y Cruz, sólo uno, todos ellos en Rhode Island, el único estado que aplicaba parcialmente el sistema de reparto proporcional.

Si la alianza entre ambos, prevista a partir de ahora para Indiana, Nuevo México y Oregón, nació el lunes en medio de las dudas de los propios protagonistas, ayer Trump arremetió contra ambos aspirantes. De Kasich se preguntó cómo podía seguir todavía en la carrera, «con menos delegados que Marco Rubio», mientras que insistió en que Cruz ya había quedado «eliminado» al no poder alcanzar matemáticamente la nominación.

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