Sólo el 37% del presupuesto del desarrollo rural va a parar a los emprendedores

Los propios Grupos de Desarrollo Rural absorben el 25% del dinero y las administraciones el 38% en proyectos no productivos para el empleo

La agricultura está perdiendo peso en las estrategias de desarrollo local ABC

Inma Lopera

Los Grupos de Desarrollo Rural (GDR) de Andalucía, donde participan los agentes públicos y privados de un determinado territorio, son los encargados de gestionar las ayudas de la Medida 19 (Leader) del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía para el periodo actual 2014-2020. En dicha medida, dotada con 258 millones de euros (frente a los 307 millones del periodo anterior 2007-2013), se aglutinan aquellas ayudas dirigidas al desarrollo de las zonas rurales , por lo que a través de los GDR se subvencionan a entidades públicas y privadas, con y sin ánimo de lucro, para llevar a cabo iniciativas que redunden en beneficio del territorio.

Sin embargo, Asaja Sevilla, presente en todos los Grupos de Desarrollo Rural, critica que la agricultura, principal sector productivo de las zonas rurales, «ha ido perdiendo peso en las estrategias de desarrollo local», y denuncia que el programa Leader «ha perdido toda agilidad y cercanía al territorio, que era la principal baza de los GDR». A su jucicio, esta iniciativa comunitaria se halla actualmente «sumido en una espiral de burocracia que provoca que, dos años después del inicio efectivo del programa, no haya llegado ni un sólo euro a los emprendedores del medio rural».

En este sentido, el técnico y responsable del área de Desarrollo Rural de la patronal agraria, José Antonio Gallo, explica que la Medida 19 está compuesta por cuatro submedidas. Así, está la M19.1: Ayuda preparatoria a los GDR para la elaboración de las Estrategia de Desarrollo Local Participativo, dotada con 6,5 millones de euros. La M19.3: Gastos de Cooperación entre GDR, dotada con 7,38 millones de euros y la M19.4: Gastos de Funcionamiento de los GDR, dotada con 49,6 millones de euros. Entre estas tres suman 63,5 millones de euros, es decir, « alcanzan el 25 por ciento del total del presupuesto», y son medidas «cuyos beneficiarios directos son los propios Grupos, quedando el 75 por ciento restante para las administraciones y los emprendedores» , subraya José Antonio Gallo.

La última es la M19.2: Ayuda a la Estrategia de Desarrollo Local Participativo, la más importante de las cuatro, con el 75 por ciento del presupuesto (194,5 millones de euros), dirigida a financiar los proyectos de beneficiarios públicos y privados.

A este respecto, Gallo puntualiza que «las administraciones locales absorben el 38 por ciento del presupuesto mediante proyectos no productivos, que no suponen un impulso a la creación de empleo permanente ni a la modernización o creación de empresas», por lo que «sólo el 37 por ciento del dinero va a parar a los emprendedores del medio rural» . En este sentido, Gallo afirma que «el programa ha dejado de ser atractivo para los emprendedores, debido a su gran complejidad y a la dificultad para acceder a las ayudas».

Respecto a los sectores beneficiarios, Asaja Sevilla insiste en que la agricultura ha ido perdiendo paulatinamente peso, pasando de un 24 por ciento a «sólo un 17 por ciento del presupuesto de la Estrategia de Desarrollo Local Participativo (194,5 millones)».

Igualmente, la patronal se muestra muy descontenta con el funcionamiento del programa, ya que «hasta ahora sólo se están justificando los gastos de funcionamiento de los GDR , cuyo personal se encuentra volcado en sacar adelante un programa lento, complejo, enrevesado y cada vez más alejado de la población rural».

«Programa ingobernable»

Según el técnico de Asaja Sevilla, la existencia de 589 líneas «a la carta» para los 51 GDR de Andalucía, muchas de ellas diseñadas «sin contar con la población local»; el que cada línea tenga dos convocatorias anuales con apertura de ventanillas de tres meses donde «no se conoce siquiera los fondos que puede haber en la segunda convocatoria»; la implantación de «sucesivos y recurrentes obstáculos administrativos» generados por el nuevo régimen de ayudas de carácter competitivo , aderezados con los «múltiples requisitos» adicionales a los beneficiarios, diferentes en cada territorio y para cada medida, en función de las respectivas estrategias de Desarrollo Local, «hacen que el programa sea actualmente ingobernable».

A esto se suma que se exige a los beneficiarios la presentación obligatoria por ventanilla electrónica y se ha canalizado el sistema de comunicación de resoluciones y trámites de audiencia a través de un entorno web, precisamente en un programa que se desarrolla en pequeñas localidades rurales, muchas de las cuales cuentan con escasa experiencia en utilizar estos medios electrónicos y en donde incluso la conexión a internet da problemas. Todas estas circunstancias «han sido determinantes para que el programa de desarrollo rural se encuentre en un punto muerto» , sostiene José Antonio Gallo, «con miles de solicitudes presentadas hace dos años y ninguna resolución de concesión definitiva aprobada por la Consejería de Agricultura, lo que hace que los emprendedores estén totalmente desilusionados».

Asaja Sevilla manifiesta compartir esta desilusión y exige «la agilización del programa y la instauración de medidas correctoras que hagan posible un programa fluido y efectivo, que ayude a nuestros emprendedores a generar riqueza y empleo en nuestros pueblos».

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