Cómo comprarte una casa sin tener un ahorro previo

No hace falta siempre tener dinero ahorrado para adquirir una vivienda. Existen opciones en el mercado

pisos.com

La recomendación general apunta a tener ahorrado el 20% del precio de la vivienda, ya que los bancos no suelen conceder financiación por encima del 80%. Por otro lado, los gastos de notaría, gestoría, registro y todos los impuestos asociados a la adquisición de un inmueble suelen suponer entre el 5% y el 10% del precio de la casa. Es por ello que, los potenciales compradores no dan el paso hasta que no tienen una suma que les permita cubrir la aportación inicial y los gastos. Sin embargo, aun sin tener esta cantidad, es posible convertirse en propietario. En pisos.com te contamos algunas opciones:

1. Comprar al banco: Las entidades acumularon muchos activos durante la época de crisis. Este stock todavía se está liquidando a través de servicers. Cuando un comprador apuesta por una de estas viviendas, las condiciones de la hipoteca suelen ser más favorables que si se opta por una residencia fuera de este circuito. El porcentaje sobre el valor de tasación puede llegar, incluso, hasta el 100%. Aunque la oferta de más calidad ya se ha drenado, todavía es posible encontrar alguna buena ocasión si no se es demasiado exquisito con la localización y no se tiene miedo a las reformas.

2. Clientes fieles: llevas siendo del mismo banco toda la vida y tienes una relación de confianza y de varias décadas con el personal de la sucursal, puede que también tengas una oportunidad para obtener un margen de financiación más amplio. Todo dependerá de tu trayectoria crediticia. Si has demostrado ser una persona puntual en los pagos, sin caer nunca en descubierto y siempre has tenido ingresos recurrentes, estarás en situación ventajosa para negociar.

3. Empleo asegurado: Las hipotecas al 100% no han desaparecido totalmente del mercado, pero los bancos solo las ponen encima de la mesa en casos muy concretos. Existen determinados perfiles que, aun siendo nuevos clientes, pueden lograr una hipoteca sin ahorros. A los bancos les interesa captar trabajadores con contrato indefinido, así como funcionarios públicos. Jóvenes que no han tenido tiempo para ahorrar lo suficiente, pero que cobran una nómina por encima de los 3.000 euros tienen posibilidades.

4. Doble garantía hipotecaria: Se trata de una práctica diferente a la del avalista. Lo que hace el banco en estos casos es conceder el 80% del valor de la vivienda que se va a comprar y el 20% suscribiendo una nueva hipoteca sobre un segundo inmueble. Por lo general, este piso suele ser el de los padres que no pueden aportar dinero en metálico para que sus hijos compren, pero sí adoptar la figura del hipotecante no deudor. En caso de impago, la ejecución se limitaría al 20% de la casa familiar, y no se comprometerían los bienes presentes y futuros.

5. Alquilar y esperar: Sin duda, es la alternativa más sensata y razonable. La ilusión por tener una casa propia y el estado de nuestras finanzas deben tener un inevitable cara a cara. Debemos marcar un presupuesto de compra realista y ahorrar lo máximo posible para alcanzar ese 20%-30%. Además, merece la pena cubrir este porcentaje, dado que la cuota hipotecaria será más ajustada, así como el plazo de amortización.

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