Cinco precauciones antes de comprar una vivienda con inquilino

Los detalles de este tipo de transacciones deben estudiarse al detalle con el fin de que no surjan incidencias una vez realizado el cambio de titularidad

ABC

Convertirse en propietario de una vivienda en la que otra persona vive de alquiler es algo más común de lo que parece. Los vendedores no suelen ocultar una realidad que, si bien ayuda a negociar el precio de venta a la baja, hace que entren en conflicto los derechos y obligaciones del nuevo dueño del inmueble y del actual arrendatario . En pisos.com te damos algunos consejos:

1. Tanteo y retracto . Si quieres comprar una casa en la que hay alguien viviendo con un contrato de alquiler en vigor, lo primero que debes preguntar es si el inquilino ha renunciado expresamente a sus derechos de adquisición preferente . El vendedor debe comunicarle al inquilino sus intenciones y las condiciones de venta. El inquilino no solo estaría en su derecho de adquirirla antes que nadie, sino incluso después de haber sido comprada por un tercero.

2. Nota simple. Antes de abonar cualquier tipo de señal, es fundamental que se comprueben los datos correspondientes a la situación de la vivienda en el Registro de la Propiedad , lo que le permitirá constatar que sobre el inmueble no pesan cargas, gravámenes o arrendamientos inscritos. Lo cierto es que la inscripción del contrato de arrendamiento en el registro es voluntaria, pero es fácil descubrir que la vivienda está alquilada con una simple visita a la misma.

3. Inversión segura. En ocasiones, que la vivienda cuente con un contrato de arrendamiento no representa ningún tipo de inconveniente para el comprador, es más, incluso le viene bien, siempre y cuando tenga un claro perfil inversionista. Ambas partes salen beneficiadas porque, mientras el comprador empieza a cobrar una mensualidad y obtiene rentabilidad inmediata por la operación, el inquilino mantiene el uso y disfrute del piso hasta el vencimiento de su contrato de alquiler .

4. Respetar el contrato. Otra cosa es que el nuevo propietario quiera ocupar la casa tras la firma. El contrato debe respetarse hasta su finalización si este está inscrito en el Registro de la Propiedad. Así, el nuevo propietario se subroga al contrato existente. Si no estuviera inscrito y el inquilino renuncia a sus derechos de adquisición preferente, este dispondría de tres meses de alquiler adicionales desde la comunicación de la venta del piso para abandonarlo.

5. Procedimiento judicial. La peor de las situaciones posibles que se le pueden presentar al nuevo dueño del inmueble, es que después de esos meses, el inquilino se niegue a abandonar la casa de forma voluntaria. Si llegará a darse este problema, habría que iniciar un procedimiento judicial para desahuciar al inquilino. Con el fin de evitar incidencias, siempre es preferible que l as tres partes interesadas lleguen a un acuerdo y se comprometan a cumplirlo .

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