ÁNGEL DE ANTONIO

Susana Díaz, ¿denominador común de PP, PSOE, C’s, empresarios...?

Sánchez se ha ganado hasta las antipatías de los suyos, que, hoy, dan «su cariño» a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Un amor que podría ser compartido precisamente con otras fuerzas económicas del país

Madrid Actualizado: Guardar
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Los resultados de los comicios del pasado 20 de diciembre descolocaron a más de uno. Y entre los principales líderes de la élite empresarial española, a casi todos... por no decir al 100%. Muchos de ellos pensaban que la fortaleza con la que Ciudadanos salía de las elecciones en Cataluña -en las que su candidata, Inés Arrimadas, se hizo con el cargo de «jefa de la oposición»- serviría para «ayudar», después, a que el Partido Popular pudiera seguir gobernando el país con el apoyo del partido «naranja» tras las generales. Pero los votos del PP y de Ciudadanos no sumaron la mayoría necesaria para gobernar y alejar, así, el fantasma de la coalición «roja», el mayor temor de los círculos económicos españoles y de las instituciones europeas.

Tras el «chasco», las mentes que habían pergeñado posicionarse del lado del líder «naranjito», Albert Rivera, por el bien del futuro económico-empresarial español -ya que parecía que iba a acoger a los descontentos del PP-, volvieron a ponerse en funcionamiento para idear una nueva estrategia. A partir de ese momento, políticos, por un lado, y empresarios, por otro, intercambiaban llamadas y mensajes entre sí para sopesar la situación y, digamos, «pactar» lo mejor para el país. Y para la economía, a las puertas de olvidar los malísimos momentos de los últimos años. De momento...

Mientras tanto, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, «más por libre que nunca», empezaba su particular «obcecación» en buscar lo mejor, según él, para los españoles, que, ¡oh sorpresa!, no le habían votado masivamente. Sin tener ni de lejos los votos para gobernar -sólo lo conseguiría con la suma de Podemos y PNV y con el apoyo expreso o la abstención de las dos fuerzas independentistas catalanas, ERC y DL-, Sánchez, con sus intentos por llegar a acuerdos con partidos que no creen ni en la Democracia ni en la unión de España, se ha ganado, lógicamente, hasta las antipatías de los suyos, que, hoy, dan «su cariño» a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Un amor que podría ser compartido precisamente con otras fuerzas económicas del país. Los empresarios.

Así, ante tal despropósito, la maquinaria empresarial se puso de nuevo en marcha. Porque un secreto a voces es que la alianza PP-Ciudadanos era la opción preferida por los grandes empresarios y el devenir de la economía española. De hecho, así quedó de manifiesto en la última reunión del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) -liderado por el presidente de Telefónica, César Alierta- de octubre, antes de las elecciones generales. Entre el selecto club, muchos miembros del Ibex 35 -Inditex, BBVA, Caixabank, Iberdrola, Repsol, Santander, Acciona...- y otras grandes empresas, como Mercadona, El Corte Inglés, Mango... Ahora, la escena y algunos personajes, cambian. Como los líderes de los partidos. Y Susana Díaz tiene muchas papeletas para ser la nueva «preferida» de las fuerzas empresariales del país, para que apoye una nueva legislatura del PP. Porque los empresarios no descansan y dicen saber que está en juego la estabilidad de España.

En el club VIP empresarial lo tienen claro y, por ello, no «quedan con Sánchez», del que algunos dicen que «puede ser peor aún para el país que Zapatero, si gana»... «si bien tiene una ventaja y es que su liderazgo es coyuntural». El caso es que sea porque él no quiere o porque no le invitan, el jefe de la oposición aún no ha acudido a ninguna reunión por ejemplo con el CEC «ni será posible antes de las elecciones». En contraste, Susana Díaz, sigue siendo la referencia socialista a medio palzo (aunque cada vez es más bien corto) para los grandes empresarios.

Así pues, Díaz, podría tener la llave para el próximo «bicolorismo» (o «tri») del Gobierno en España. Muchos han aireado sus simpatías hacia ella, que, lejos de estar en la misma órbita que su «¿líder?», mantiene muy buena relación con varios miembros del PP y con primeros (más primeras) espadas del mundo empresarial español. De momento, entre bambalinas, se dejan caer varios nombres populares que «empatizan» con la presidenta andaluza -Soraya Sáenz de Santamaría, Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Alonso..., incluso su «homónima» madrileña, Cristina Cifuentes, ambas con ideas y, quieren ver algunos, vidas afines y visión de futuro... Porque todo se renueva, todo cambia, todo se regenera... Un nuevo pacto puede ser posible, si bien, tendría que ser con un nuevo PP...

En cualquier caso, Mariano Rajoy, de momento, aún no ha desaparecido del mapa, como algunos querrían, al no haber conseguido los apoyos necesarios para su investidura. No se presenta, pero la candidatura a la Presidencia del Gobierno no la ha retirado. A una segunda, si consigue apoyos, él mismo ha dicho que sí iría.

Y mientras ocurre o no esta segunda oportunidad, Sánchez se dedicará a intentar lograr lo que nadie quiere más que él... Algo que, lo mismo le termina pasando factura, y el que ha regenerado el partido termina por ser regenerado...

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