Sánchez respalda a Calviño y reivindica el diálogo social en pleno pulso sobre el salario mínimo

El presidente del Gobierno certifica su «compromiso de legislatura» de subir el SMI hasta el 60% del salario medio al final de este mandato, pero sin comprometerse a estaciones intermedias como reclaman Pablo Iglesias y Yolanda Díaz

El presidente Pedro Sánchez junto a la vicepresidenta económica Nadia Calviño EFE

El Gobierno no quiere zanjar de golpe el debate sobre el alza del salario mínimo interprofesional para 2021. Pero, mientras los ministros morados siguen presionando , hoy el presidente, Pedro Sánchez, se ha deslizado hacia posiciones cercanas a las de los ministros más tecnócratas de su Gobierno, como Nadia Calviño y José Luis Escrivá, que apuestan por la congelación, al igual que los empresarios. Una postura que trambién ha defendido María Jesús Montero, como ministra de Hacienda.

Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, Sánchez ha reivindicado como «fundamental» garantizar «la paz social» y el «diálogo social con los agentes sociales» en estos momentos «tan críticos y trágicos» de la pandemia. Un mensaje que llega después del órdago lanzado ayer por Trabajo de apostar por la subida incluso sin el acuerdo de los empresarios.

Sánchez ha respondido así a la pregunta del diputado de EH Bildu Óscar Matute, que le ha planteado si «la CEOE decide la política laboral del Gobierno». El presidente del Ejecutivo, que mantiene una buena relación con Antonio Garamendi , presidente de los empresarios, ha insistido en que lo que quiere el Gobierno es alcanzar acuerdos con los agentes sociales: «Es fundamental garantizar la cohesión social y la paz social y para eso tenemos la concertación».

Desde Portugal, sin embargo, la ministra Díaz ha insistido hoy en su apuesta y ha dicho que sería una «incoherencia» y «contradictorio», y ha pedido «empatía» a la patronal, con la que volverán a reunirse el lunes. «Lo que hacemos es dialogar, habrá acuerdo o no. Pero le pedimos a la patronal española que tenga cierta empatía con su pueblo». De hecho, Díaz ha endurecido su discurso hacia la CEOE : «Y recordarle a la patronal que mientras que los trabajadores acogidos al ERTE ven reducido sus retribuciones en un 30%, ellos en muchísimos casos están siendo exonerados en todas cotizaciones sociales en el 100%, en el 90% y en el 80%», ha dicho.

La respuesta de Sánchez tampoco ha gustado al diputado de Bildu, que se ha referido a las diferencias internas respecto al salario mínimo y ha respondido que la «paz social no puede ser siempre la victoria de la patronal...y la herramienta de Garamedi para bloquear las cuestiones que no le interesan». En este sentido Matute ha criticado que no toque hablar de la reforma laboral o del salario mínimo pero que se pretenda abrir un debate sobre el periodo de cálculo para cobrar las pensiones: «esto hace que el diálogo social sea una trampa para los intereses de los trabajadores».

Pero el presidente del Gobierno no se ha movido de su casilla. Ha recordado al que es su socio parlamentario que su Gobierno ha subido el salario mínimo un 29 % en dos años. Sánchez ha reiterado su compromiso de cumplir su «compromiso de legislatura», que consiste en que al final de la misma el SMI represente el 60% del salario medio. Un acuerdo que no tiene estaciones intermedias y que los socialistas apuestan por concentrar a partir de 2022. Priorizando en estos momentos la recuperación de la inversión y de las tasas de crecimiento previas a la crisis.

Precisamente en este intercambio parlamentario, el diputado de Bildu ha cuestionado a Calviño por su oposición a subir en estos momentos el SMI. La vicepresidenta tercera, que representa en primera persona las mayores reticencias a las políticas económicas de Podemos dentro del Gobierno, se ha convertido en chivo expiatorio de las críticas de los aliados del Ejecutivo.

Pero hoy, Sánchez, que también frecuentemente ha felicitado la labor de Yolanda Díaz , ha querido defender a Calviño: «Voy a romper una lanza en favor de la vicepresidenta tercera de Economía y Transformación Digital, porque si hoy estamos financiando muchos ERTE en nuestro país, es como consecuencia de un gran acuerdo del Eurogrupo que lideraron, entre otros, dos gobiernos: el alemán con un ministro socialdemócrata, y la vicepresidenta económica del Gobierno. Para hablar de progresismo, de cohesión y de una mirada progresista y de izquierda sobre la evolución de la economía, creo que están ahí los hechos que demuestran el compromiso de la vicepresidenta Calviño con todo lo que representa este Gobierno desde el punto de vista progresista».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación