El hasta ahora director de proyectos de Caixabank para BPI, Pablo Forero
El hasta ahora director de proyectos de Caixabank para BPI, Pablo Forero - EFE

¿Quién es el hombre fuerte de Caixabank en Portugal?

Fernando Ulrich dimite como consejero delegado de BPI y la entidad catalana coloca al madrileño Pablo Forero tras hacerse con el 84,5% del banco luso

CORRESPONSAL EN LISBOA Actualizado: Guardar
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El cierre de la OPA de Caixabank sobre el 84,5% del Banco Portugués de Inversiones (BPI) se refleja en una consecuencia inmediata para el organigrama resultante: el consejero delegado, Fernando Ulrich, ha anunciado que no continuará en su puesto y la entidad catalana no ha tardado en mover ficha para situar a un hombre de la casa.

Se trata del hasta ahora director de proyectos de Caixabank para BPI, Pablo Forero, quien ya reside en Lisboa y hasta habla portugués, en vista de que ha decidido tomar lecciones de la lengua de Camoes.

El presidente ejecutivo de la firma, Gonzalo Gortázar, no ha tardado en subrayar la importancia de tal nombramiento dada “la amplia experiencia internacional” de este directivo madrileño de 62 años.

Unos elogios que continuaron al manifestar que “reúne todos los elementos para liderar BPI con lo mejor de Caixabank, en beneficio de la sociedad portuguesa”.

El relevo, sin embargo, no se hará efectivo de manera oficial hasta la junta de accionistas de BPI prevista para el próximo 26 de abril. Eso sí, Forero se ha apresurado a expresar que una de sus líneas de actuación tendrá que ver con la búsqueda de una relación más próxima con los clientes.

Le avala su especialización en Macroeconomía tras haber pasado por la Universidad Autónoma de Madrid, además de que ha desarrollado su labor en puestos clave. Por ejemplo, seis años en la consultora de ‘alto standing’ Arthur Andersen y 11 en la sede londinense de JP Morgan Asset Management.

La operación para tomar el control del Banco Portugués de Inversiones significó el desembolso global de 644,5 millones de euros, con los que ha sido posible adueñarse de 568 millones de acciones, ya que salían al precio de 1,134 euros por título, de acuerdo con la estipulación aprobada por las autoridades del país vecino.

Como el tope disponible para la adjudicación representaba el 54,5%, el resultado final implica que el 15,49% del capital permanece en manos de otros accionistas.

Caixabank es líder en el mercado español, pero como fruto de esta calculada intervención se alza igualmente como líder del ruedo financiero ibérico.

En los círculos económicos de Lisboa se apunta la posibilidad de que los catalanes no se olviden del escenario incierto que persigue a Novo Banco, pues su venta se encuentra encallada y ya comenzaron a alzarse voces desde Barcelona que claman por una oferta interesante con el fin de llegar a fusionarlo algún día con el BPI. De momento, son únicamente planes hipotéticos , aunque el horizonte solo podría calificarse como muy atractivo: daría lugar al banco más pujante del país vecino.

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